Ciudadanos pone límites a su diálogo con el PSOE sobre la reforma de la Constitución
El partido de Rivera expresa su resquemor ante la cita de Sánchez con Iceta de este viernes
La reunión que mantendrán el viernes los equipos de Pedro Sánchez (PSOE) y Miquel Iceta (PSC) para acordar un bloque de propuestas con el que hacer frente al desafío independentista en Cataluña ha provocado este martes que Ciudadanos reaccione estableciendo límites "categóricos" al debate sobre la reforma constitucional que abrirá en otoño con los socialistas. Margarita Robles, portavoz parlamentaria del PSOE, se ha citado en el Congreso con Miguel Gutiérrez, secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos, que ha sido "taxativamente claro": el partido de Rivera no está dispuesto a emprender una reforma de la Constitución para que el artículo 2 incluya el concepto de plurinacionalidad que defiende Sánchez.
"Hemos querido trasladar la necesidad de separar categóricamente la reunión de Sánchez con Iceta de la posibilidad de abrir una mesa de diálogo o una subcomisión parlamentaria para debatir una posible reforma de la Constitución", ha explicado a EL PAÍS una fuente de Ciudadanos conocedora a de los detalles de la cita. "Hay que aclarar el marco previo de esos trabajos y definir un perímetro", ha añadido este interlocutor, que también ha hecho referencia a que su formación no está dispuesta a centrar el debate sobre la reforma constitucional en cómo mejorar el encaje de Cataluña en España. "Hemos sido taxativamente claros".
Pedro Sánchez y Albert Rivera acordaron en su última reunión que sus partidos abrieran un debate sobre la reforma de la Constitución en otoño. El líder de Ciudadanos incluso se aventuró a proponer que ambas formaciones citaran a expertos constitucionalistas para participar en los trabajos. El paso de los días ha demostrado lo difícil que será que el PSOE y Ciudadanos alcancen un acuerdo, para el que además necesitarían contar con apoyo de otra de las formaciones mayoritarias. Aunque la base de las conversaciones puede ser el acuerdo de gobierno que alcanzaron Sánchez y Rivera en febrero de 2016, y que ya recogía distintos compromisos para la reforma constitucional, muchas cosas han cambiado desde entonces.
Así, el PSOE presentará este viernes y junto al PSC un bloque de propuestas para tratar de hacer frente al desafío independentista en Cataluña. Entre ellas sobresale la creación de un “espacio político” para tratar la reforma de la Constitución, en el que también está previsto que participe Ciudadanos. La tesis socialista es que dentro de España puede haber “naciones sin Estado, en referencia a las comunidades históricas, como ya ocurre en Baviera, dentro de Alemania, y la concepción de las partes que conforman Bélgica”.
Sin embargo, Ciudadanos no comparte esta lectura. El partido de Rivera quiere limitar la reforma de la Constitución a eliminar los aforamientos, limitar los mandatos presidenciales, definir las competencias de Gobierno y Autonomías, o suprimir el Senado. En consecuencia, las dos partes se intercambiarán documentos en los próximos días para así aclarar sus posiciones.
EL PSOE intentará que todos los partidos dialoguen
No será el PSOE quien ponga palos en las ruedas de Ciudadanos para entorpecer el diálogo sobre la reforma constitucional. Los socialistas conocen de sobra la dificultad de acordar un mínimo común denominador entre todas las fuerzas políticas pero lo van a intentar con todo ahínco, según señalan fuentes de la dirección socialista. Así se explica que las objeciones de entrada que han expresado los dirigentes del partido que dirige Rivera no hayan tenido réplica en el PSOE como ha demostrado la portavoz parlamentaria, Margarita Robles tras su reunión con el secretario general del grupo de Ciudadanos, Miguel Gutiérrez.
Se ha tratado de "una primera toma de contacto", ha señalado Robles, por lo que aún no hay nada que explorar ni que delimitar. La cuestión territorial no es la única que hay que abordar, según se encarga de recordar Ciudadanos, sino que hay otros asuntos de regeneración democrática que este partido quiere reformar. Un amplio catálogo de otros asuntos diferentes al ajuste territorial de España forman parte del grueso dossier que los socialistas han acumulado a lo largo de sus muchos estudios sobre la reforma de la Constitución de 1978 aunque no ocultan que el problema que hoy tiene España "no es por los aforamientos" sino por Cataluña, recalcan los interlocutores socialistas de la dirección.
Su pretensión es sentarse por primera vez en torno a una mesa de diálogo y que todos se escuchen. Después se verá si puede haber algún acuerdo pero no a priori descartar que pueda haber algún entendimiento. A la pregunta recurrente del PP de qué es lo que se quiere reformar, el PSOE responde que el consenso no existe sobre casi nada sino que hay que trabajarlo o, al menos, ver si es posible.
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