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España cobra por primera vez por emitir deuda a corto plazo

El Tesoro coloca 725 millones en letras a seis meses a un tipo medio del -0,002%

Alejandro Bolaños
Fajos de billetes de euros.
Fajos de billetes de euros.EFE

España se ha unido a la docena de países europeos en una situación insólita. Los inversores han demostrado este martes que están dispuestos a pagar por prestar dinero al Tesoro español, algo que ya llevan tiempo haciendo cuando acuden a subastas de deuda pública de países centrales de la zona euro como Alemania o Francia, o tradicionales refugios financieros, como Suiza. Pero que los mercados estén dispuestos a tratar así a países que tenían contra las cuerdas hace un par de años, es el indicio más claro del impacto de la intervención multimillonaria del Banco Central Europeo (BCE) en el mercado de bonos.

Los tipos negativos empezaron a aflorar en emisiones de deuda a corto plazo de Alemania o Francia en 2012, en paralelo al desplome de los títulos de los países periféricos europeos, como Grecia, Irlanda, Portugal o España. Pero en los últimos meses, los sucesivos anuncios del BCE sobre la posibilidad de lanzar un plan de compra masiva de títulos públicos en el mercado secundario —el conocido como plan Draghi se puso finalmente en marcha en marzo— extendió la reducción de los tipos de interés a todos los países de la zona euro (con la excepción de Grecia) y a todos los plazos.

En definitiva, España coloca ya deuda a seis meses a tipos negativos —Irlanda también lo hizo en marzo, Italia y Portugal aún no—, mientras los inversores pagan por prestar dinero a Alemania incluso a siete años, o a diez años en el caso de Suiza. Hasta mediados de marzo, según estimaciones del Banco de Pagos Internacionales (BPI), ya había 2,2 billones de euros de deuda pública europea en tipos negativos.

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En la subasta, el Tesoro español colocó 725 millones de euros a seis meses, con un tipo medio del -0,002% y un marginal del 0%. El tipo marginal marca el precio al que se cierra la subasta, y todas las colocaciones se adjudican entre el tipo medio y el marginal, con lo que la mayoría de los inversores que pujaron aceptaron pagar por prestar dinero. Fuentes del Ministerio de Economía recordaron que, “para proteger a los pequeños inversores”, sus peticiones de letras “se declaran automáticamente como no presentadas si el tipo medio es negativo”. Además, el Tesoro colocó 3.921 millones en letras a 12 meses, a un tipo medio del 0,006%.

Las cuentas públicas son las principales beneficiadas: aun teniendo que gastarse más que nunca en los intereses por el enorme volumen de deuda pública española en circulación (más de un billón de euros), el Gobierno central rebajó la factura que había previsto por pago de intereses en 2014 en 5.000 millones gracias al descenso de los tipos. El año pasado, la deuda emitida por el Tesoro se colocó al menor tipo medio (1,5%) de la era euro. Y en lo que va de 2015, el tipo medio ha bajado al 1%, lo que anticipa un nuevo ahorro presupuestario.

Minoristas protegidos

Tras la primera subasta en la que ha habido inversores que aceptar recibir menos de lo que prestan al Estado, el Ministerio de Economía ha recordado que el Tesoro "introdujo en agosto del año pasado  modificaciones normativas para proteger al pequeño inversor frente a la posibilidad de que los valores a más corto plazo llegaran a tipos de interés por debajo de cero en subasta".

En una nota, Economía explicó que "las peticiones de letras del Tesoro que se realicen en modalidad de suscripción no competitiva [el comprador dice la cantidad que quiere adquirir pero no la rentabilidad mínima que espera] se declaran automáticamente como no presentadas si el tipo medio es negativo", como es el caso ahora.

“Es un buenísimo día para todos los españoles”, afirmó la secretaria general del Tesoro Público, Rosa María Sánchez-Yebra, en declaraciones a la cadena Cope. “La rebaja en los costes de financiación se está transmitiendo también a las entidades de crédito, y empieza a haber competencia entre bancos para captar la demanda solvente de crédito”, señaló José Manuel Amor, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), para glosar los posibles beneficios para las economías de empresas y familias. Además, las emisiones de deuda de las grandes compañías se colocan también a tipos cada vez más bajos.

Amor matizó que, aunque los inversores que acudieron a la subasta pagan por prestar al Tesoro, no tienen porqué perder dinero. “Los grandes inversores logran financiación a tipos negativos algo mayores, con lo que logran un margen”, indico el analista de AFI. Hay también mucho de apuesta a que el valor de los títulos se apreciará aún más en los próximos meses (el interés varía en sentido opuesto al de los títulos) y podrán venderse en el mercado con ganancia.

No es una apuesta descabellada: el plan por el que la institución que preside Mario Draghi pretende adquirir 1,14 billones en títulos públicos y privados de países de la zona euro en menos de dos años apenas acaba de empezar. El supervisor del euro informó de que, en su primer mes de funcionamiento, se habían adquirido 47.356 millones en bonos públicos (hasta el 3 de abril fueron 52.500), que junto a la compra de títulos privados (cédulas hipotecarias y deuda empresarial titulizada) había permitido alcanzar el objetivo mensual de 60.000 millones en marzo.

De esos 47.356 millones invertidos, 5.444 millones corresponden a bonos públicos españoles, solo detrás de Alemania (11.063 millones), Francia (8.752 millones) e Italia (7.604 millones), un orden marcado por las aportaciones de capital del BCE. La deuda pública española comprada (la operación la realiza el Banco de España) hasta ahora es la que promedia un mayor tiempo de vencimiento, casi 12 años.

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