Rescatada una niña de un año que pasó tres días entre escombros

Los equipos de rescate han logrado salvar con vida a una niña de un año de edad que llevaba al menos tres días sepultada entre los escombros de un edificio que se había derrumbado en Nairobi tras días de fuertes lluvias. Al menos 21 personas han fallecido en el derrumbe del bloque, situado en el barrio de Huruma, uno de los más pobres de la capital keniana.

"El bebé permaneció sepultado durante cerca de 80 horas. La pequeña estaba en un cubo, envuelta en una manta. Estaba deshidratada, pero no tenía lesiones físicas visibles ", aseguran fuentes de la Cruz Roja de Kenia. La menor ha sido trasladada al hospital, donde se recupera. Todavía no se sabe si sus padres sobrevivieron al desplome.

La construcción colapsó este viernes por la noche. El lunes, los equipos de rescate creían que había pocas probabilidades de encontrar más supervivientes. Alrededor de 136 personas lograron salvarse. Docenas de personas siguen desaparecidas. Los propietarios del edificio están detenidos. El colapso de esta construcción ha sido el último de los desastres en una ciudad africana con un crecimiento urbanístico acelerado.

Al igual que muchas otras ciudades de África, la población de Nairobi ha subido de forma espectacular en los últimos años. La capital de Kenia tenía casi 3,5 millones de personas en el año 2011, aproximadamente un tercio más que diez años antes, según datos de Naciones Unidas.

Los gobiernos han tenido dificultades para proporcionar la infraestructura básica y que se cumplan los procesos burocráticos para garantizar las normas de planificación. Muchos kenianos que llegan a la ciudad en busca de trabajo terminan en uno de los varios barrios pobres, como Kibera, en el que conviven de forma improvisada casas de madera y de chatarra. Otros viven en un poco mejor, pero también en barrios pobres, como Huruma, donde los edificios de hormigón crecen exponencialmente en medio de carreteras llenas de baches. Las fuertes lluvias han causado otros colapsos en Nairobi, pero sin tantas víctimas mortales.

El Ministerio del Interior declaró que el edificio que se cayó tenía una orden de demolición porque había sido levantado cerca de un río, pero que no se había ejecutado por las autoridades locales. Tras visitar el lugar este sábado, el presidente de Kenia Uhuru Kenyatta ordenó que fueran demolidos otros edificios para que no haya más catástrofes. En 2014, una iglesia en Lagos, una de las ciudades más grandes de África, se desplomó y causó la muerte a 115 personas.