Un estudio marroquí duplica la cifra oficial de españoles que se han unido al ISIS
El informe indica que 450 españoles o residentes en España han viajado en los últimos dos años a Siria e Irak
Hasta 450 españoles o residentes en España han viajado en los últimos dos años a Siria e Irak para unirse a las filas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés). La cifra, que duplica el dato del Ministerio de Interior, de 190 personas, consta en un informe presentado ayer por Mohammed Benhammou, presidente del Centro Marroquí de Estudios Estratégicos —un grupo de debate de política internacional y seguridad que colabora con el Instituto Elcano—, durante el cuarto Foro de Terrorismo Global.
Un total de 47.000 combatientes extranjeros han viajado a los campos del ISIS, de los que 7.000 son ciudadanos europeos, incluidos 1.700 franceses, 850 belgas, 760 holandeses, 650 alemanes o 170 suecos, según el estudio.
Interior replica que sus datos están actualizados con la información del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Según el ministerio, el perfil de los yihadistas es el de hombres jóvenes, casados, con una media de dos hijos y con estudios secundarios o universitarios, explica Carola García-Calvo, investigadora del Real Instituto Elcano en el Programa de Terrorismo Global. “Un 16% del total son mujeres, un perfil que empezamos a notar a partir de 2012”, cuenta.
Puntos débiles
García-Calvo afirma que los más vulnerables son los “inmigrantes de segunda generación”, pero señala que la radicalización ya no se puede explicar por la falta de integración, una vez que tienen un nivel social y de ocupación similar al de la media de la sociedad. “Son empresarios, estudiantes, autónomos, trabajadores de servicio”, explica.
La estrategia de captación del ISIS en España está centrada en Internet. Este año, responsables de la lucha antiterrorista descubrieron un incremento en la propaganda lanzada por los yihadistas que hacía alusiones al país. “Ellos ya no utilizan tanto Facebook y Twitter, sino redes más ocultas. Manejan bien las aplicaciones de mensajería instantánea, como Snapchat”, revela Eva Moya, experta en medios de comunicación sociales que ha asesorado a la Policía en la lucha contra el terrorismo online.
Moya explica que lo hacen de manera cada vez más profesional: “Tienen a especialistas en recursos humanos, comunicación y marketing. Estudian los puntos débiles de los perfiles más vulnerables e intentan atraparlos”, cuenta.
España aprobó en 2015 un Plan Nacional de Combate al Yihadismo. La primera medida fue la creación de la plataforma Stop Radicalismos, que incluye una aplicación móvil y un teléfono a través de los cuales la ciudadanía puede denunciar posibles casos de radicalización.
García-Calvo valora la iniciativa como “una buena herramienta de detección temprana”, pero defiende que la medida debería ir acompañada de campañas de sensibilización. “Faltan programas inclusivos, transparencia e información. Es muy importante, por ejemplo, trabajar directamente con la comunidad musulmana, para que no se entienda como un señalamiento contra ellos”, afirma la investigadora.
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