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El ‘front row’ de la Semana de la Moda de Nueva York

Que el feminismo está convirtiéndose en un tema recurrente no es novedad, pero la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos no ha hecho más que avivar la llama. Cuesta encontrar firmas que no se hayan apuntado al carro del llamado “empoderamiento femenino”. Jonathan Simkhai salió a saludar luciendo el lema estampado “Feminist AF”. La camiseta se repartió a los vips del desfile para apoyar la causa Fashion Stands With Planned Parenthood (la moda apoya la planificación familiar, en castellano), lanzada por la CDFA —la asociación de diseñadores estadounidense— junto al organismo Planned Parenthood. Este grupo lucha para defender la inversión en planificación familiar, en peligro con la llegada del nuevo presidente, con una campaña de chapas rosas. Victoria Beckham, Tome y Prabal Gurung fueron otros de los diseñadores que dedicaron sus colecciones en la Semana de la Moda de Nueva York a la mujer reivindicativa. Victoria Beckham, la más comedida, hablaba el domingo de prendas diseñadas para que la mujer se sienta “fuerte y protegida”.

En la cuarta jornada de la Semana de la Moda de Nueva York, en Tome fueron mucho más explícitos y directos. Sus directores creativos, Ryan Lobo y Ramon Martín, inspiraron su colección en la lucha y el imaginario visual de las veteranas Guerrilla Girls. Algo que se tradujo en robustas prendas exteriores peludas y destellos de amarillo. Este grupo activista femenino, que pelea desde mediados de los ochenta por la visibilidad de las mujeres en el mundo del arte, realiza sus acciones disfrazadas de gorilas y agitando plátanos. Tome ha tenido siempre muy presentes los temas de actualidad que afectan y preocupan a la mujer. “Tenemos una voz, tenemos una opinión y tenemos la oportunidad de comunicarlo a través de lo que hacemos. Hacemos prendas para la vida de las mujeres, y no podemos ignorar lo que está pasando con la vida de las mujeres y con sus cuerpos”, argumentaba Ryan Lobo después de su desfile del domingo.

Prabal Gurung, que ya introdujo el feminismo en su anterior colección, volvía de nuevo a él con un tono más beligerante: “Es tiempo de usar nuestras voces para invocar el cambio”. Al final de su desfile salieron todas las modelos luciendo camisetas con mensaje bajo las notas de Imagine. Tras el famoso lema The Future Is Female (el futuro es femenino, en castellano), Gurung quiso trascender el mensaje feminista para pedir un mundo más justo y tolerante en un emotivo carrusel: “Sí, todos deberíamos ser feministas”, “Despierta”, “Las chicas solo quieren derechos fundamentales”, “Abajo los muros”, “El amor es la resistencia”, “Nuestras mentes, nuestros cuerpos, nuestro poder”, “Soy Gloria”, “Soy Malala”, “Soy inmigrante”, “Tengo un sueño”, “Respeto”, “Ahora más que nunca”, “No me podrás parar”, “No nos callarán”. Pero en su nota explicativa había otra pregunta relevante “¿Qué significa decirle a una mujer que debería “vestir como una mujer"?. En este sentido, es interesante observar que esta nueva ola de feminismo no está dispuesta a renunciar a la feminidad para invocar fortaleza, sino todo lo contrario: el brillo, el rosa, las plataformas, las flores, las mangas jamón, las transparencias —#freethenipple— y los bordados enriquecen su atuendo de guerrera.

Al final de la jornada, Altuzarra, un diseñador delicadísimo, de forma más sutil y huyendo de lugares comunes, añadió nuevas perspectivas para esta nueva armadura feminista. Una preciosa frase de Macbeth: “Luce como la flor inocente, pero sé como la serpiente que, bajo ella, se oculta”, explicaba la potente colección que presentó inspirada en la pintura renacentista del norte de Europa. Prendas regias muy estructuradas destacaban por su profusa decoración: perlas, bolitas metálicas y lujosas pieles. Diademas en el pelo, guantes de piel y botas planas de caña alta remataban el conjunto de su legión de chicas duras.

Este lunes, una romántica Carolina Herrera, con la mirada puesta en las nuevas generaciones —hubo mucho zapato plano e introdujo chaquetas perfecto— daba lecciones de superfeminidad. Además de su camisa blanca, que gana volumen y complejidad, no han faltado lazos de terciopelo, transparencias, brillos, colores revitalizantes y telas volátiles en busca del secreto de la eterna elegancia.

Custo, brillo contra la uniformidad

Custo Dalmau se encuentra en pleno proceso de reenfoque de su marca y su nueva presentación en la Semana de la Moda de Nueva York así lo demuestra. Dejando atrás los estampados que hizo de Custo Barcelona un referente internacional, desde hace varias temporadas se concentra en la creación de prendas únicas y especiales que huyen de la uniformidad que impera en el mercado. "Estuve en París la semana pasada y todo el mundo va vestido igual, todo el mundo", explica Dalmau. El diseñador ve en las grandes multinacionales las responsables de esta homogeneidad, y prosigue: "Creemos que hay una oportunidad espectacular para crear algo nuevo. No puede ser que todo el mundo quiera ser igual que el vecino. Mientras que lo básico nos cuesta horrores venderlo, las prendas más especiales vuelan". Y así encima de la pasarela lanzó una explosión de brillo y texturas experimentales para seducir a los clientes que buscan la diferencia.