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Artes marciales contra los prejuicios de género

Un grupo de jóvenes practica este deporte como herramienta para empoderarse

"Aquí hay gente que no quiere que las mujeres mejoremos solas. Me encanta luchar contra esta estupidez y seguir entrenando, sostiene Sima Azimi. Es una de las jóvenes que practican artes marciales en Afganistán y plantan cara a los prejuicios de los detractores del deporte femenino por partida doble.

Una de las razones por las que estas jóvenes han decidido dedicarse al Wushu, además de hacer deporte, es aprender a defenderse.

"Nuestro mayor reto es la inseguridad. Cuando salimos no nos sentimos a salvo", explica Zahra Timori, estudiante de esta disciplina. 

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