Vargas Lleras llama a una coalición nacional antiPetro para frenar al Gobierno desde el Congreso

El exvicepresidente de Juan Manuel Santos y líder del partido opositor Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, llamó el jueves a una coalición nacional contra el Gobierno de Gustavo Petro que incorpore a los partidos que apoyaron al mandatario de izquierdas en los primeros meses de su administración. Quiere que los conservadores, los liberales y La U ahora estén unidos desde el otro lado, para frenar al Ejecutivo desde el Congreso. “El país tendría la tranquilidad de que en los próximos tres años evitaremos la catástrofe”, dijo en un encuentro con militantes de su partido en Barranquilla. Asegura que ya cuenta con el respaldo del líder de los liberales, César Gaviria.

El momento no puede ser más propicio para el exvicepresidente. María Alejandra Arboleda, profesora y consultora de comunicación política, enfatiza por teléfono que los partidos están estudiando cómo posicionarse de cara a las elecciones regionales del próximo octubre. La caída en las encuestas de la imagen presidencial —con un 61% de desaprobación— no es un factor menor mientras los candidatos recorren el país. Tampoco lo es que Petro haya dejado atrás el perfil moderado y conciliador que prometía en la campaña y que evidenció en sus primeros meses de gestión. “Ese diálogo no se vio en el momento de hacer ajustes a las reformas [en la primera legislatura]. Petro no quiso escuchar a los diferentes partidos y eso afectó sus relaciones”, comenta la analista.

Vargas Lleras busca capitalizar que nunca estuvo con el Gobierno de Petro, ni siquiera en los primeros meses —Cambio Radical primero fue independiente y después se declaró opositor—. “En esta primera legislatura nos hemos sentido bastantes solos”, recordó en Barranquilla en referencia a una oposición que conforman su partido y el Centro Democrático, de Álvaro Uribe. El exvicepresidente ha sugerido que otros partidos priorizaron el reparto de cargos al hacer alianza con el Gobierno: “El Partido Conservador nunca debió haber hecho parte de esa coalición (...) No es momento para estar mendigando puestos, hay que pensar primero en los más altos intereses de este país”.

Los liberales, los conservadores y el Partido de la U fueron un apoyo esencial para el Ejecutivo durante la primera legislatura. Sumadas, las tres bancadas tienen 38 de los 107 senadores y 75 de los 187 representantes a la Cámara. Posibilitaron que saliera adelante la reforma tributaria y la ley de la paz total en los últimos meses de 2022. Después, negociaron con el Gobierno los apoyos a las principales reformas sociales —salud, laboral y pensiones—. Se enfrentaron con la administración de Petro cuando no se incluyeron los cambios que ellos pedían en la reforma a la salud. Los conservadores y La U se declararon independientes, mientras que los liberales recibieron instrucciones de no apoyar ninguna de las reformas.

El presidente de la Cámara de Representantes, David Racero, había comentado en noviembre a EL PAÍS que era indispensable aprobar las principales reformas sociales en el primer año de Gobierno. La legislatura que comienza el próximo 20 de julio tendrá más dificultades porque inician las campañas para las elecciones regionales de octubre. En las últimas semanas, las reformas a la salud y a las pensiones se estancaron, mientras que la laboral se hundió. El Pacto Histórico, además, evidencia su debilidad electoral porque no tiene un candidato fuerte en Bogotá y se desangra internamente en ciudades como Cali.

El líder de Cambio Radical aseguró en su mensaje en Barranquilla que ya cuenta con el apoyo de César Gaviria, expresidente de la República (1990-1994) y actual director del Partido Liberal. “Ayer recibí una llamada del doctor César Gaviria que me causó mucha satisfacción”, comentó el exvicepresidente, que era liberal antes de fundar su propio partido. Asimismo, la directora del Partido de la U, Dilian Francisco Toro, ha resaltado este viernes en Twitter que su colectividad considerará el ofrecimiento: “Llevaremos a la bancada y a nuestras bases la propuesta. [Queremos] una coalición en la que nos escuchemos todos, pensada en los ciudadanos”.

El exvicepresidente tiene un liderazgo “bastante firme” dentro de la oposición, según la profesora y consultora Arboleda. No solo mostró sus desacuerdos con el Ejecutivo desde el principio, sino que también lo hizo en un tono más moderado y conciliador que otros políticos presidenciables, como la senadora María Fernanda Cabal. Para la analista, esto es especialmente importante en un contexto en el que la opinión pública está “cansada” de la polarización: “No tiene una posición tan de extremos y logra unir a más segmentos, llegar al centro. En un momento en el que el presidente polariza cada vez más, creo que voces como la de Vargas Lleras llaman mucho la atención”.

La apuesta, sin embargo, tiene un resultado incierto. La oposición está atomizada, sin un liderazgo claro, y con enfrentamientos que pueden obstaculizar la unidad. Aunque es una figura fuerte, el exvicepresidente tampoco tiene números tan sólidos para consolidarse como el líder opositor: tiene 24,9% de apoyo y 35,3% de rechazo, según una encuesta de Invamer a comienzos de este mes. Además, el Partido Liberal está dividido y el liderazgo de Gaviria está cuestionado, por lo que no está clara la postura de su partido. Algunos de sus congresistas, sobre todo en la Cámara de Representantes, ven con buenos ojos al Gobierno de Gustavo Petro y quieren apoyar las reformas sociales.

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