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Atacado el autobús de Hazte oír en Nueva York

La luna delantera resultó rota y sobre la carrocería se escribieron lemas a favor de la libertad para los transexuales

Ignacio Arsuaga, presidente de CitizenGO, muestra los daños
Ignacio Arsuaga, presidente de CitizenGO, muestra los dañosBRENDAN MCDERMID (REUTERS)

“Esta es la manera en la que otros defienden la tolerancia”, comentaba frente a las Naciones Unidas, Brian Brown, presidente de la National Organization for Marriage mientras un pequeño grupo de unas seis manifestantes trataba de interrumpir su discurso, durante la presentación del que han bautizado como el autobús de la libertad. Es un autocar con una estética similar al que desató la controversia en España por su mensaje tránsfobo. “Estamos defendiendo los valores de la familia. Es global”.

Viviane era una de las manifestantes. Esta transexual de origen latino se movilizó desde Queens cuando se enteró que llegaba el autobús a Nueva York. “No me puedo creer que se hagan estas cosas, en esta ciudad”, comenta. Explica que este mensaje inflamatorio tiene consecuencias en su comunidad. "Mi exitir es resistir", se podía leer en el cartel que levantaba junto a sus compañeras. Recuerda que muchos transexuales se suicidan porque no aguantan la presión

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Penes y vulvas

Unos minutos después, tras abandonar la plaza, el vehículo fue vandalizado con una pintada en uno de los laterales en la que se podía leer “Trans Rights Now”, derechos de los transexuales ahora, “Trans Liberation”. La luna delantera del autocar también sufrió daños. “Este es otro ejemplo de la izquierda tratando de intimidarnos y de callar otros puntos de vista”, comenta Joseph Grabowski, uno de los responsables de esta organización conservadora que forma parte del gira.

El autobús de la plataforma Hazte Oír empezó a rodar por las calles de Manhattan el pasado miércoles y estará en Nueva York dispersando su mensaje todo el viernes, antes de partir hacia New Haven, donde se encuentra la Universidad de Yale, Boston, Filadelfia y terminar Washington. El español Ignacio Arsuaga explicó que la idea de traer el autobús a Estados Unidos se las dio Chelsea Clinton, por la crítica que la hija del expresidente demócrata hizo a su iniciativa.

“Este debate sobre los valores tradicionales es necesario”, comentó en el evento de presentación, “buscamos establecer una conversación abierta y un diálogo”. “Este es el país de la libertad de expresión”, insistió durante el acto, por eso rechaza este tipo violencia. El asalto al autobús se produjo la tarde del jueves, en las proximidades de la ONU. El autobús también circuló por Times Square, el Rockefeller Center y bajó hasta el Stonewall Inn, el bar que lanzó el movimiento gay. "Lo vamos a reparar y seguiremos", afirman.

Brown consideran el ataque como un “crimen de odio” y considera irónico que los oponentes digan denuncien que su mensaje incite a la violencia contra la comunidad transexual. “Bien, aquí está el primer acto de violencia. Nadie está atacando a una personal transexual. Somos nosotros los que estamos siendo atacados”, añade Grabowski. En la chapa se ve una raya hecha con un objeto punzante sobre la escrita “No puedes cambiar el sexto. Respeto para todos”.

El mensaje del autobús es muy similar al del vehículo que circula en España. “Es biología”, pone en los laterales del vehículo, “los niños son niños y siempre losserán. Las niñas son niñas y siempre lo serán”. Evita citar, sin embargo, las palabras “pene” y “vulva”. Arsuaga explicó que el texto se adaptó a EE UU. “Es más apropiado no ponerlo”, admite el directivo de la organización CitizenGO. El contenido del mensaje, explicó, se pactó previamente con las otras organizaciones que patrocinan la campaña.

La National Organization for Marriage es un lobby ultraconservador en Washington, conocido por sus campañas contra la comunidad homosexual. Para la organización trabajó Kellyanne Conway, una figura clara en la administración de Donald Trump. Arsuaga explicó que se acción se financia con pequeñas donaciones de particulares que defiende su causa por la libertad religiosa y por eso esperan que el presidente les apoye. “Los promotores de la ideología de género no permiten que se escuchen opiniones diferentes a las suyas”, concluye Brown.

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