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De Medellín a Sinaloa, la mudanza cinematográfica de 10 hipopótamos de Escobar

Biólogos y expertos denuncian que el Ministerio de Medio Ambiente no ha publicado un estudio sobre qué se debe hacer con esta especie invasora

Catalina Oquendo
Pablo Escobar's Hacienda Napoles
Un hipopótamo en una calle de la Hacienda Napoles, en diciembre de 2017.Sinikka Tarvainen (Getty Images)

Al álgido debate sobre los hipopótamos de Pablo Escobar le falta una voz central que permanece en silencio: la del Ministerio de Medio Ambiente. Mientras se discute sobre qué hacer con esta especie invasora, no se sabe cuál es la postura de la ministra Susana Muhamad. A la espera de una postura oficial, Antioquia ha puesto en marcha su plan para trasladar a 70 de estos animales, diez a México y 60 a La India. Los primeros, en principio, partirán en dos meses hacia el país norteamericano en un traslado que será documentado por una productora argentina como parte del programa Cargas Imposibles, una serie que muestra operativos complejos de traslados de seres vivos o mercancías.

La mudanza es un punto de partida, pero no soluciona de fondo el problema. Biólogos y expertos le han pedido en Twitter a la ministra que publique los resultados del estudio que realizó la Universidad Nacional y el Instituto Alexander Von Humboldt, que fue entregado hace seis meses. La investigación abordaba los efectos de los hipopótamos en los humanos, no solo en la vida de las personas, debido a los accidentes que ocasionan estos animales, sino también en la vida productiva.

Los resultados de la investigación servirían para “proponer las acciones de manejo, control y erradicación de Hippopotamus amphibius, a través del análisis de la dimensión socioambiental, demográfica y ecológica de la especie”. Pero hasta el momento, no ha sido publicado. Tras la insistencia de los biólogos, este lunes Muhammad respondió a través de su cuenta de Twitter: “Precisamente con base en los resultados, estamos definiendo la política general y el presupuesto para este cuatrienio”. Y añadió que esperan anunciar decisiones el próximo mes.

Esas han sido hasta ahora las únicas palabras de la ministra respecto a un problema que se ha convertido en un riesgo ambiental por la reproducción de esta especie invasora. Según el último estudio publicado en 2021 en la revista Biological Conservation se proyecta que 2034 la población de hipopótamos en Colombia supere los 1.400 ejemplares. La autora de ese estudio científico, Nataly Casteblanco, cree ahora que pueden ser muchos más porque según los últimos análisis la tasa de reproducción es del 15% y el 48% son crías y juveniles. Actualmente se calcula que hay unos 160.

En la web del Ministerio no existe ninguna información relacionada y las últimas publicaciones referidas a los hipopótamos son del Gobierno anterior de Iván Duque. Por eso los biólogos esperan que se publiquen los resultados de la última investigación del Humboldt y la Universidad Nacional. Guardaban la esperanza de conocerlos también en el Congreso Colombiano de Zoología, pero les anunciaron que debían retirar el resumen que iban a presentar. EL PAÍS le preguntó al Ministerio de Medio Ambiente, que fue quien contrató el estudio, por qué la ponencia ya no tendrá lugar, pero no ha dado una respuesta.

La cinematográfica propuesta de Antioquia

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Mientras esto ocurre, en Antioquia han decidido avanzar con el traslado de al menos 70 hipopótamos a México y La India. Esta semana, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, firmó un pacto con el mexicano Ernesto Zazueta, presidente del santuario Ostok para llevar los primeros 10 hipopótamos a Sinaloa, donde está ubicado este refugio de animales. “No podemos dejar de reconocer que la presencia y el incremento desordenado a futuro podría ser un riesgo para la tranquilidad de los ciudadanos y de los visitantes de ese territorio. Por ser una especia invasora puede poner en peligro otras especies autóctonas”, dijo el gobernador.

En los últimos años se han registrado tres accidentes con humanos en la región del Magdalena Medio. En uno de ellos, la persona recibió un mordisco y quedó también con problemas siquiátricos; en otro la víctima fue un hombre que quiso robarse una cría para venderla y fue atacado por la hembra; y en el más conocido, se trató de un accidente vial. Además, en septiembre de 2017, un hipopótamo se paseó por las calles de Doradal y los pobladores lo grababan mientras lo llamaban mascota sin reparar en que es el tercer animal terrestre en tamaño que causa 500 muertes al año en África.

El traslado a México sería, en todo caso, un espectacular operativo que será documentado por una productora argentina realizadora del programa Cargas Imposibles y, con cuyos recursos se pagarían los guacales donde deben ser encerrados los hipopótamos. La alcaldía de Puerto Triunfo, el municipio que más ha sufrido el incremento de estos animales, construiría más corrales para atraer a los hipopótamos y Cornare, el órgano ambiental de Antioquia, haría la captura de los animales. Luego serían ubicados en guacales construidos especialmente para los hipopótamos, puestos en cuarentena y trasladados en camiones hasta el aeropuerto de Rionegro, que sirve a Medellín o hasta la base de Palanquero, en un municipio de la región del Magdalena Medio. De ahí a Ostok.

El mexicano Zazueta, que se presentó como un empresario, dijo que solo quieren ayudar a reducir la tasa de crecimiento de los hipopótamos. “Se necesitaba algo radical, no tenía sentido llevar uno o dos hipopótamos, sino algo que ayude a cortar de tajo para que se baje la población”, dijo. La reubicación también ha generado inquietud en su país. “Hay gente inquieta. Me han dicho, ¿por qué traes una plaga de allá para acá? Pero Ostok es un santuario cerrado, no es un zoológico y no da a la calle, tiene contenciones para que los animales puedan estar ahí”, dijo.

Según la Gobernación, todo el traslado ocurrirá en dos meses una vez el Ministerio del Medio Ambiente les apruebe lo que Gaviria llamó un “pasaporte para los hipopótamos”. El mandatario regional se refería al permiso CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).

En el acto protocolario, la Gerente de Protección Animal, Lina Marcela Ríos, dijo que los “hipopótamos no son culpables” y que apuestan por ese traslado para evitar la caza de los animales. “Soñamos con esto para que el control sanitario sea la última opción considerada”. Tampoco se sabe si el Ministerio de está de acuerdo con esta alternativa local y si considera otras formas de control de la especie invasora.

Igual que el Gobierno nacional, el de Antioquia centra su narrativa en la defensa de la vida. Por eso, los hipopótamos se convierten en un enorme dilema. “Aquí estamos en la búsqueda de salvar la vida de los hipopótamos, pero también la de proteger la vida de las personas en el área del Magdalena Medio. Dos tremendos propósitos”, agregó el mandatario. La expectativa por el rumbo de los hipopótamos cada vez pesa más.

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Sobre la firma

Catalina Oquendo
Corresponsal de EL PAÍS en Colombia. Periodista y librohólica hasta los tuétanos. Comunicadora de la Universidad Pontificia Bolivariana y Magister en Relaciones Internacionales de Flacso. Ha recibido el Premio Gabo 2018, con el trabajo colectivo Venezuela a la fuga, y otros reconocimientos. Coautora del Periodismo para cambiar el Chip de la guerra.

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