Los barones del PSOE piden a Susana Díaz que dé un paso al frente
Rubalcaba dice que solo organizará un congreso abierto si hay unanimidad
Que dé el paso. Esto es lo que la inmensa mayoría de los barones territoriales del PSOE le pidieron ayer a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. Le animan a que se postule para la secretaría general del PSOE en el congreso extraordinario del próximo mes de julio. A modo de goteo se produjeron los pronunciamientos a partir de las cinco y media de la tarde y hoy continuarán. Tan solo se quedan fuera el secretario general de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, y el líder de los socialistas asturianos y presidente del gobierno del Principado, Javier Fernández; único gobernante socialista junto a Susana Díaz.
Ambos quieren conocer primero qué candidatos hay y, después, preguntar a su propia organización. La concernida aún no se ha manifestado, pero no le ha sorprendido en absoluto ya que estas opiniones en público las ha escuchado en privado desde la dimisión de Rubalcaba.
Ayer fue el día elegido para dar la cara por Susana Díaz; una jornada después de que el diputado vasco y secretario general del Grupo Socialista, Eduardo Madina, anunciara que solo aspiraría a competir en un congreso por la secretaría general del PSOE si en este podían votar todos los militantes. Una vez que es irreversible que lo primero será un congreso para elegir a una nueva dirección del partido, y las primarias para la candidatura a la presidencia del Gobierno quedan para después, Madina, al menos, quiere la máxima representación de la organización para elegir al líder.
Pero los líderes territoriales estaban en otro asunto, que les parece prioritario. El fuego lo abrió el secretario general de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al señalar que Susana Díaz es “una garantía de futuro para España al frente del PSOE”. Casi al mismo tiempo, se pronunció Patxi López, secretario general de los socialistas vascos. “Si ella quiere, tiene todo su respaldo”.
Después, el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig: “Susana Díaz representa el cambio que necesita el partido y puede dar la estabilidad que requiere en este momento”. “Es la secretaria general que necesita España”, añadió Puig. Esta alusión no solo al liderazgo interno sino con el objetivo puesto en el Gobierno de España ha sido una constante en los pronunciamientos de los barones a favor de Díaz. Con ella se dan los requisitos que ahora requiere el partido para representarlo y dirigirlo. “Fortaleza y unidad”, declaró César Luena, secretario general de La Rioja.
En el “momento crítico” que vive el PSOE se necesita “un liderazgo fuerte con un amplio apoyo dentro y fuerte del partido, un liderazgo capaz de generar y transmitir ilusión, asentado sobre sólidas convicciones socialistas y un fuerte sentido de Estado, un liderazgo fiable, basado en una trayectoria personal y política que así lo acrediten". Esta fue la opinión del secretario general de Aragón, Javier Lambán, para sostener su propuesta de que Díaz “se manifieste disponible”. Y tras Aragón, el secretario general de Canarias, José Miguel Pérez, que ve en la presidenta andaluza la mejor opción. Y casi a la vez salió a la palestra Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños:
“Es la persona que mejor puede comenzar un tiempo nuevo para el PSOE y para España”. Eva Díaz Tezanos, secretaria general de Cantabria; Roberto Jiménez, al frente de los socialistas navarros, fueron otros de los que pidieron a Díaz que aspire al puesto. En las próximas horas saldrán con la misma petición las direcciones de Galicia, Murcia y Ceuta.
Esta reacción en cadena se ha producido con pleno convencimiento de sus protagonistas, según han señalado varios de ellos a EL PAÍS. ¿Una respuesta a Eduardo Madina que puso como condición para presentarse que fuera un congreso abierto? A esta pregunta la mayoría de los consultados responde que sí, en parte, pero también por la confusión creada en torno a cómo se desarrollará el congreso.
La mayoría echa en falta “un documento” con la propuesta de la dirección que encabeza Alfredo Pérez Rubalcaba sobre cómo articular un congreso abierto, cuando los estatutos no lo permiten. En esta tarea está el equipo de Rubalcaba y adelantan que no es fácil. El secretario general del PSOE habló ayer en el Congreso por primera vez desde que anunciara el pasado lunes su abandono. Su intervención fue relevante por las advertencias y precisiones que realizó.
En primer lugar aseguró que no mostraría preferencias por ningún candidato que pudiera presentarse al congreso. El entusiasmo por un congreso abierto que pareció abrirse el día anterior tiene sus complicaciones. “Solo será posible si tiene la unanimidad de los secretarios generales y es posible técnica y jurídicamente”. Los barones esperan la propuesta. Ayer el interés estaba más en empujar a Díaz que a conseguir un congreso abierto.
Que sea posible que Susana Díaz atienda estos requerimientos y requiebros está aún por ver, aunque ya nadie lo descarta. La presionaron ayer pero en privado han sido legión quienes la han animado, entre ellos los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, así como otros ex presidentes autonómicos.
El encadenamiento de pronunciamiento a favor de Díaz fue muy similar a cuando aspiró a las primarias andaluzas y luego a la secretaría general. Pese a este alud de respaldos, Díaz aún no se ha pronunciado. La presidenta de la Junta, como afirmó a su grupo parlamentario, quiere un congreso como el que protagonizó ella cuando accedió a la secretaría del PSOE andaluz, es decir, de unanimidad y consenso absoluto y "por el bien" de España.
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