Rajoy no desmentirá los sobresueldos hasta el fin de la investigación interna
El presidente está “tranquilo” con Cataluña y no reaccionará si no hay efectos jurídicos El Consejo de Ministros pedirá hoy un informe a la abogacía del Estado sobre qué debe hacer
Más de una semana después de que estallara el escándalo del caso Bárcenas, el presidente del Gobierno ha hablado por primera vez con la prensa del asunto. Lo ha hecho en una conversación informal en el avión del Ejército español que le trasladaba a Santiago de Chile desde Lima. El presidente, esquivo en todo momento sobre un asunto extremadamente delicado para su partido y para él –lleva 24 años en la cúpula y fue él quien nombró tesorero a Luis Bárcenas en 2008- no quiso desmentir abiertamente que nadie del PP, ni siquiera él, haya cobrado sobresueldos opacos. No es que deje el asunto abierto, ni admita siquiera implícitamente la posibilidad de que existieran esos sobresueldos. No lo hizo. Es que se niega a desmentir nada, a entrar siquiera al asunto de los sobresueldos opacos, por el que fue preguntado expresamente en tres ocasiones. En ninguna contestó con claridad. Incluso llegó a decir que, por no entrar, ni siquiera iba a entrar a desmentidos.
El presidente asegura que él no va a entrar en esta cuestión y que es la nueva tesorera, Carmen Navarro, la que tiene las manos absolutamente libres para hacer una investigación a fondo preguntando a todo el mundo sobre las cuentas del PP. Hasta que ella no se pronuncie, el presidente no tiene intenciones de entrar al asunto, ni siquiera, como han hecho otros dirigentes o la propia vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, para desmentir que él haya cobrado sobresueldos o haya tenido conocimiento de que algún dirigente los cobraba. El presidente confía en que esa investigación acabe rápido y así poder zanjar un asunto que claramente le incomoda mucho y que ha provocado una enorme conmoción en el PP, donde muchos le exigen más contundencia, decisión y rapidez para afrontar el problema.
Rajoy no quiere entrar, y en cualquier caso se escuda en que él nunca se ha ocupado de estos asuntos de las finanzas del partido y por tanto no sabe qué se cocía ahí. Rajoy se muestra en todo momento ajeno a estos asuntos. En cualquier caso, el presidente pide responsabilidad a la prensa para tratar un asunto delicado y asegura que en España las críticas generalizadas a los políticos están siendo muy injustas, puesto que se está mezclando a los que se corrompen con los que no lo hacen, que son según él la enorme mayoría.
El presidente asegura que ha hablado con la tesorera y le ha dado “manos libres” para que haga la investigación y el informe que estime oportuno. A partir de ahí se tomarán decisiones. A Rajoy en cualquier caso no parece gustarle la idea de que sean los inspectores de Hacienda, que se han ofrecido gratuitamente, quienes hagan un análisis de las cuentas del PP. En cualquier caso Rajoy asegura que está dispuesto a llegar “hasta el final” en este asunto y no disimula su preocupación por la imagen ofrecida por el PP.
En la misma conversación informal con los periodistas que le acompañan en el viaje, el presidente también analizó la situación política creada tras la declaración soberanista catalana. En su opinión –Rajoy es jurista y viene de un mundo de juristas- el valor jurídico de esta declaración es “cero” pero el Consejo de Ministros pedirá hoy un informe a la abogacía del Estado para que le diga qué debe hacer. Sobre todo le interesa al Ejecutivo qué consecuencias jurídicas puede tener la decisión, prácticamente ya tomada, de no acudir al Tribunal Constitucional. Al Gobierno le preocupa que eso pudiera ser utilizado en su contra en un posible futuro recurso cuando Artur Mas sí tome una decisión jurídicamente relevante, como convocar un referéndum.
En cualquier caso Rajoy dejó claro que su intención no es calentar el ambiente con este asunto, y que hará cumplir la ley pero sin aspavientos, sin declaraciones altisonantes y sin reacciones duras. De hecho ya se está preparando, aunque aún no hay fecha, la reunión con Mas en La Moncloa, después de que se vea con el Rey. A Rajoy le interesa especialmente la imagen dialogante y la idea de que él no va a ser el responsable de una ruptura porque no va a dar motivos para ningún enfrentamiento.
El presidente dice que él está “muy tranquilo” con la situación en Cataluña porque “sabe lo que tiene que hacer”, esto es mantener la calma y hacer cumplir la ley cuando sea necesario. El presidente insiste, como ha dicho otras veces, en que también le ofrece tranquilidad la posición en este asunto del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya que ve que está muy claramente en contra del referéndum soberanista. El hecho de que los dos grandes partidos estén en una posición similar de rechazo al proceso hace que sea más sencillo políticamente enfrentarse a él.
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