Gustavo Petro rompe la paridad de su gabinete con el nuevo ministro de Minas
El presidente de Colombia ha sacrificado el equilibrio entre mujeres y hombres con los últimos cambios de su equipo de Gobierno
En la antesala de cumplir su primer año en el Gobierno, el presidente Gustavo Petro retocó esta semana su gabinete al designar como nuevo ministro de Minas y Energía a Andrés Camacho, en reemplazo de la dimitida Irene Vélez. Fiel al estilo que se le conoció cuando fue alcalde de Bogotá, el mandatario ha hecho múltiples cambios en su equipo de Gobierno, con el reemplazo de un total de once ministros tras dos crisis de gabinete. El ascenso de Camacho marca también, sin hacer mucho ruido, un desequilibrio en la frágil paridad que el mandatario exhibió al comienzo de su mandato entre mujeres y hombres –que pasan a encabezar 11 de los 19 ministerios–.
En un país que nunca ha elegido a una mujer como presidenta, Petro había prometido en campaña un gabinete paritario, y así comenzó su autoproclamado Gobierno del cambio, el pasado 7 de agosto, con nueve hombres y nueve mujeres. Por entonces, todavía estaba pendiente la creación del nuevo Ministerio de la Igualdad, otra de sus promesas de campaña más sonadas, que ya es una realidad en cabeza de la vicepresidenta Francia Márquez. Pero el equilibrio en el gabinete –imperfecto, pues con la cartera de Igualdad hay un número impar de ministerios– se agrieta con la llegada de Camacho.
“El presidente Petro en campaña siempre dijo que el cambio era con las mujeres; qué bonitos los discursos grandilocuentes, pero las queremos ver en los puestos de alta dirección”, apunta la congresista Catherine Juvinao, que fue ponente en la Cámara de Representantes del proyecto de ley estatutaria, recién aprobado, que aumenta hasta 50% la representación mínima de mujeres en los cargos de máximo nivel decisorio, entre otras medidas. Aunque la ley todavía no se sanciona, pues antes debe pasar por revisión automática de la Corte Constitucional, “de todas maneras el presidente ya se debería tomar como mandato la paridad, sobre todo en su gabinete”, valora Juvinao.
“Los últimos nombramientos en los cargos ministeriales han reforzado a los hombres”, subraya la representante de la Alianza Verde, parte de la coalición que respalda a Petro. “Yo no creo que este Gobierno esté haciendo algo especial o distinto a los demás para darle más juego a las mujeres”, valora Juvinao. “Veo lo mismo, las mujeres peleando para que les den los cargos, más espacio dentro del Gobierno o en las listas para las elecciones que se vienen ahora”, agrega en referencia a los comicios regionales de octubre. En un ejemplo de la fragilidad de la larga lucha por acercarse a la igualdad en política, la carrera por la codiciada Alcaldía Mayor de Bogotá, el segundo cargo de elección popular más importante del país, arranca con seis candidatos hombres y ninguna mujer.
A Petro, el primer presidente decididamente de izquierdas de la Colombia contemporánea, lo precede el preocupante antecedente del conservador Iván Duque, su antecesor. Duque, que se proponía en un inicio nombrar ministros de perfil técnico que se mantuvieran los cuatro años de su periodo, arrancó con el primer gabinete paritario de la historia del país, como se encargó de recordar en innumerables ocasiones. Pero conforme se topó con turbulencias políticas fue sepultando esa promesa para acabar con un gabinete que ni siquiera cumplía con la llamada Ley de cuotas (del año 2000), que establece que las mujeres deben estar al frente de al menos el 30 % de los cargos de nivel directivo del Estado. Duque llegó a tener en un momento solo cinco mujeres y 13 hombres entre sus ministros.
Petro todavía está muy lejos de esos números, pero también se ha distanciado de la paridad con el paso de los ajustes de gabinete. En febrero, el mandatario retocó por primera vez su equipo de Gobierno, al reemplazar a su hasta entonces ministro de Educación, Alejandro Gaviria, por Aurora Vergara, pero también en la cartera de Cultura sacó a Patricia Ariza para dejar como encargado a Jorge Zorro, que sigue al frente hasta hoy. En términos de paridad, esa crisis se saldó en tablas.
En la segunda crisis de gabinete, a finales de abril, Petro hizo cambios en siete ministerios. En medio de ese alud de relevos, reemplazó a dos mujeres por hombres: Sandra Urrutia dio paso a Mauricio Lizcano en el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, y Carolina Corcho a Guillermo Alfonso Jaramillo en Salud. En Ciencia, en la dirección contraria, Arturo Luna cedió su lugar a Yesenia Olaya. Si se incluye en las cuentas al naciente Ministerio de la Igualdad, el gabinete desde entonces tenía una balanza levemente desnivelada, con 10 hombres por nueve mujeres. La salida de Irene Vélez de Minas, que se puede considerar una mini-crisis de gabinete, la inclina a 11 ministros por ocho ministras. En los términos más formales, el gabinete incluye también a los directores de los seis departamentos administrativos, que son cuatro hombres y dos mujeres, con lo que las cuentas totales darían 15 por 10.
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