Vuelven las corridas de toros a la capital de Colombia
La Corte Constitucional revoca una orden del alcalde de Bogotá de acabar con la fiesta y da un plazo de seis meses para reanudarlas
La fiesta brava regresa a Bogotá dos años después. La Corte Constitucional revocó el cierre de la plaza de toros más emblemática, La Santamaría, ordenado por el alcalde de la capital colombiana, Gustavo Petro, y ordenó disponer todo lo necesario para reanudar su actividad.
El Constitucional le dio la razón a una demanda interpuesta por la Corporación Taurina de Bogotá en la que se afirmaba que el alcalde Petro violó el debido proceso al terminar de manera unilateral el contrato de arrendamiento de la plaza en junio de 2012 y que estaba firmado hasta 2015, con lo que literalmente le dio una estocada a la realización de corridas de toros en la capital.
Para la Corte, que se tomó nueve meses para estudiar la demanda, hay que garantizar “la continuidad de la expresión artística de la tauromaquia y su difusión”, con lo que deja a un lado el argumento de Petro de que los encierros representan un maltrato a los animales y por tanto no pueden ser considerados una tradición cultural, algo que en su momento ha sido aplaudido por los defensores de animales.
Ocho novilleros hicieron una huelga de hambre frente a las instalaciones de la Santamaría para protestar en contra de la decisión del alcalde de Bogotá
La justicia sustentó su decisión en otro fallo de 2012, en el que la misma entidad le advertía a los alcaldes que no eran competentes para prohibir las corridas de toros en aquellos municipios con tradición taurina. El Tribunal además consideró que el cierre de la Santamaría atentó contra el “libre derecho de la expresión artística de la Corporación Taurina de Bogotá, puesto que intervino indebidamente en el contenido artístico y con la realización” de las corridas. También advierte que no se puede alterar la “estructura taurina” o “eliminar la muerte del toro”, una de las razones por las que Petro condenó la realización del espectáculo. El alcalde, vía Twitter, dijo que acataba el fallo, como en su día hizo con su destitución: "Por cumplir sentencia de la Corte Constitucional fui destituido. BOGOTA HUMANA cumple todos los fallos de la Corte".
Durante el último mes, a la espera de la decisión del Constitucional, ocho novilleros hicieron una huelga de hambre frente a las instalaciones de la Santamaría para protestar en contra de la decisión del alcalde de Bogotá, ya que el cierre de la plaza los ha dejado sin opciones de trabajo. “No queremos comida teniendo hambre de toros”, decía uno de los carteles de los novilleros.
El matador César Rincón, el torero colombiano de mayor reconocimiento, se adhirió a la manifestación e invitó a los colombianos a apoyar a los huelguistas. “Nosotros tenemos que ser libres y estamos en un país democrático. Somos una minoría, pero las minorías se respetan”, dijo a una emisora local el fin de semana. Pero Petro se mantuvo en su decisión y les respondió en su cuenta de Twitter invitando a una movilización “por una ciudad sin espectáculos de la muerte”. Los defensores de los animales también se manifestaron y organizaron una “firmatón” que alcanzó a recoger 16 mil firmas para frenar el regreso de la fiesta brava.
La última vez que se dio una temporada de toros en Bogotá fue entre enero y febrero de 2012, y tras el cierre de la plaza los organizadores se vieron obligados a llevar las corridas a municipios cercanos a Bogotá. La Santamaría, que es monumento nacional fue construida en 1931 y tiene una capacidad para 14 mil espectadores, pero requiere ser restaurada. Con la decisión del Constitucional, Petro tendrá seis meses de plazo para que la fiesta brava regrese de a la capital colombiana.
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