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Los resultados del 26-J con distintos modelos

Sustituir el método D’Hondt por el Sainte-Laguë modificado, que se usa en Alemania, Noruega o Suecia

Kiko Llaneras

La traducción de los votos en representantes electos no es tan simple como parece. Los cálculos realizados permiten ver cómo habría quedado el Congreso tras las elecciones del 26 de junio con cuatro procedimientos distintos.

El sistema actual es que cada provincia tiene asignado un número de diputados hasta sumar 350. En cada provincia los escaños se reparten según el método D’Hondt.

Los resultados cambian (ver gráficos) si se introducen modificaciones para ganar proporcionalidad sin cambiar la Constitución. La simulación está hecha sobre la base de aumentar el número total de diputados a 400 y de mantener la provincia como distrito electoral, reduciendo a uno el mínimo de escaños asignado a cada provincia. Además se sustituye el método D’Hondt por el Sainte-Laguë modificado, que se usa en Alemania, Noruega o Suecia.

Otra alternativa es utilizar la comunidad autónoma como circunscripción electoral. Los escaños de cada comunidad son la suma de los que tienen ahora sus provincias.

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Por último, se han simulado los resultados del 26-J para el supuesto de considerar a España como distrito electoral único. Es decir, se traducen en escaños los votos obtenidos por los partidos en el conjunto de España. No figura entre las propuestas de las fuerzas políticas pero es una referencia por su gran proporcionalidad. Al contrario que en el resto de casos, en este no se ha contado con que los partidos superen el 3% de votos para entrar en el reparto de escaños.

Todas las alternativas mejoran la proporción entre sufragios y escaños. El caso extremo es el de España como distrito único. Un reparto por comunidad autónoma habría reducido la desproporción entre votos y escaños de 7,7 puntos porcentuales (sistema actual) a 3,5. Pero la proporcionalidad puede mejorarse incluso conservando la provincia como circunscripción: aumentar el número de diputados, reducir a uno el mínimo provincial de escaños y, sobre todo, utilizar el método de Sainte-Laguë reduce la desproporción de 7,7 puntos a 4,15.

Estas simulaciones son un ejercicio de aproximación. Los electores quizá habrían votado de forma diferente si el sistema electoral fuese distinto. Las elecciones de diciembre y junio fueron de hecho más proporcionales de lo habitual hasta entonces.

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Sobre la firma

Kiko Llaneras
Es periodista de datos en EL PAÍS y doctor en ingeniería. Antes de llegar al periódico en 2016 era profesor en la Universitat de Girona y en la Politécnica de Valencia. Escribe una newsletter semanal, con explicaciones y gráficos del día a día, y acaba de publicar el libro ‘Piensa claro: Ocho reglas para descifrar el mundo’.

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