Juan Emilio Posada: “La verdad es que trabajé muy bien con el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa”
El gerente de una de las mayores energéticas de Latinoamérica deja su cargo el 2 de enero tras escasos 18 meses y algunas discrepancias con la orientación política del Ejecutivo
Cuando a Juan Emilio Posada lo eligieron para dirigir ISA, el gigante colombiano a cargo de la mayor red de transmisión eléctrica en Latinoamérica, el panorama político local era otro. Corría junio de 2022. El derechista Iván Duque, de quien Posada había sido consejero, abandonaba la Casa de Nariño. Y a la vuelta de la esquina se asomaba la elección del primer presidente de izquierdas en la historia contemporánea del país. También un nuevo enfoque corporativo para Ecopetrol, la estatal petrolera con mayoría accionaria en ISA. Para quienes conocen las convicciones conservadoras de Posada, los 18 meses que duró al frente de la empresa han excedido las expectativas más optimistas.
La justificación oficial para su salida esgrime un diplomático “mutuo acuerdo” entre el ejecutivo paisa de 62 años y la junta directiva de Interconexión Eléctrica S.A (ISA). Una fórmula para cumplir con las cláusulas contractuales que en cualquier empresa de este tamaño impiden a sus empleados develar detalles sobre la trasescena. De hecho, en tono cálido y descomplicado, apunta en entrevista con EL PAÍS en un café al norte de Bogotá que no atravesó turbulencias. “La verdad es que trabajé muy bien con el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa. El comunicado de la junta directiva, que fue muy halagador, lo dice claramente”, explica.
Posada es un hombre pragmático y con rodaje de sobra por diversas juntas directivas y cargos ejecutivos. Es allegado a barones de la derecha clásica. Roa, entre tanto, es un alfil a medio camino entre la política y el mundo empresarial. Fue gerente de la campaña presidencial de Petro y desde hace años es aliado del presidente. Dos temperamentos y formas de ver el mundo que en el fondo exponen muchos de los dilemas existenciales y políticos que atraviesa el país. La realidad, sin embargo, no ha sido obstáculo para que los dos ejecutivos echaran a andar la nueva directriz que busca darle mayor protagonismo a ISA en la operación de la petrolera.
“Ecopetrol viene reformulando su estrategia de forma tal”, explica Posada, “que ISA sea protagonista en la transición de la matriz energética”. Un asunto polémico para los expertos en hidrocarburos que miran con recelo el plan de ruta trazado por el Gobierno para adelantar el cambio a un sistema basado en fuentes renovables. Una apuesta que comporta reducir la lucrativa línea de petróleos. “El conocimiento de ISA será clave en la gestión técnica de muchos proyectos de generación de energía eléctrica de fuentes no convencionales. La idea es que pase de representar el 16% del ebitda [resultado bruto de explotación] del grupo a ser más o menos el 25% en 2040″.
Sobre las complicaciones que pueden suponer las investigaciones judiciales contra Roa Barragán, por presuntas irregularidades en la financiación de la campaña presidencial que gerenció, Posada asegura con un punto de ironía: “Esa es una excelente pregunta que no me corresponde a mí responder”. En todo caso para un país que, en general, desconfía de la capacidad administrativa del Estado en asuntos empresariales, la multilatina constituye un buen ejemplo para derribar estereotipos. Fundada en 1967 y con sede en Medellín, en abierto desafío al centralismo colombiano, ISA no ha tenido más que 9 presidentes. Hoy transporta cerca del 19% de la energía eléctrica que se produce en un gigante como Brasil. Y el 98% de la que se consume en São Paulo, el estado más poblado del país vecino.
¿Qué le inquieta de los posibles retos que asumirá su sucesor? “Yo diría que hay unos riesgos regulatorios, en la medida en que cada cuatro o cinco años los Gobiernos de la región tratan de rediseñar la forma de compensar la infraestructura de transmisión de energía eléctrica; que si crece con el Índice de Precios al Consumidor o con el Índice de Precios al Productor. Ese es un punto de atención. El alto nivel de volatilidad, de incertidumbre, de complejidad y de ambigüedad en los países de América Latina”. Se refiere al péndulo político en países donde opera como Perú, Chile, Argentina o Bolivia.
Pero si este año los resultados financieros de Ecopetrol han sufrido algún impacto por los vaivenes del precio internacional del petróleo o por el subsidio estatal a la gasolina, los balances de la energética arrojan utilidades por 2,5 billones de pesos (unos 625 millones de dólares) y negocios por 4,500 millones de dólares, la mitad provenientes de Brasil. Su buena salud la ubica dentro de las 10 empresas más grandes de Colombia y por noveno año consecutivo está entre las 20 energéticas del mundo con mejor desempeño en el Dow Jones de Nueva York.
“La persona que me va a remplazar como encargado el 3 de enero lleva 25 años (Gabriel Melguizo). Ha trabajado en todos los países donde ISA tiene operación”, señala sobre el perfil del presidente que recibirá el testigo temporalmente. En el mismo tono equilibrado muestra confianza sobre el reemplazo definitivo: “La selección de Korn Ferry genera mucha tranquilidad. Y la junta directiva tiene una serie de reglamentos de buen Gobierno”. Lo anterior a pesar de que algunos miembros de la empresa especulan sobre si llegará un ejecutivo de corte más político como Roa Barragán, que para ciertos sectores no sería lo ideal de cara a una tarea de tanta envergadura.
Posada, sin embargo, en su papel corporativo prosigue con el optimismo: “Ha habido continuidad en la orientación de la empresa. Hay énfasis en que ISA se convierta en la punta de lanza de la transición energética. Por eso se espera que crezca mucho más rápido que el resto, al doble de velocidad”. También es consciente de las responsabilidades que contrae una compañía que cada vez se expande más y ha sido beneficiaria de inversiones millonarias por parte de Ecopetrol.
Entre pregunta y pregunta deja entrever su gusto por los caballos y lanza paralelos con el mundo taurino: “Cuando llegué a ISA no traje ni un solo ejecutivo. No hice como los toreros que a donde llegan traen su propia cuadrilla”. Y al ser preguntado sobre las posibles afectaciones del cambio climático sobre el negocio, finaliza: “Directamente, el impacto es menor porque ISA es un proveedor y cobra por tener la red disponible. Sí puede afectar en la medida en que haya deslizamientos, derrumbes, se caigan torres o haya incendios que afecten la infraestructura. La sequía puede generar mayor tensión en una infraestructura débil y vulnerable, por ejemplo, como la de la costa Atlántica colombiana. Entonces lo que hemos hecho es acelerar los mantenimientos para anticiparnos”.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.