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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Trump provoca a Irán

El presidente de EE UU deberían recordar la elevadísima tensión en Oriente Próximo

El secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, informa sobre la política hacia Irán.
El secretario de Estado de EE UU, Rex Tillerson, informa sobre la política hacia Irán. MANDEL NGAN (AFP)

Uno de los mayores logros recientes de la diplomacia mundial —en el que la UE ha desempeñado un papel relevante y que al menos ha contribuido a no empeorar más las cosas en Oriente Próximo— está en grave peligro si se confirma la amenaza de Donald Trump de revisar el acuerdo nuclear con Irán alcanzado tras arduas negociaciones en julio de 2015.

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La acusación del presidente de EE UU contra Teherán al asegurar que Irán “no respeta el espíritu” del acuerdo suena a una vaga excusa para volver a imponer sanciones al régimen iraní y reactivar el enfrentamiento. Los acuerdos se respetan o se violan en los puntos redactados y firmados por las partes. El “espíritu” al que alude Trump no figura en ninguna parte del documento rubricado por las potencias e Irán hace casi ya dos años.

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Trump y su equipo de política exterior deberían recordar la elevadísima tensión que se vivía en Oriente Próximo mientras Irán desarrollaba técnicas de la industria nuclear que podían conducirle fácilmente a la consecución de armamento atómico. Por poner solo un ejemplo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró en repetidas ocasiones que su Gobierno no permitiría que eso sucediera y no se puede olvidar que Israel ya ha optado por una unilateral vía expeditiva dos veces en el pasado: Irak en 1982 y Siria en 2007.

La firma del acuerdo fue un éxito por razones que, además, desbordan el ámbito regional. Fue una demostración de eficacia de la diplomacia multilateral, donde Moscú y Washington colaboraron eficazmente, y alejó los fantasmas de un Oriente Próximo nuclearizado. Un escenario imprevisible que pondría en peligro constante la estabilidad global. Antes de hacer genéricas declaraciones que solo sirven para agitar fantasmas y dar combustible a los sectores más radicales del régimen de los ayatolás, Trump debería ser más prudente y ser consciente de lo que está en juego

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