Rajoy admite su preocupación por el futuro de las pensiones

Lo único que une al PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos es su coincidencia en el diagnóstico: todos reconocen que hay que tomar medidas para garantizar el futuro de las pensiones. Las soluciones, sin embargo, les separan drásticamente. El partido de Mariano Rajoy y el de Albert Rivera critican por igual cualquier subida de impuestos, estarían dispuestos a debatir soluciones en el seno del Pacto de Toledo, y creen que la única forma de asegurar el pago de estas prestaciones es reducir el paro y crear empleo, aunque no ofrecen medidas concretas. Las formaciones de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias, por su parte, están de acuerdo en los términos básicos del proyecto socialista de crear una tasa específica para sufragar las pensiones.

Rajoy calificó ayer de “auténtico disparate” esa idea. El presidente en funciones recordó que durante el último Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2008 y 2011, se perdieron 3,4 millones de empleos en España “y eso repercute en todo”. Y defendió justo lo opuesto a la tesis avanzada ayer en EL PAÍS por Jordi Sevilla, responsable económico del PSOE. El PP, dijo, apuesta por “mejorar las pensiones y los servicios públicos”, pero bajando los impuestos cuando lo permita la recaudación, y manteniendo el cumplimiento de los objetivos de déficit que marca la UE.

El líder popular acepta que pueda existir una preocupación sobre cómo financiar las pensiones en el futuro para España, pero no cree ni en las tasas ni en las subidas de impuestos para sufragarlas. Sostiene que la mejor manera de preservar el sistema público de pensiones es “crear puestos de trabajo” y aumentar así el número de cotizaciones a la Seguridad Social.

Millones de empleos

Por eso Rajoy aprovechó su intervención en la clausura del foro Populares frente a extremistas para subrayar de nuevo que su prioridad es crear dos millones de empleos nuevos hasta 2020. Y destacó, en línea con todas las intervenciones de esa convención por parte de los portavoces parlamentarios del PP en autonomías donde gobiernan PSOE y Podemos, que lo que no se puede es subir tanto y de manera tan arbitraria los impuestos, hasta el punto de que Navarra tenga ahora, por ejemplo, el tributo sobre sociedades más alto de España.

Ciudadanos, que firmó un acuerdo de Gobierno con el PSOE tras las elecciones del 20-D, se expresó en la misma línea crítica. El pacto que unió a ambas formaciones se basaba en el principio de no subir los impuestos, y especificaba, en el caso de las pensiones, que buscaba “impulsar en el seno del Pacto de Toledo un acuerdo sobre la articulación del modelo de financiación del sistema con ingresos procedentes del sistema tributario”.

“El PSOE recupera la propuesta de subir impuestos para financiar las pensiones que ya lanzó en la pasada campaña. Como entonces, falta concreción en la propuesta”, criticó Toni Roldán, portavoz de Ciudadanos para Economía, exdiputado y miembro de su equipo negociador. “Hablan de aplicar recargos en impuestos ya existentes, pero sin especificar en cuáles ni cuánto. Se trataría de una subida de impuestos encubierta”, advirtió. “No es de recibo seguir asfixiando con impuestos a la clase media y trabajadora”.

En Ciudadanos se reconoce la preocupación por “la sostenibilidad de las pensiones”. Tildan de “parche” la propuesta del PSOE. Acusan al Gobierno de Rajoy de haber dejado “en una situación muy preocupante” el sistema, “con un agujero de 17.000 millones en la Seguridad Social y con 30.000 millones menos en el fondo de reserva, la mitad que al principio de la legislatura”. Y proponen como solución el contrato único con indemnizaciones crecientes por despido según la antigüedad; premiar a las empresas que despidan menos; y mejorar el sistema educativo y de formación para favorecer el empleo.

Aunque las medidas no son iguales, el concepto sí que es parecido al del PP: mejorar el empleo para que suban las cotizaciones.