Jorge Iván González: “Para los congresistas es más importante salvar una carretera en su departamento que pelear por política”

Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación de Colombia, está contento. En la madrugada de este viernes, después de tres meses de intenso debate, el Congreso de la República aprobó por unanimidad el Plan Nacional de Desarrollo que él y su equipo lideraron. “Estoy satisfecho, los senadores y representantes a la cámara hicieron un gran trabajo. Aprobaron las bases del plan casi como las presentamos, y además, mejoraron e incluyeron muchos artículos necesarios para Colombia”, dice González en entrevista con EL PAÍS.

La hoja de ruta que define las prioridades del Gobierno para los próximos cuatro años se aprobó pese al deterioro de la coalición legislativa y muestra, según González, que para los congresistas “es más importante salvar un escenario deportivo, una carretera, o un hospital para su departamento que pelear por política”. González afirma que no es militante de ningún partido, reconoce que el nuevo gabinete de Petro es más compacto, pero puede perder gobernabilidad, y celebra la aprobación del catastro multipropósito, la herramienta que permitirá reorganizar a Colombia: “será una gran revolución”.

Pregunta. ¿Cuál es su sensación hoy, dos días después de haber logrado que el Congreso aprobara el Plan Nacional de Desarrollo?

Respuesta. Siento mucha satisfacción porque se aprobaron las bases del plan casi intactas. Las modificaciones que se le hicieron a las bases propuestas fueron mínimas. En general, me parece un logro importante del Gobierno.

P. El Plan de Desarrollo pasó pese a la debilidad de la coalición legislativa, ¿por qué?

R. Haber conseguido esas votaciones positivas para casi todos los artículos en un momento tan difícil, con una coalición que se está debilitando, es un éxito desde el punto de vista político. Yo creo que para los congresistas es más importante salvar una carretera, una universidad o un escenario deportivo para su departamento que ponerse a pelear por política. Más allá de la ideología o de los problemas con el Gobierno, para ellos es necesario mostrar resultados a los votantes que los apoyaron. Creo que el elemento partidista queda subsumido por las prioridades regionales.

P. También hubo un trabajo de socialización del plan en el Congreso de casi tres meses, ¿Eso ayudó?

R. Sí, hay muchos artículos muy queridos para los congresistas. No votar el Plan en el que trabajaron tanto tiempo habría sido como masoquismo. Nosotros llegamos con 220 artículos y salimos con 370. Si se hubieran puesto a discutir por razones políticas, habrían perdido todo el trabajo. Además, creo que la fragilidad de la coalición legislativa apenas comienza. Hay una recomposición de la coalición, pero aún nadie sabe con certeza cómo va a quedar.

P. ¿Cómo le pareció el trabajo de los congresistas?

R. Me sorprendió positivamente. El Congreso mejoró mucho el Plan de Desarrollo. La política legislativa es clave para las reformas. Creo que los congresistas, en general, hicieron un trabajo excelente. Matizaron afirmaciones complejas, cuidaron que los artículos no fueran a contradecir las leyes existentes y lograron una votación con mayorías muy amplias. Quedé muy contento. Le agradezco a la vida la oportunidad de haberme metido estos tres meses al Congreso. Hubo unas discusiones absolutamente apasionantes, maravillosas. Lo que lograron David Racero y Roy Barreras con la aprobación del Plan es muy importante para el país.

P. Hace tres meses, usted le decía a EL PAÍS que le daba temor que el Congreso fragmentara y cambiara la esencia del Plan, ¿ocurrió?

R. Avanzamos, por ejemplo, en reducir a menos de la mitad el número de proyectos frente al anterior Plan de Desarrollo. El pasado tenía 1.700 proyectos, el nuestro solo tiene 800, y creo que en el momento de la estructuración los podemos juntar y reducir más.

P. ¿Qué quedó por fuera que era importante para el Gobierno?

R. Peleamos mucho el artículo de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad, pero al final se quedó por fuera. También perdimos la batalla en la creación de Agencia de Seguridad Digital y en el nacimiento de una agencia forestal. Esos fueron los temas más sensibles, pero pienso que el balance es positivo. Aparte de eso, estoy muy preocupado con el abuso de las identidades específicas en el Plan de desarrollo.

P. ¿Qué significan las identidades específicas?

R. Yo no soy un arqueólogo de la construcción de identidades, pero me doy cuenta de que las categorías universales como ciudadano, persona o ser racional han perdido valor. Las categorías de la modernidad ya no valen. Usted no puede decir que los ciudadanos colombianos tendrán derecho a la salud, tiene que decir que las comunidades negras, los campesinos, los indígenas, el pueblo Rrom, las comunidades LGBTQ+ tendrán derecho a la salud. Eso es grave porque a medida que usted incluye más identidades aparecen nuevas. Muchos artículos quedaron con un listado de identidades. Y eso se va volviendo enloquecedor. Se empieza a tener un fraccionamiento en la construcción de un discurso de políticas públicas.

P. Usted es el único de los firmantes de la famosa carta que criticaba la reforma a la salud que sigue en el Gobierno, ¿qué opina de este nuevo gabinete?

R. Primero, mi relación con Alejandro Gaviria, con Cecilia López y con José Antonio Ocampo es excelente. Trabajamos muy bien juntos. Este Plan de Desarrollo lo hicimos en equipo. Me siento tranquilo por lo que logramos, pero no sé qué va a pasar en el futuro. He dicho siempre lo que pienso y lo seguiré diciendo. Este es un gabinete mucho más cercano al presidente, es más compacto, pero puede tener menos gobernabilidad. La reforma tributaria pasó con una coalición muy fuerte, el plan pasó bien, pero con menos. Ahora le toca al ministro Luis Fernando Velasco ver cómo reorganiza la gobernabilidad en el Congreso.

P. ¿Cómo está su relación con el presidente?

R. Mi relación con el presidente es muy buena. Yo no soy militante del petrismo, pero siempre he tenido una relación cercana con él, desde la alcaldía y ahora como director de Planeación.

P. Hay rumores de que usted es cuota de la Alianza Verde...

R. Yo no soy militante de nada. Estuve en la campaña de Sergio Fajardo, participé en un grupo económico con Ocampo, pero también trabajé en la Corporación Sur con Carolina Corcho. Trabajé de cerca con Juan Fernando Cristo. En realidad no soy del comité central de ningún partido político.

P. ¿Qué pasará con la transición energética? Hubo muchas críticas por el artículo que le sube el impuesto de 1% al 6 % a las energías renovables...

R. Creemos que ese impuesto para las energías renovables va a facilitar el diálogo con las comunidades que viven en los lugares en los que se pueden hacer proyectos. Aumentar el impuesto permitirá que esas comunidades reciban recursos directos de las energías alternativas y se puedan aprobar más fácilmente.

P. ¿Para usted cuál es el artículo más importante del Plan de Desarrollo?

R. Creo que la gran revolución del plan de desarrollo es el catastro multipropósito. El catastro será un instrumento clave de ordenamiento territorial y conservación. Se aprobaron todos los artículos del catastro. Nosotros tenemos una meta muy ambiciosa que es avanzar hasta el 80% del catastro.

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