Palomo Linares, 34 años de amor y cinco de enfrentamiento con Marina Danko
El torero formó con la colombiana una de las parejas más glamurosas del panorama social español. Su divorcio fue una batalla sin fin que duró hasta el final de su vida
Palomo Linares y Marina Danko durante muchos años formaron una de las parejas más glamurosas del panorama mediático español. El torero y la bella colombiana daban un toque exótico a las fiestas a las que acudían. Se presentaban ante el mundo como una pareja muy enamorada, padres de tres hijos. Un día sí y otro también aparecían juntos en las portadas de las llamadas revistas del corazón. Pero un día la exclusiva la dio ella sola para anunciar que habían roto.
"Me dijo que quería vivir solo y que quería vivir su vida". Danko daba así en septiembre de 2011 su versión respecto a los motivos de su ruptura tras 34 años de matrimonio. "Sebastián no es el mismo que yo conocí y eso me ha tenido bloqueada: no es la persona de la que me enamoré", dijo. Y, en cuanto a si existían otras personas involucradas, dejaba abierta la posibilidad: "Por mi parte no hay terceras personas, por parte de Sebastián, él sabrá". Una semana antes el matador había sufrido un infarto.
Desde ese día hasta el de su muerte —este lunes en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid—, la batalla con su exmujer ha sido constante. Pasaron de ser una pareja idílica a ser enemigos irreconciliables. Ella le llevó a los tribunales por impago de los acuerdos de su divorcio. En un reciente acto público se le preguntó por ello: "No me gusta hablar de esto y no era verdad que no pagara [a su esposa]. Yo me separé hace ya cinco años y creo que he sido muy generoso. Me duele que una señora [Marina Danko] que vive con un multimillonario como así lo ha dicho la prensa quiera vivir de mi dinero".
Su círculo más íntimo desveló que los problemas económicos y un diferente modo de ver la vida terminaron con el matrimonio.
Los problemas del exmatrimonio afectaron a la relación con sus hijos, Sebastián, Miguel y Andrés, que se dividieron a la hora de apoyar a sus padres. Solo unos días antes de que Palomo Linares entrara en quirófano para ser operado a corazón abierto se dieron algunos pasos para la reconciliación de los hermanos.
Linares se declaraba feliz. El que un día fue grande en el mundo de los toros contaba que pintar era "una manera de expresar mis sentimientos, de cómo me encuentro anímicamente y te aseguro que refleja la luz, la armonía que es mi vida actual". Porque aseguraba haber encontrado con la juez Concha Azuara, con quien vivía desde hace cuatro años, "tranquilidad y felicidad". Palomo Linares contó que antes de torear ya pintaba las aceras de las calles. "La decisión tiene toda la lógica y acerté: porque la pintura podía esperar un tiempo y el toro, no. Pero llevo toda la vida pintando".
El pasado día 19 de abril cuando ingresó en el Hospital Gregorio Marañón para ser operado declaró: "En peores plazas he toreado". Una operación que coincidía con la inauguración de la exposición de pintura, 50 años de pintura, 1967-2017 en la que iba a conmemorar sus bodas de oro como pintor en el Palacio del Infante Don Luis en Boadilla del Monte.
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