El Gobierno se aferra al PNV para sacar adelante los Presupuestos
El Ejecutivo de Rajoy trata de salvar los primeros trámites parlamentarios con el apoyo del partido vasco, Ciudadanos y Coalición Canarias, mientras espera al nuevo líder socialista
El Ejecutivo de Mariano Rajoy presentará el proyecto de Presupuestos de 2017 en seis semanas. Ante la negativa de la gestora del PSOE de respaldar las cuentas, el Gobierno necesita apoyos para salvar los primeros trámites parlamentarios. Así gana tiempo hasta que el nuevo líder socialista tome la decisión definitiva en junio. Por eso, el Ejecutivo corteja al PNV, Ciudadanos y Coalición Canaria para superar las votaciones de las enmiendas a la totalidad y parciales. Y hace cábalas para la votación final, en la que necesitará además al PSOE o a los dos partidos canarios.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se reunió el miércoles por la tarde con Aitor Esteban, el portavoz del PNV en el Congreso, para iniciar las negociaciones de los Presupuestos. El encuentro fue "una primera toma de contacto", según reconocieron ayer asistentes al encuentro. Fuentes de Hacienda explican que la cita abre el proceso de negociación para sacar adelante los Presupuestos. Hasta ahora había "conversaciones pero no negociaciones". El Ejecutivo hace cálculos de los apoyos que necesita para salvar los trámites parlamentarios de los Presupuestos. Admiten que no cuentan con mucho margen y el riesgo de no sacarlos es elevado.
El PSOE está decidido a presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de Presupuestos que presente el PP. No descarta, incluso, apoyar las enmiendas a la totalidad que presenten otros partidos, advierten fuentes socialistas que han participado en las negociaciones que esta formación ha mantenido con el Gobierno para aprobar otros asuntos económicos, como el techo de gasto. Argumentan que su compromiso pasaba por facilitar el inicio de la legislatura apoyando medidas como los decretos de subida de impuestos o el alza del salario mínimo, pero precisan que su responsabilidad llega hasta ahí. La decisión de aprobar o no los Presupuestos debe adoptarla, insisten, la próxima dirección federal, que se elegirá en el Congreso de 17 y 18 de junio.
En el Gobierno han ajustado el calendario. El proceso orgánico socialista ha influido en los planes del Ejecutivo, que presentará los Presupuestos en seis semanas. Y como la tramitación parlamentaria dura unos tres meses, aplazan la votación definitiva de los Presupuestos a la semana siguiente del Congreso socialista. Mientras tanto, tiene que salvar los trámites parlamentarios. Para ello necesita el apoyo de Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria.
Ciudadanos está dispuesto a avalar las cuentas públicas si se cumple el pacto de Gobierno alcanzado para la investidura. Su línea roja es el complemento mínimo salarial para los jóvenes. Esta medida no supondría un gran desembolso para las arcas públicas porque se podría financiar con fondos europeos.
El PNV asegura que aún no ha puesto ninguna reclamación sobre la mesa. Aitor Esteban lo explicó ayer: "Lo nuestro son líneas verdes, no líneas rojas. Hay que discutir de todo y luego, a lo largo de las conversaciones, se verá si no se puede avanzar más". El partido vasco sabe que su papel es decisivo. "Es evidente que será necesario el apoyo de los nacionalistas vascos para que las cuentas no queden bloqueadas", explicó ayer Esteban, con la mente puesta en que los socialistas presenten una enmienda a la totalidad. Sobre Coalición Canaria, el Ejecutivo confía en lograr su apoyo a cambio de concesiones.
Escenario poliédrico
La negociación está abierta. El Ejecutivo busca opciones en un Congreso con un escenario poliédrico donde ningún apoyo está garantizado. Necesita al menos 175 votos —es decir, un empate— para pasar el primer escollo: las enmiendas a la totalidad. La única solución pasa por unir a sus votos (137) el apoyo de Ciudadanos (32 diputados), PNV (5) y Coalición Canaria (1). Posteriormente tendría que superar las enmiendas parciales en la Comisión de Presupuestos. Aunque el Ejecutivo puede vetar algunas propuestas, con los votos del PNV y Ciudadanos superaría este trámite.
Pero el nudo gordiano está en la votación final en el Congreso, que se celebraría a finales de junio, justo después de la elección de la nueva ejecutiva del PSOE. No parece fácil que la primera decisión del próximo líder socialista sea apoyar las cuentas del PP. Por eso, el Ejecutivo no descarta que tenga que ampliar la prórroga presupuestaria todo el año y negociar en septiembre las cuentas de 2018. Y entonces presionará con un adelanto electoral.
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