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Meizu incluye dos pantallas en el nuevo PRO7 para atacar a la gama alta

El móvil de la marca china cuenta con un cristal trasero, cuyo desarrollo ha costado 2,5 millones de dólares, y estrena un innovador procesador

El presidente de Meizu, Bai Yongxiang, en la presentación del nuevo móvil con dos cámaras.Vídeo: Z. ALDAMA / epv

Dos pantallas. Una frontal tradicional y otra más pequeña en la parte trasera. Esa es la baza de la china Meizu para asaltar la gama alta del mercado de los teléfonos móviles. “Hay cierta fatiga en esta industria porque todos los smartphones parecen iguales. Son como un rebaño de cebras, en el que todos los animales son diferentes , pero parecen idénticos”, justificó ayer Bai Yongxiang, presidente de Meizu, durante el espectacular lanzamiento del PRO7 en el nuevo Palacio de la Ópera de Zhuhai, la sureña ciudad china de la que es originaria la empresa. “Nosotros hemos querido afrontar el reto de hacer algo diferente”, disparó.

Después de haber probado 11 diseños diferentes, finalmente Meizu ha optado por fabricar su terminal “más singular” incluyendo una curiosa pantalla trasera, cuyo desarrollo ha costado 2,5 millones de dólares. Mide 1,9 pulgadas, es AMOLED y no monocroma, ocupa el tercio superior izquierdo del terminal, y ofrece diferentes posibilidades. Por ejemplo, sirve para tener siempre a mano el tiempo, acceder a las notificaciones con un sistema similar al del always on, recibir recordatorios de la agenda, ver el avance del podómetro según caminamos o hacemos ejercicio, y, sobre todo, utilizarla a modo de MP3 para escuchar música y para hacer selfis usando la doble cámara que monta el terminal.

“La pantalla principal es como una puerta, mientras que la secundaria es una ventana”, ha explicado Bai
“La pantalla principal es como una puerta, mientras que la secundaria es una ventana”, ha explicado BaiZ. A.

“La pantalla principal es como una puerta, mientras que la secundaria es una ventana”, ha explicado Bai. “La segunda nos permite ver lo importante sin tener que hacer un esfuerzo para entrar a nuestra casa”, ha añadido en referencia al hecho de que la nueva pantalla permite ahorrar batería en situaciones comunes en las que no es necesario encender la principal. Interesante resulta también la posibilidad de hacerse selfis con la cámara principal viendo el resultado, ya que su doble lente y el software logran resaltar la figura principal como hacen las cámaras réflex y ofreciendo una calidad muy superior a la cámara de los autorretratos.

Eso sí, a diferencia de lo que están haciendo ahora la mayoría de las marcas, Meizu ha optado por equipar al PRO7 -y a su variante de mayor tamaño, el PRO7 Plus-, de una pareja de cámaras que utilizan la misma óptica pero que cuentan con sensores diferentes: ambos son de 12 megapíxeles pero uno es monocromo y el otro es en color. La combinación permite captar mejor los detalles, y se nota sobre todo en condiciones de poca luz. Es la estrategia que utiliza Huawei con Leica, pero se diferencia de la que han adoptado Apple en el iPhone 7 Plus o Xiaomi en el Mi6.

La relación calidad-precio es notable: desde unos 450 euros, por el PRO7, hasta unos 525 euros, por la versión más avanzada, el PRO7 Plus

Entre el resto de características de la nueva pareja de móviles de Meizu destaca su procesador, porque estrenan el Mediatek Helio X30, el primer chip chino fabricado con tecnología de 10 nanómetros. Se trata de un chip con diez núcleos que trabajan a tres frecuencias diferentes. Dos A73 alcanzan 2,6 Ghz. -la frecuencia más alta del mercado- y son ideales para aplicaciones muy exigentes, como los juegos. Otros cuatro A53 trabajan más despacio y sirven para hacer funcionar el resto de las aplicaciones. Finalmente, los últimos cuatro núcleos A35 son los encargados de las tareas en segundo plano y de mostrar las notificaciones. “Así hemos logrado reducir el consumo del procesador un 25% e incrementar su rendimiento un 240%”, afirmó un directivo de Mediatek.

Además, la versión Plus del PRO7 incluye la nueva carga rápida M-Charge 4.0 -capaz de llenar un 67% de los 3.500 mAh. de la batería en 30 minutos-, una pantalla SuperAMOLED de resolución 2K, y 6GB de memoria RAM ultrarrápida -LPDDR4x- acompañada de hasta 128 GB de almacenamiento interno. Son especificaciones que caen sensiblemente en la versión más básica del PRO7, que llega con 4GB de RAM, 64GB de memoria interna, el chip Helio P25, una batería de 3.000 mAh., y una pantalla de 5,2 pulgadas y resolución FHD. En ambos modelos, eso sí, la cámara de los selfis cuenta con un sensor de 16 megapíxeles emparejado con un objetivo de luminosidad f 2.0.

La combinación de las dos cámaras permite captar mejor los detalles, y se nota sobre todo en condiciones de poca luz.
La combinación de las dos cámaras permite captar mejor los detalles, y se nota sobre todo en condiciones de poca luz.Z. A.

En cualquier caso, la relación calidad-precio es notable: desde 2.880 yuanes (370 euros al cambio que cuando llegue de forma oficial a España serán unos 450 euros) por el PRO7, hasta los 4.080 yuanes (525 euros) por la versión más avanzada del PRO7 Plus, que se convierte así en el terminal más caro jamás fabricado por Meizu.

Entre las características del sistema operativo de ambos -Flyme, basado en Android 7.0-, destaca la facilidad con la que se puede entrar a diferentes espacios. Basta con registrar tres dedos diferentes en su sensor de huellas para entrar al espacio normal -en el que podemos configurar las aplicaciones que no queremos que sean vistas por la gente a nuestro alrededor-, a uno privado -sin restricciones-, o a un último de visitante -para que el móvil lo utilice otra persona-. Basta con desbloquear el aparato con un dedo o con otro para acceder de forma totalmente discreta a los diferentes modos.

Interesante resulta también la posibilidad de hacerse selfis con la cámara principal viendo el resultado

Sin duda, Meizu regresa a la gama alta con fuerza después de un año complicado en el que sus cuitas con Qualcomm y un exceso de terminales -al PRO6 le siguieron el PRO6s y el PRO6 Plus- le han hecho perder comba en el mayor mercado del mundo. Su éxito ahora vendrá determinado por la utilidad real que tenga esta segunda pantalla, ya que no es el primer móvil que la adopta. Lo hizo primero la rusa Yotaphone -aunque en aquel caso era de tinta electrónica-, y lo han hecho luego otros, aunque con tamaños y funciones mucho más reducidas. “No es un mero elemento estético, se trata de algo práctico que los usuarios van a agradecer”, sentenció esperanzado Bai.

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