Petro logra una gran victoria: la reforma a la salud evita su mayor escollo hasta ahora

Las mayorías sí le funcionaron al presidente Gustavo Petro, aunque no en masa. Logró una victoria estrecha en la puja legislativa más fuerte en sus nueve meses de mandato: sacar adelante una reforma a la salud para la que hizo llamados a la movilización ciudadana, que le ha costado un ministro, críticas de aliados y semanas de trancón en el Congreso. La comisión séptima de la Cámara de Representantes, que debate la reforma en el primero de sus cuatro debates, le aprobó la ponencia positiva de la reforma por 10 votos contra 8. Entre ellos un voto, el de la liberal María Eugenia Lopera, de uno de los partidos tradicionales que son aliados de Petro, pero mantenían el proyecto en vilo.

El paso de la reforma por la Comisión ha producido alta tensión. Los partidos Liberal, Conservador y de La U, declarados oficialmente gobiernistas y con participación en el gabinete de Petro, levantaron objeciones. La principal, mantener algún tipo de competencia entre las entidades que se encarguen de asegurar la salud de los usuarios, así como la posibilidad de que los ciudadanos elijan quién los protege. Cristalizada en el debate pro el destino de las conocidas -y cuestionadas- Entidades Promotoras de Salud (EPS), la propuesta del Gobierno es permitirles subsistir con otro nombre, pero sobre todo perdiendo su rol asegurador. Eso es algo que, hasta ahora y en principio, no aceptan los tres partidos, o por lo menos sus cabezas.

A juzgar por la votación, el intento del Gobierno de negociar con las cabezas de los partidos fracasó. No así la aproximación individual a los congresistas que, de acuerdo con las normas, pueden votar libremente a menos de que su bancada tome una decisión obligatoria, e incluso en ese caso pueden alegar la objeción de conciencia o buscar otros caminos para imponer su voluntad. En esta ocasión Lopera, quien es ahijada política del exsenador liberal Julián Bedoya, acompañó al Gobierno. Bedoya, hoy aspirante a la Gobernación del departamento de Antioquia, apoyó a Petro desde la campaña presidencia de 2022. Fue uno de los respaldos más criticados ya que el exsenador es un político tradicional que ha enfrentado un escándalo por irregularidades en la expedición de su título de abogado, entre otros señalamientos.

El voto de la congresista antioqueña salva a la reforma, pero no necesariamente a la coalición legislativa. El expresidente César Gaviria, cabeza de su partido, ha venido amenazando a los congresistas que voten a favor de la reforma, inicialmente con procesos disciplinarios internos (que los podría, por ejemplo, dejar sin voto en el Congreso). Este mismo martes lideró un pronunciamiento más fuerte, con una declaración oficial y pública en la que amenaza incluso con problemas penales “a aquellos que reciban nombramientos u otro tipo de prebendas o compromisos de recursos para destinos públicos o privados, que incurren en violación de normas definidas como de bancada. También se sancionará a quienes anuncien o promuevan el desconocimiento de tales decisiones (...) Tales conductas podrían ser entendidas como cohecho, con la aplicación de sanciones conforme a los fallos que han sido aplicados por la Corte Suprema en el pasado reciente.”

Gaviria hizo público ese comunicado mientras la Comisión debatía el proyecto. Como los otros tres liberales de la comisión -Germán Rozo, Héctor Chaparro y Hugo Archila- votaron contra la ponencia de un Gobierno en el que el liberalismo tiene representación en el Ministro de Justicia, el mensaje terminó leyéndose como una crítica directa a Lopera y a los congresistas Dolcey Torres y Olga Beatriz González, que han dicho públicamente que apoyan la reforma. Tanto así, que el presidente Petro respondió vía Twitter, afirmando que Gaviria “insiste en vulnerar derechos políticos” y proponiendo como respuesta a los afectados su solución jurídica favorita, acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (el órgano que lo restituyó como alcalde de Bogotá cuando el ultracatólico Procurador general, Alejandro Ordóñez, lo suspendió del cargo)

El Partido Conservador, que con el ministro de Transporte Guillermo Reyes tiene una representación muy visible en el Gabinete, también reiteró su oposición al proyecto este martes. “Conforme a lo establecido por la ley, los estatutos del partido y de manera consecuente con la decisión tomada por la bancada parlamentaria el 11 de abril y ratificada el 18 del mismo mes, de NO acompañar el proyecto de reforma a la salud presentado por el Gobierno, es obligación de todos los representantes a la Cámara y senadores del Partido Conservador, votar NEGATIVO la totalidad de los artículos dentro del trámite en el Congreso, en el marco de la ley de bancadas”, reiteró en un comunicado difundido minutos después de la votación. Sus dos miembros de la comisión se ausentaron y no votaron. Uno de ellos, Gerardo Yepes, había anunciado su apoyo a la reforma y se retiró del Capitolio para no votar en contra de ese lineamiento.

Del tercer partido aliado pero crítico de la reforma, La U, también se ausentó un representante, Camilo Ávila del Vaupés. El segundo, Víctor Manuel Salcedo del Valle del Cauca, votó en contra. Eso a pesar de que la ministra de las TIC, Sandra Urrutia, representa al partido en el Gabinete de Petro. La exsenadora Dilian Francisca Toro, cabeza del partido y candidata a la Gobernación del Valle, no se ha manifestado hasta el momento.

Tras la decisión de la Comisión, la reforma aún no pasa a la plenaria de la Cámara. Antes es necesario que la Comisión vote los artículos en concreto, para lo que está citada este miércoles.

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