La Fiscalía de Panamá registra la sede de Mossack Fonseca
Las autoridades de combate al lavado de dinero dirigieron el operativo; la firma forense asegura ser afectada por las filtraciones
La saga de los Papeles de Panamá regresó a su fuente original. En un operativo que encomendó a sus unidades de combate al crimen organizado y al lavado de dinero, la Fiscalía contra la delincuencia organizada y la Unidad en delitos de blanqueo registraron este martes las oficinas centrales del Grupo Mossack Fonseca, firma mundial con sede en la capital panameña que está identificada como uno de los cinco más grandes despachos de abogados para el registro internacional de sociedades offshore en paraísos fiscales.
Las autoridades panameñas ejecutaron una minuciosa inspección ocular y registraron los distintos despachos de esa empresa internacional de servicios jurídicos, contables, fiduciarios y de las más variadas actividades mercantiles, de sociedades anónimas y otros rubros afines.
La Procuraduría General de la Nación, que cumple funciones de Fiscalía o Ministerio Público en Panamá, informó en un recuento de hechos que el allanamiento tuvo una meta: “Obtener documentación que guarde relación con las informaciones publicadas en los artículos noticiosos que establece la posible utilización de la firma forense en actividades ilícitas”.
De manera paralela y simultánea, precisó el informe, las unidades incursionaron en “el Data Center Internacional de la empresa telefónica que brinda soporte informático” a Mossack Fonseca. La misión se realizó “en debida forma y sin ningún tipo de percance o impedimento”, puntualizó.
Unidades de la Policía de Panamá y otros oficiales rodearon el edificio en el que funciona la compañía. En los trabajos hubo participación de autoridades del Departamento de Informática Forense del Instituto de Medicina Legal y de Análisis Financiero de la Dirección de Investigación Judicial. Una primera inspección fue realizada el lunes por la Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Propiedad Intelectual y la Seguridad Informática.
Los empleados de la empresa debieron retirarse de sus puestos mientras la operación se desarrollaba. En un comunicado de prensa, Mossack Fonseca aseguró que tiene disposición de colaborar con la Procuraduría. “En este caso, el único crimen cometido ha sido cometido en contra de nosotros. Nuestro sistema fue infringido ilegalmente por personal externo a la empresa”, alegó.
Una extracción masiva de documentos del Grupo—Papeles de Panamá—como fuente primaria de gran cantidad de gestiones que ejecutó desde su fundación en 1977, permitió abrir una investigación periodística mundial sobre las múltiples y viejas operaciones financieras de numerosos empresarios, políticos, artistas, deportistas y personajes de la más diversa índole para perderle el rastro a sus actividades económicas y eludir el pago de impuestos.
El escándalo fue destapado el 3 de abril pasado, como parte de la labor coordinada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sobre los Papeles de Panamá. La compañía, con presencia en todos los continentes, se dedica al registro global de sociedades offshore, instrumento utilizado para eludir impuestos en Panamá y en otros paraísos fiscales, en un caso que volvió a enlodar el prestigio internacional panameño como experimentada plataforma de multiservicios bancarios, portuarios, de aseguradoras, abanderamiento de barcos o zona libre comercial, entre otros.
El panameño Ramón Fonseca Mora, uno de los dos principales jerarcas del Grupo, ha argumentado en declaraciones a la prensa que en su firma “nunca hemos sido demandados ni hemos sido acusados formalmente de nada” y que en casi 40 años de existencia, han sido fundadas más de 240 mil sociedades. El Grupo es como “una fábrica de carros que produce carros y el carro lo usan para un robo. Es muy difícil que las fábricas prevean eso”, adujo.
Panamá fue recientemente excluida de la Lista Gris de paraísos fiscales elaborada por el Grupo de Acción Financiera Contra el Lavado de Dinero (GAFI), ente intergubernamental creado en 1989 para combatir la legitimación de capitales y el financiamiento del terrorismo. Pero el estigma de refugio fiscal sigue acosando a Panamá.
Desde el 3 de abril, tras las revelaciones iniciales del escándalo, el Ministerio Público confirmó la apertura de una investigación sobre el Grupo, la cual será la segunda en torno a esa firma ya que la primera fue abierta en enero de este año para indagar sus presuntos nexos con la corrupción en Brasil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.