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Primer ‘lobby’ de trabajadoras sexuales de España

La CUP cede sus propuestas políticas relacionadas con la prostitución a la nueva asamblea

Alfonso L. Congostrina
Presentación del primero 'lobby' de trabajadoras sexuales.
Presentación del primero 'lobby' de trabajadoras sexuales.Juan Barbosa

El primer lobby de España creado para reivindicar los derechos “laborales y vitales” de las prostitutas nació ayer en Barcelona. Diversas asociaciones de trabajadoras sexuales han gestado la Asamblea de Activistas Pro-Derechos sobre el Trabajo Sexual de Cataluña y anunciaron ayer que la CUP, formación política de la izquierda independentista catalana, les ha cedido la confección de las propuestas políticas de su formación relacionadas con la prostitución. La candidatura que se presenta a las próximas elecciones municipales bajo el nombre de Barcelona en Comú, conformada por una agrupación de partidos y encabezada por la activista Ada Colau, también se mostró dispuesta a trabajar mano a mano con las propuestas de las trabajadoras sexuales. 

El lobby que por primera vez consigue agrupar a cinco asociaciones de prostitutas y a colectivos tan dispersos como el sindicato CGT, la Asociación Genera (de defensa de los derechos de las mujeres), la Xarxa Feminista, el Lloc de la Dona o la asociación italiana Movimento Femminista Proletario Rivoluzionario, además de los dos partidos políticos antes mencionados, tiene claras sus aspiraciones. Su portavoz, Montse Neira —prostituta, politóloga, activista y escritora— emitió ayer un primer mensaje a modo de advertencia: “Somos el colectivo de mujeres más estigmatizado y criminalizado; a partir de ahora nadie hablará por nosotras”.

Multas por ejercer en la calle

A. L: C.

La síndica de Barcelona —defensora del pueblo del consistorio de la capital catalana—, Assumpta Vilà, propuso ayer crear una mesa de trabajo para abordar la prostitución en el barrio del Raval.

La defensora considera que la ordenanza aprobada en 2012 para impedir la prostitución en la calle sancionando a las prostitutas y a los clientes no ha funcionado. Vilà propone crear una mesa de trabajo para cambiar de estrategia.

Varias prostitutas miembros de la Asamblea de Activistas Pro-Derechos sobre el Trabajo Sexual de Cataluña criticaron que el consejo de Vilà llega tarde y después de sufrir las políticas “exclusivas de las instituciones”.

Por otro lado, la letrada Laia Serra acusó durante la presentación del lobby al Estado español de no "garantizar a las prostitutas derechos como la integridad, dignidad, seguridad en el trabajo, la erradicación de la explotación…". Serra denunció que ha llegado el momento de apelar a los comités internacionales por el incumplimiento de derechos que deben garantizarse a las prostitutas.

Las trabajadoras sexuales también criticaron ayer las políticas abolicionistas de muchos colectivos feministas y de izquierdas. Una de las mujeres que prestan sus servicios en la calle Robadors del Raval lanzó un mensaje para estos colectivos: “A esas señoras que nos ofrecen cursos de reeducación en el digno sector de la limpieza para que que abandonemos nuestro empleo yo les propongo que me den su puesto de trabajo y yo, con mucho gusto, le cedo el mío”.

Uno de los colectivos del lobby es la Asociación de Profesionales del Sexo (Aprosex). Su presidenta, Paula Vip, denunció ayer que la violencia que reciben las prostitutas “no proviene de los clientes, sino de las instituciones que sólo gobiernan para aquellos con los que comulgan moralmente”. Vip lanzó un mensaje a las Administraciones: “A partir de ahora, las putas estamos organizadas, convencidas, luchadoras y en pie de guerra”. La presidenta de Aprosex desmintió lo que considera excusas de los partidos políticos para afrontar la prostitución: “Todas las mujeres que ejercemos sexo de pago lo hacemos libre y voluntariamente porque, si no, no es prostitución, es esclavitud”. Vip acabó su intervención defendiendo al colectivo de trabajadoras del sexo que capta a sus clientes en plena calle, sobre todo en el céntrico barrio barcelonés del Raval.

Precisamente en la calle Robadors de esa vecindad ejercen la prostitución muchas de las mujeres que trabajan a pie de calle en la capital catalana. El pasado diciembre el Ayuntamiento compró uno de los edificios, el del número 25, donde vivían o ejercían en régimen de alquiler una treintena de prostitutas. El pasado 19 de marzo el consistorio tapió el edificio.

Paula Ezquerra, del colectivo Putas indignadas, criminalizó ayer al Ayuntamiento barcelonés culpándole de exterminar el lugar que les proporciona la única fuente de ingresos de la que disponen para sobrevivir: “El alcalde Xavier Trias y las concejalas convergentes Mercé Homs y Francina Vila son la cara visible de la exclusión que se está viviendo en el barrio barcelonés de El Raval”.

Las miembros del primer lobby de trabajadoras del sexo reconocieron ayer que todavía se encuentran en una fase embrionaria, pero que uno de sus objetivos es reconocer el “trabajo sexual como lo que es, un empleo al que debe asociarse unos derechos”. Una de sus reivindicaciones inmediatas es la derogación de las ordenanzas municipales que multan a clientes y prostitutas.

Paula Vip advirtió en la conclusión del acto: “Las putas no estamos en una cloaca, tenemos nuestra vida, somos libres, tenemos derechos y estamos dispuestas a luchar”.

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