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Impulso a la energía solar en Estados Unidos

Empresas de diferentes países investigan en el país los grandes avances tecnológicos en el sector de la energía solar

Instalaciones de SolarTAC en Aurora, Colorado.
Instalaciones de SolarTAC en Aurora, Colorado. SolarTAC

Desde que el presidente norteamericano, Barack Obama, llegara a la Casa Blanca hace cuatro años entre grandes promesas de inversión y apoyo a las energías renovables, Estados Unidos ha visto crecer grandes explanadas de paneles solares, desde California hasta Maryland, y de parques eólicos que empiezan a abastecer a sus ciudadanos. El impulso de las fuentes de energía “limpias” es, según reiteró el presidente este viernes, una de las áreas “más prometedoras” para la economía del país.

Empresas de todo el mundo, entre ellas varias españolas, se han instalado en diversas regiones de EE UU para empaparse de los avances en el sector. La española Abengoa, que este viernes anunció un nuevo acuerdo de colaboración con la estadounidense BrightSource, ha trasladado una de sus sedes de operaciones hasta Colorado, en las instalaciones de la empresa SolarTAC. Allí otras ocho marcas extranjeras desarrollan investigación para sus productos aprovechando las características geográficas y climatológicas del Estado.

Obama defendió en su primer mandato la oportunidad que suponen las renovables para la creación de empleo y el liderazgo tecnológico de EE UU. Sin embargo, el fracaso de Solyndra, una empresa del sector que obtuvo un préstamo federal y que acabó declarándose en bancarrota, hizo que la Administración pusiera este respaldo en un segundo plano. Pero eso no ha impedido la consolidación de proyectos como los del desierto de Mojave y en Solana, Arizona, donde Abengoa construye complejos pioneros en el país.

Según Armando Zuluaga, director de operaciones de la compañía sevillana en EE UU, desde Colorado, Abengoa está en contacto con iniciativas que se llevan a cabo en todo el paí. La sede de Enrel, el Laboratorio Nacional de Energías Renovables, colaborador de la española, también se encuentra allí. “Esto nos permite hacer sobre el terreno un trabajo muy útil en materia de colaboración con otras empresas que ya han consolidado sus proyectos”, dice Zuluaga.

Las condiciones del suroeste de Estados Unidos y de Colorado en concreto son claves para el desarrollo de los proyectos”

La empresa española es una de las muchas impulsoras de renovables con las que se ha aliado el Departamento de Energía estadounidense para lograr mayores avances. El presidente Obama anunció este viernes un fondo de 2.000 millones de dólares para la investigación en materia de tecnología y energías limpias, por lo que el sector puede recibir un nuevo impulso de cara a los próximos años.

“Las condiciones del suroeste de Estados Unidos y de Colorado en concreto son claves para el desarrollo de los proyectos”, comenta Zuluaga. “Es un esfuerzo compartido y complementario, no es que lo que hagamos en EE UU, no se pueda hacer el España, al revés”.

La empresa cuenta ya con 160 empleados fijos en cuatro Estados distintos. En las instalaciones SolarTAC, en la ciudad de Aurora, Abengoa explota las características geográficas de la región al este de las Montañas Rocosas, con la radiación directa que aportan más de 300 días de sol al año -unas credenciales que ya han empujado a más de 400 empresas vinculadas con las renovables a instalarse en el Estado- y que alimenta los proyectos termosolares de la española.

Es un sector de adaptación muy lenta, pero todos sabemos que la gasolina y el gas nunca van a bajar de precio”

Dustin Smith, director ejecutivo de la compañía estadounidense con la que colabora Abengoa, explica que todas esas marcas trabajan en proyectos distintos pero con el mismo objetivo: el desarrollo de proyectos de energía solar en EE UU que acaben siendo integrados en el sistema eléctrico del país.

Las condiciones climáticas de Colorado también significan que los equipos pueden quedar cubiertos de nieve durante varios días en invierno, desafiando la capacidad de resistencia de los paneles solares. Según Smith, las nevadas permiten mejorar la puesta a punto de la tecnología en diversos climas, no sólo en aquellos países o regiones que disfrutan de altas temperaturas y una gran cantidad de días de sol, además de las propiedades del hielo, que puede ayudar a limpiar los paneles al derretirse.

A pesar de las oportunidades que ofrece el mercado estadounidense, tanto Abengoa como SolarTAC reconocen que el futuro del sector sigue estando altamente condicionado por los altos costes de investigación, desarrollo y producción de los sistemas. “Las alternativas siguen además en proceso de investigación y estudio, mientras que en este ámbito empezamos a ver una reducción de la inversión que se necesita para ponerlo en marcha. No sabemos cuándo va a igualar este mercado al de los recursos fósiles, pero llegará”, dice Smith.

El empresario defiende que el coste de producción de energía solar ha descendido un 50% en los cuatro últimos años. En gran parte, dice, por el impulso a la investigación. “Es un sector de adaptación muy lenta, pero todos sabemos que la gasolina y el gas nunca van a bajar de precio”.

Mientras la industria espera el momento de gran crecimiento, las empresas instaladas en EE UU apuestan por estar listos en el momento en el que desde consumidores hasta grandes infraestructuras federales quieran dar el salto. Smith lamenta que el horizonte de las instituciones siga fijo “a tan corto plazo” y defiende que una de las claves para ampliarlo es precisamente la investigación.

A pesar de este impulso y de todas las lecciones aprendidas por las numerosas empresas instaladas en EE UU, el gran desafío siguen siendo sus propios avances. La tecnología cambia constantemente y topa una y otra vez con regulaciones a nivel estatal que no siempre facilitan el desarrollo de nuevos sistemas ni su implementación a gran escala, una de las condiciones para su consolidación.

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