Pedro Sánchez: “Iglesias no quiere gobernar, sino someter al PSOE”

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La tensión del PSOE con Podemos se mantiene constante y sin concesiones. Así se aprecia en todos los actos y actitudes de los socialistas en todos los rincones de España por más que desde la formación de Pablo Iglesias se tienda la mano para un posible pacto de Gobierno después de las elecciones del 26 de junio. El candidato socialista a la presidencia, Pedro Sánchez, atribuye al líder de Podemos intenciones nada beneficiosas para el PSOE. "El señor Iglesias tiende la mano hasta las elecciones. Luego volverá a pedir el derecho de autodeterminación en Cataluña, País Vasco y Galicia, y a acusarnos de tener las manos manchadas de cal viva". Este es el juicio que formula de antemano Sánchez, en declaraciones a Los Desayunos de TVE, donde ha vuelto a mostrar una distancia a abismal con Podemos. "El señor Iglesias y yo nos diferenciamos en que yo aspiro a gobernar y él a liderar la oposición".

Los mensajes de Sánchez se dirigen a los votantes de Podemos. No tanto a los que no dudan en apoyar a esa fuerza política, sino a los que les votaron en las últimas elecciones de diciembre y ahora tienen dudas. "El señor Iglesias quiere sacar más votos que el PSOE para someterlo; quiere un PSOE sometido", señaló Sánchez, parafraseando al presidente socialista asturiano, Javier Fernández, con quien compartió mitin electoral el día anterior en Oviedo. No hay aparentemente posibilidad de acuerdo con Podemos, según el relato del dirigente socialista. Por un lado, solo aspira al sorpasso para tenerlo en una situación de dependencia —"genuflexo y humillado", dijo el día anterior el presidente de Asturias— o que los diputados socialistas se abstengan en una eventual investidura de Mariano Rajoy para que gobierne el PP. ¿Consecuencia? "Podemos ocuparía toda la oposición", concluye Sánchez.

Consulta a los militantes

Convencer a los ciudadanos de que "solo el PSOE" puede garantizar el cambio en España con unas políticas socialdemócratas es la tarea de Sánchez y de su partido hasta el 26 de junio, para lo que, como ha hecho este miércoles, introduce todo un corolario de las principales reformas y medidas que llevaría a cabo de inmediato. Y, junto a ellas, el reproche de que muchas de ellas ya estarían en marcha para beneficio de millones de españoles si "Pablo Iglesias no lo hubiera impedido" con el voto en contra en sus investiduras fallidas del 2 y el 4 de marzo. Ya se podría haber empezado a negociar con Bruselas una ampliación de tiempo para cumplir con los objetivos de déficit y entrar en contacto con los primeros ministros socialdemócratas de Francia, Italia y Portugal, "no con el de Grecia, que no es socialdemócrata", recordó Sánchez para de nuevo diferenciarse de Iglesias por su cercanía ideológica a Syriza, el partido gobernante en el país heleno.

No se vislumbra, por tanto, cómo podría producirse un acuerdo tras las elecciones, aunque Sánchez mantiene su compromiso de consultar a los militantes. Un matiz ha introducido sobre esa consulta: "Yo lo que someto a consulta de los militantes son contenidos porque la cuestión no es de nombres, sino de políticas". En el referéndum a los militantes socialistas no se preguntó por pactos con partidos concretos, sino si aceptaban "las negociaciones con distintas fuerzas políticas" para llevar a cabo un Gobierno del cambio.