EE UU tiene “pocas dudas” sobre el uso de armas químicas por el régimen sirio
La Casa Blanca aún sopesa una respuesta al último ataque contra civiles y cree que la autorización de la entrada a la ONU llega tarde
El Gobierno de Estados Unidos tiene “pocas dudas” sobre el efectivo uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar el Asad en el ataque contra rebeldes sirios de la pasada semana. En un comunicado emitido por un funcionario de la Casa Blanca, bajo la condición de mantener el anonimato, y difundido por la prensa norteamericana, se reconoce la práctica seguridad de la Administración Obama sobre el empleo de este tipo de armas, que se califica de “indiscriminado”, y se sostiene que la decisión de Damasco de permitir la entrada de inspectores de Naciones Unidas para que analicen la zona donde se produjo la agresión llega demasiado tarde.
“El número de víctimas, los síntomas que presentaban los que fueron asesinados y heridos y otros hechos que se han publicado y a los que han tendido acceso las agencias de inteligencia de EE UU y sus aliados, dejan pocas dudas sobre el hecho de que el régimen sirio usó armas químicas contra los civiles”, se señala en el comunicado.
El sábado, el presidente de EE UU, Barack Obama, durante una reunión con sus asesores de Seguridad Nacional en la Casa Banca, pidió a las agencias de seguridad del país que analizaran todas las circunstancias que rodeaban a ese ataque para poder, en función de los resultados, decidir la respuesta de su Administración. Un día antes, el mandatario había solicitado al Pentágono que le presentara todas las alternativas militares posibles para actuar en Siria.
Esta semana, el presidente, en la línea de la prudencia mantenida desde que comenzara el conflicto sirio, hace más de dos años, defendió la necesidad de esperar a los resultados de la inspección de Naciones Unidas antes de adoptar una respuesta. Sin embrago, el hecho de que la Casa Blanca dé casi por hecho que el Asad empleó armas químicas la semana pasada contra los rebeldes, se considera un paso claro que apunta a una posible intervención militar en el país asiático.
No obstante, en el comunicado emitido este domingo, se deja claro que el presidente aún no ha tomado una decisión concreta ante esta nueva agresión por parte del régimen Sirio. “Seguimos evaluando todos los datos y los hechos para que el presidente pueda decidir de manera informada sobre la reacción a este uso indiscriminado de armas químicas”, dice el funcionario en su nota.
Este domingo, la agencia oficial de noticias siria informaba de que Damasco había autorizado la presencia del equipo de inspectores de Naciones Unidas en la zona en la que se ha denunciado el ataque con armas químicas para que comprueben si efectivamente se utilizaron o no. Para la Casa Blanca este gesto llega tarde y no se considera una señal de buena voluntad por parte del régimen de Asad. "A estas alturas, la decisión de permitir la entrada de un equipo de la ONU llega tarde y es muy poco creíble, teniendo en cuenta, además, que las pruebas del ataque después de cinco días se han podido destruir y alterar”, se indica en el comunicado.
A falta de una confirmación oficial, ésta sería la segunda vez que la Casa Blanca reconoce el uso de armas químicas por parte del Gobierno sirio contra civiles, la “línea roja” contra la que Obama había advertido al régimen de Asad. La primera fue a finales de mayo. Entonces, el presidente anunció ayuda militar directa a los rebeldes sirios, una opción de la que siempre ha recelado ante la posibilidad de que las armas acabaran en manos de extremistas, y de otro tipo de actuación militar, pero aseguró que quería coordinar la respuesta con sus aliados europeos. Durante la cumbre del G-8 en Irlanda del Norte, Rusia bloqueó cualquier acuerdo sobre una intervención en Siria.
El Pentágono presentó a finales de julio una propuesta de las alternativas militares en Siria con los pros y los contras, pero, hasta el momento no se ha ejecutado ninguna de ellas. Este viernes, la Armada de EE UU ordenó el mantenimiento de uno de sus buques, dotado de misiles, en aguas del Mediterráneo, una maniobra que ha sido observada como una muestra más de la intención de Obama de responder militarmente ante el conflicto. El secretario de Defensa, Chuck Hagel, señaló que la medida entraba dentro de la estrategia de otorgar al presidente el mayor número de opciones posible para adoptar una decisión sobre Siria.
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