Patxi López: “No hay riesgo de escisión pero sí de caer en la irrelevancia”

Patxi López (Barakaldo, Bizkaia, 1959), exlehendakari, expresidente del Congreso de los Diputados, exlíder de los socialistas vascos y miembro de las dos últimas direcciones del PSOE (con Alfredo Pérez Rubalcaba y con Pedro Sánchez), se presenta ante los militantes de su partido con el mensaje de que sólo si él gana será posible la paz en el PSOE tras las primarias de este domingo. Propugna “lealtad, fraternidad y compañerismo” frente a “los insultos y descalificaciones”. Pone objeciones de fondo a sus dos rivales —Pedro Sánchez y Susana Díaz—, pero se pondrá a disposición del que gane. Y si él gana les dirá: “Venga, vamos a juntarnos”.

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Pregunta. Su mensaje puede ser interpretado como el del miedo. ¿No es solo un congreso en el que se disputa el poder?

Respuesta. Es un mensaje de preocupación. Si analizamos lo que está pasando en los partidos socialistas que tienen el mismo peso e historia que el PSOE, como los de Grecia, Holanda e Italia, la preocupación es fundada. Podemos correr la misma suerte que ellos. Doy la señal de alarma.

P. ¿La solución está en que el ganador trate de integrar a los que no han ganado?

R. Sí, pero no basta con decir que se va a ser leal con el que gana. Hay que tener voluntad de integrar pero también de integrarse. Nuestros problemas son de proyecto, de división y de falta de referentes compartidos.

P. ¿Entre los referentes perdidos incluye a Felipe González?

R. Sí, es un drama que Felipe González, que cambió este país, no sea un referente para todos los socialistas. Lo siento muchísimo.

P. Decía antes que tienen un problema de proyecto y claridad de ideas, como otros partidos socialdemócratas. ¿El problema es haber perdido la izquierda?

R. El PSOE no debe buscar alianzas ciegas, ni con Podemos ni tampoco irse al centro. Así le ha ido al Partido Socialista en Francia, que se ha alejado de su electorado, con políticas de Hollande como la reforma laboral, muy de derechas; y el partido hizo el péndulo y se fue a una izquierda sin los pies en el suelo. Nadie ofrece un espacio a los progresistas.

P. ¿Cuándo sitúa usted el alejamiento del electorado del PSOE?

R. Los datos están ahí. Con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se produjo la gran pérdida; no es verdad que todos los males vengan por Pedro Sánchez. Las políticas económicas de Zapatero, los recortes, se consideraron contrarias a lo que el PSOE debía defender y el primer tsunami lo sufrieron los alcaldes y presidentes autonómicos en 2011, antes de las elecciones generales, aunque tenían una buena gestión.

P. A usted le han llamado traidor por presentar su candidatura y ahora Sánchez le pide que se integre en su candidatura.

R. Sí, me lo pidió cuando ya lo había anunciado a los medios de comunicación. Me llamó cuatro horas después. No me gustó.

P. Y le dijo que no.

R. No voy a unirme a un bloque para estar frente a otro. Medio partido contra el otro.

P. ¿Todos tienen la misma responsabilidad?

R. Culpables, todos. Esto no empieza con Pedro Sánchez, sino cuando los militantes creen que solo se cuenta con ellos para agitar banderas. Había enfado. Pero hay un momento en el que yo no reconozco a mi partido. El secretario general podía haber planteado su propuesta de hacer un congreso en un comité federal, se vota, se rechaza y se tiene que ir. Pero lo que ocurrió antes no debió ser. La mitad de la ejecutiva dimite para que se vaya el secretario general. No me reconozco en esas dimisiones preventivas. El debate de la abstención ante Rajoy nadie lo planteó. Quien no plantea el debate no debió dinamitar la ejecutiva.

P. ¿Por qué cree que no lo plantearon?

R. Quizá porque el objetivo era que Pedro no continuara como secretario general. En todos los actos, lo primero, pido perdón a los militantes por no parar aquello. Pero ahora no tenemos derecho a mantener la ruptura.

P. Dice que es usted la solución.

R. Sí, me presento para tratar de superar la división.

P. División, no escisión.

R. No creo que nadie esté pensando en montar un partido si pierde. No hay peligro de escisión pero sí de caer en la irrelevancia.

P. Las otras dos partes se reprochan la derechización y la podemización, respectivamente.

R. Oigo a Pedro hablar de alianzas de izquierda. Eso es un error. Y votar con el PP en el Congreso para conseguir poner algunos parches no sirve para mucho. Nosotros somos la alternativa al PP, y no tenemos que pactar con Podemos.

P. Si usted es elegido secretario general, ¿cambiará la orientación del grupo parlamentario?

R. Hacer oposición constructiva no es sacar retalillos al PP. Debemos presentar alternativa a cada proyecto y definir espacios de consenso en asuntos muy relevantes, de Estado. Pero somos oposición y tenemos que demostrarlo. Tendríamos que ser ya más contundentes.

P. ¿Acepta que compiten con Podemos por el mismo espacio?

R. Buena parte de los votantes de Podemos vienen del PSOE y se fueron porque se sintieron abandonados. No creo que estén satisfechos con la actuación de Pablo Iglesias y estoy convencido de que esos votantes están esperando que el PSOE sea su referente. Eso no pasará si les digo que vamos a pactar con Podemos: se quedarán con ellos.