La malagueña desaparecida llama a su familia desde un centro de detención en Turquía
Jimena Rico será deportada a Londres. Ella y su novia han permanecido desde el lunes incomunicadas
Jimena Rico Montero, la joven malagueña de 28 años que desapareció el pasado lunes junto a su pareja, una mujer de nacionalidad egipcia, se ha puesto en contacto con su familia desde Estambul, han informado fuentes familiares. Las dos jóvenes llevan desde el pasado lunes en un centro de detención, donde han estado incomunicadas. Fueron detenidas por ser indocumentadas. Fuentes oficiales han confirmado que ha sido localizada en dependencias policiales de Estambul. Efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil han podido hablar también con ella. Jimena y Shaza serán deportadas a Londres, donde residen, según informa Efe de fuentes de la Embajada de España en Ankara. Desde la Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores explican que el consulado ya ha iniciado los trámites para ofrecerle asistencia.
La familia de Jimena, residente en el municipio malagueño de Torrox, denunció ante la Guardia Civil la desaparición de su hija, Jimena Rico Montero, con la que no había podido contactar desde el pasado domingo, cuando mantuvo una conversación telefónica en la que le explicó que se encontraba en la localidad turca de Samsun a punto de tomar un autobús con destino a Estambul.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha colaborado con las autoridades turcas en las labores de búsqueda de la joven malagueña. El consulado general en esta ciudad ha asumido el caso y está a disposición y en comunicación con la familia de Jimena Rico Montero, según fuentes de la Oficina de Información Diplomática. La Guardia Civil, mientras tanto, está comprobando los extremos de la denuncia y ha empezado a cotejar datos, como los países por los que habrían pasado las dos mujeres antes de que se les perdiera la pista.
La familia de Jimena, que tiene doble nacionalidad española y argentina y reside en Londres desde hace cuatro años, vive en Torrox y denunció su desaparición el pasado martes. Su madre y su hermana temían que le hubiera podido pasar algo a su familiar porque se encontraba en Turquía huyendo del padre de su novia, una joven egipcia llamada Shaza. Este hombre supuestamente no admitía la condición sexual de la hija y la habría amenazado de muerte.
El caso es complejo y la investigación, en un momento incipiente, se abordó con todas las cautelas. La huida de Jimena y Shaza, según la denuncia, habría llevado a las chicas de Dubai al aeropuerto de Tiflis, capital de Georgia, y a las ciudades turcas de Samsun y Estambul. La última comunicación de Jimena, con la compañera con la que comparte piso en Londres, se produjo el pasado lunes por la mañana a las 9.38. Hasta este jueves, cuando se ha puesto en contacto con su familia.
La familia intentó darle la máxima difusión pública al caso por si alguien reconocía a la joven de 28 años, con una estética que no pasa desapercibida. Lleva los dos lados de la cabeza rapados y pelo largo en la zona central, tatuajes en las manos y varios piercings. Su hermana María del Valle ha confirmado que ha recibido una llamada este jueves por la mañana de un hombre que se ha identificado como el padre de Shaza, que le ha asegurado que no les ha hecho nada y que no saben dónde está la pareja. Ha reconocido las presiones sobre su hija por su orientación sexual, pero ha descartado que le hiciera daño a Jimena o que pretenda hacérselo a su hija. Su intención, según su versión, es que su familiar regrese con ellos a Dubai, donde están asentados.
La pareja mantiene una relación desde finales de 2016. Se conocieron en Londres y hace unos días volaron “engañadas” a Dubai para ver a la familia de Shaza, después de que les comunicaran que su madre estaba muy enferma. Una vez allí, el padre de la chica egipcia habría amenazado de muerte a su hija por mantener una relación homosexual y la habría denunciado ante las autoridades del emirato. Gracias a unos conocidos, lograron huir hasta Georgia, aunque fueron localizadas por el padre antes de que pudieran coger un vuelo de regreso a la capital inglesa. El hombre se trasladó junto a otros familiares hasta el aeropuerto de Tiflis y protagonizaron un altercado en el que intervino la policía de este país.
El padre de Shaza, en esa llamada telefónica a la hermana de Jimena, ha reconocido este episodio, pero ha asegurado que no ha vuelto a saber nada de las dos mujeres. Ellas lograron llegar a la frontera turca y cogieron un autobús hasta la ciudad de Samsun, donde pasaron 12 horas retenidas por la policía. Tras quedar en libertad, se desplazaron también por carretera hasta Estambul. El lunes a las 9.38, Jimena contactó con su compañera de piso y le dijo que ya habían llegado a esta ciudad. Se disponían a ir primero a un hotel en el que estaban registradas y después al consulado español para intentar salir del país. No llegaron a ninguno de los dos destinos y ahí se les perdió el rastro.
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