Un hipopótamo muere tras ser embestido por un carro en Antioquia
El ejemplar era parte de una población invasora que trajo Pablo Escobar y que crece exponencialmente
El descontrol de la población invasora de hipopótamos en Colombia sumó otro capítulo el martes por la noche. Uno de ellos murió tras ser embestido por un carro en la ruta Medellín-Bogotá, en Puerto Triunfo (Antioquia). El gobernador del departamento, Aníbal Gaviria, ha reafirmado este miércoles la necesidad de que sean trasladados a santuarios en India y México y ha pedido la cooperación del Gobierno nacional. “Por favor, ayúdennos con los permisos para el traslado de estos majestuosos animales”, resaltó.
Los hipopótamos llegaron a Colombia en los años ochenta. El narcotraficante Pablo Escobar trajo a cuatro de ellos en un avión privado y los dejó en la Hacienda Nápoles, cerca de donde ocurrió el accidente del martes. Desde entonces, se han reproducido sin control. Según un informe que publicó el Ministerio de Ambiente en 2021, se calcula que hay al menos 130, distribuidos en Antioquia, Bolívar, Córdoba, Santander y Cesar. Asimismo, un estudio en la revista Biological Conservation proyectó que en 2034 la cifra podría llegar a 1.400 ejemplares.
El biólogo y paleontólogo Jorge Moreno Bernal explica por teléfono que los accidentes como el del martes, el segundo en los últimos meses, serán cada vez más recurrentes. “Van a aumentar porque la población está empezando a crecer de manera exponencial”, remarca. Enfatiza en que el informe del Ministerio de Ambiente de 2021 ya evaluaba entonces que gran parte de los ejemplares estaba por entrar en edad reproductiva.
Estos animales, originarios de África, trastocan un ecosistema que no es el suyo. No tienen predadores naturales y se reproducen sin control, con riesgos para las especies nativas, destrucción de cultivos y afectaciones en la calidad de las aguas de las ciénagas vinculadas al Magdalena Medio. Asimismo, son peligrosos para los seres humanos, como evidencian las 500 muertes que se registran cada año en África.
Colombia lleva años de debates sobre cómo resolver este problema. Se han propuesto soluciones que van desde la esterilización hasta la caza de control, sin que se hayan podido concretar avances. Los expertos se quejaron durante meses de que el Ministerio de Ambiente no publicase un informe que el año pasado realizó la Universidad Nacional junto al Instituto Alexander von Humboldt. El trabajo recién se difundió este miércoles, después de la muerte del hipopótamo en Antioquia.
La Gobernación de Antioquia ideó en las últimas semanas su propio plan de control poblacional. Ha puesto en marcha el traslado de 70 ejemplares ―10 a México y 60 a India―, pero aún aguarda la autorización del Gobierno de Gustavo Petro. El diputado animalista Álvaro Múnera es uno de los mayores promotores de soluciones que no impliquen matar a los hipopótamos.
El investigador Bernal, doctorando de la Universidad del Norte, comenta que esterilizar a los animales o trasladarlos a santuarios no es suficiente. Cree que el gobernador Gaviria busca proyectarse políticamente y que es más “publicidad” que una solución real al problema. Señala que es difícil conseguir los permisos internacionales para concretar los traslados y que es complicada la logística de movilizar a animales acuáticos que son agresivos y gigantes ―pesan entre una y tres toneladas―. Para él, la solución es una caza de control con armas que minimicen el sufrimiento de los hipopótamos: estima que hay que matar al menos 30 cada año.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se pronunció en la tarde de este miércoles. Explicó que hay que continuar con las esterilizaciones, pero que la medida no alcanza para resolver el problema. Asimismo, le respondió al gobernador Gaviria que el Ministerio todavía está trabajando en verificar los requisitos para exportar los animales y así asegurarse de que la iniciativa no ocasione un problema en otra parte del mundo.
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