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Galán rechaza el metro que propone Petro: “Es jurídicamente imposible y técnicamente inviable”

El presidente ha mantenido una cruzada por soterrar parte de la primera línea, que ya está en construcción con un tramo a nivel del suelo y otro elevado

carlos galan se pronuncia sobre el metro de bogota
Carlos Fernando Galán en Bogotá, en octubre de 2023.Chelo Camacho
Lucas Reynoso

El presidente Gustavo Petro y el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, han dejado atrás el disimulo con el que habían manejado sus diferencias con respecto al metro de la ciudad. El mandatario capitalino ha rechazado este lunes la propuesta del jefe de Estado de cambiar los planes de la primera línea para hacer un tramo subterráneo. “Es jurídicamente imposible y técnicamente inviable”, ha remarcado. Asimismo, ha puesto en duda la interpretación que Petro hizo el fin de semana sobre un informe de expertos que, según él, recomienda el metro subterráneo. “La Sociedad Colombiana de Ingenieros ha dicho públicamente otra cosa”, ha declarado el alcalde.

El mensaje de Galán ha sido en respuesta a una alocución presidencial emitida el domingo en la noche. En ella, Petro redobló la apuesta en su larga cruzada para que Bogotá tenga un metro subterráneo: dijo que el mejor sistema comenzaba su trayecto en la localidad suroccidental de Bosa y luego avanzaba hacia el oriente y hacia el norte, con un tramo bajo tierra a lo largo de la carrera 13. “Si la administración del Distrito rechaza la propuesta del Gobierno nacional sobre la alternativa mixta, la sociedad bogotana perderá un 77% de posibles beneficios”, aseguró. Puso la pelota en el terreno del alcalde: “Todavía es posible mejorar la calidad de vida de millones de ciudadanos (...). Le entregaremos completo el estudio al alcalde y a los órganos de control”.

El principal argumento de la alocución presidencial fue que la primera línea estaría 42 metros por encima de la segunda cuando ambas empaten en la calle 72. Eso ocasionaría que el transbordo sea media hora más largo de lo necesario para personas mayores y de 15 minutos para los jóvenes. “Esto vuelve inocuo e inservible el metro. Se trata de una verdadera falla de planificación con la gente, con el dinero público y con la ciudad. La demora entre las dos estaciones quita el tiempo que el metro debería ahorrar si se tomaran por ejemplo buses”, subrayó. Además, afirmó que su propuesta evitaría las zonas “oscuras y solitarias” que produce la estructura elevada.

Otro punto es que, según explicó Petro, la opción subterránea arroja mayores beneficios sociales a 30 años. “El proyecto mixto tiene un saldo favorable de 1,6 billones de pesos [unos 411 millones de dólares], mientras el actual proyecto de la Alcaldía solo da un billón de pesos [alrededor de 256 millones de dólares]”, resaltó. De igual manera, el mandatario aseguró que descartar el proyecto totalmente subterráneo que él dejó cuando fue alcalde de Bogotá (2012-2015), una decisión que tomó su sucesor Enrique Peñalosa, produjo una pérdida de ocho billones de pesos, pero que su nueva propuesta permitiría reducir ese detrimento a tres billones. Según el presidente, el ajuste presupuestal no obligaría a detener las obras que ya están en proceso porque son las del tramo del suroccidente, que es igual en ambos planes.

Trabajadores en la construcción del metro de Bogotá, Colombia
Trabajadores laboran en la construcción de la primera línea de metro de Bogotá, en junio de 2023.Empresa Metro Bogota

El alcalde ha respondido con otra batería de argumentos. El más contundente es uno legal, el mismo que había utilizado la exmandataria Claudia López: según Galán y su predecesora, no es posible cambiar unilateralmente un contrato que ya se firmó y más cuando tiene una ejecución del 31%. “Somos respetuosos de la ley, de las instituciones y de la Constitución. Vamos a cumplir el contrato”, declaró el político, que llegó al Palacio de Liévano el 1 de enero. Además, según el mandatario capitalino, el cambio implicaría una demora de cuatro años más y una pérdida de 2,9 billones de pesos (unos 745 millones de dólares) ya invertidos en áreas como el traslado de redes y la compra de terrenos aledaños al trazado actual, sobre la Avenida Caracas.

Galán cuestionó también que los objetivos del informe fueran los que dijo Petro, que el domingo afirmó que la Sociedad de Ingenieros había sido contratada para comparar las dos alternativas. El alcalde reprodujo un fragmento de una declaración que hizo hace unas semanas el director de la organización gremial y asesora del Gobierno, Rafael Fonseca, en el Congreso. “No fuimos contratados para dar una recomendación de qué tipo de metro se debe hacer. Fuimos contratados para hacer una metodología que sirviera para todos los proyectos de desarrollo de transporte en el país. Son ejercicios académicos, de ninguna manera se puede tomar una decisión con ellos”, dijo entonces el ingeniero. El informe, por ahora, no ha sido revelado siquiera a congresistas y las especulaciones han aumentado la incertidumbre en las últimas semanas.

Las tensiones por el metro de Bogotá no son nuevas. Desde su llegada a la Presidencia, en agosto de 2022, Petro tuvo duros enfrentamientos con Claudia López, que durante su gestión en la capital (2019-2023) insistió en que la prioridad es que el metro se inaugure en 2028. Después, Petro se esforzó en que la primera línea fuera un tema de campaña en las elecciones regionales de octubre de 2023 y perdió: su candidato a la Alcaldía, Gustavo Bolívar, salió tercero en los comicios y perdió contra aspirantes que prometían mantener los planes tal cual estaban.

El nuevo capítulo ya es con Galán, con quien la tensión había sido más sutil. Lo más fuerte que había pasado hasta este lunes había sido que Petro compartiera hace unas semanas un comentario de un usuario de redes sociales que criticaba a los tres últimos alcaldes: “Qué robo tan descarado le hicieron a Bogotá Peñalosa, Claudia y Galán”. El alcalde, no obstante, ha recordado en su mensaje que en octubre tuvo el apoyo contundente del 49% de los votos, el mayor porcentaje de un mandatario de Bogotá en 30 años, y ha evidenciado que piensa usar esa carta a su favor. “Tengo un mandato popular, fui elegido para continuar con el metro y protegerlo”, dijo. “Parar el proyecto metro es parar el progreso de Bogotá (...). Y el metro no responde ni puede responder a un sueño mío ni de ningún exalcalde”.

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Lucas Reynoso
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Bogotá.
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