El Israel moderado se levanta contra los radicales colonos y ultraortodoxos
Netanyahu planea arrestar sin cargos a extremistas sospechosos de actos violentos
En medio de un clima de gran tensión desatada por la violencia de radicales colonos y ultraortodoxos, el Israel moderado ha reaccionado de forma contundente. El sábado, miles de personas marcharon en las principales ciudades del país para condenar la muerte de un niño palestino en un ataque atribuido a colonos y el apuñalamiento de seis personas en la marcha del orgullo gay en Jerusalén —este domingo murió una de las víctimas, una adolescente de 16 años—. Ayer el Gobierno israelí anunció que sopesa aplicar medidas de excepción a israelíes extremistas.
El Ejecutivo de Benjamín Netanyahu desveló, tras la reunión semanal de su Gabinete, que pretende poner bajo “prisión administrativa” a israelíes extremistas sospechosos de actos violentos, lo que supondría su ingreso en prisión sin cargos y durante periodos indefinidos sin que existan pruebas para juzgar a los sospechosos.
Será la primera vez que Israel aplique este castigo a sus ciudadanos, una medida que ha utilizado contra palestinos sospechosos de terrorismo y que ha sido duramente criticada por la comunidad internacional. Según la ONG israelí B’Tselem, en mayo de 2015 había en las cárceles israelíes 391 presos palestinos por este motivo. En teoría, la medida permite a los investigadores reunir pruebas mientras se evitan nuevos ataques.
Patrullas vecinales de vigilancia
Vecinos de la aldea cisjordana de Duma, donde el viernes un bebé palestino fue quemado vivo y su familia resultó gravemente herida en un ataque atribuido a radicales israelíes, han formado patrullas de vigilancia para defenderse de la violencia de los colonos extremistas.
Los grupos de vigilancia, que integran voluntarios de la aldea, patrullarán Duma y sus alrededores las 24 horas del día, siete días a la semana, para impedir que se repitan ataques como el ocurrido a la familia Dawabsha, según informó este domingo la agencia palestina Maan.
Samir Dawabsha, director general del Ministerio de Gobernación Local en Nablús, urgió este domingo a los palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este a preparar planes alternativos para defenderse de los ataques de civiles extremistas israelíes.
La reacción de Netanyahu manifiesta la estupefacción casi unánime entre la dividida sociedad israelí ante la violencia de los extremistas, no sólo contra palestinos sino también contra israelíes pacifistas a quienes los radicales acusan de traicionar al Estado judío. Tanto la sociedad civil como políticos de distintas sensibilidades han expresado estos días públicamente su rechazo hacia la violencia de colonos extremistas y ultraortodoxos.
Netanyahu todavía no ha precisado qué penas impondrá a los autores de “delitos de odio”, si bien ha prometido que los perseguirá con firmeza. “En cada sociedad hay elementos extremos y homicidas, y lamentablemente es verdad incluso entre nosotros, pero la sociedad y el Estado son juzgados por cómo actúa el liderazgo” afirmó el mandatario el sábado antes de las manifestaciones multitudinarias por todo el país, en un discurso en el que se comprometió a “guiar” a Israel “contra el odio y la homofobia”.
Mientras tanto, el ministro de Defensa, Moshé Yaalon, ha ordenado ya al jefe del Departamento para asuntos judíos del Shin Bet, el servicio de seguridad interior, que detenga a israelíes sospechosos de actos extremistas aunque no cuente con pruebas fehacientes para juzgarlos, según desvela el diario israelí Haaretz.
“Tolerancia cero”
La instrucción de Yaalon responde a la política de “tolerancia cero” que pretende aplicar el Gobierno de Netanyahu para acallar las críticas que ha recibido su Ejecutivo estos días sobre la impunidad con la que actúan colonos extremistas y ultraortodoxos. Según declaró a la radio pública de Israel un alto cargo del Ministerio de Defensa, “el terrorismo judío” requiere los mismos métodos que se emplean contra el terrorismo palestino.
Esta misma fuente desveló nuevos detalles sobre los autores del ataque en el que murió un niño palestino de 18 meses y resultó gravemente herida su familia, cuando incendiaron su casa en una aldea de Duma (Cisjordania). Los culpables evitaron llevar consigo teléfonos móviles y no dejaron ninguna pista que facilitara su identificación.
En los últimos meses, se han intensificado los ataques contra palestinos perpetrados por colonos. A pesar de ello, el departamento del Shin Bet para asuntos judíos, con atribuciones en Cisjordania, ha tenido hasta ahora escaso éxito en detectar a colonos radicales.
Aunque recientemente han sido arrestados dos extremistas acusados de un ataque incendiario contra la iglesia cristiana en la que la tradición sitúa el milagro de los panes y los peces, las ONG consideran que los colonos viven en un clima de impunidad que les anima a continuar con sus agresiones. Según la ONU, hasta el 6 de julio de este año se registraron 112 ataques de colonos contra palestinos o sus propiedades. Ninguno ha sido juzgado.
Amenazas de muerte
Entre las víctimas de los radicales figura también el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, que este domingo presentó una denuncia ante la policía por amenazas contra su vida en las redes sociales.
Después de que Rivlin expresará el sábado su “vergüenza” por el asesinato, un día antes, de un niño palestino, fue difundida en Facebook una foto del presidente con una kefia palestina y con la leyenda: “Rivlin, judihuelo traidor, sea su memoria olvidada”.
Mientras tanto, pese a los esfuerzos de las autoridades por calmar los ánimos, este domingo se produjeron enfrentamientos en Jerusalén, junto a la Explanada de las Mezquitas. El Ministerio judío de Donaciones aseguró que los choques se produjeron cuando una treintena de judíos de ultraderecha intentaron acceder al complejo. Según la policía israelí, jóvenes palestinos enmascarados apedrearon a sus fuerzas.
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