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Los iconos gay conquistan la Super Bowl

En los últimos años, las bandas clásicas de rock han dejado paso en el show del intermedio a divas del pop como Madonna, Katy Perry, Beyoncé o Lady Gaga

Lady Gaga durante la rueda de prensa previa a su show en la Super Bowl 2017.
Lady Gaga durante la rueda de prensa previa a su show en la Super Bowl 2017.TIMOTHY A. CLARY (AFP)

La primera vez que una superestrella femenina del pop monopolizó el Halftime Show de la Super Bowl los productores del evento no quedaron precisamente contentos. Fue en 2004 y el encargado del espectáculo del intermedio de la final de la liga de fútbol americano era Justin Timberlake, pero los titulares se los llevó su compañera en el escenario Janet Jackson. La hermana pequeña del rey del pop pasó a la historia y cambió la forma de retransmitir el concierto del intermedio, pero por el escándalo que provocó su pezón cuando Justin le descubrió un pecho. Desde entonces, hay unos segundos de retardo en el directo para controlar la emisión y poder censurarla, y pasaron ocho años hasta que otra diva se subió al escenario del evento con más audiencia del año.

El 'pezóngate' de Janet Jackson en 2004

Desde Janet hasta el show de Madonna en 2012 se sucedieron las leyendas del rock. Paul McCartney, The Rolling Stones, Prince, Tom Petty, Bruce Springsteen, The Who, y por último The Black Eyed Peas. Nombres que a priori van más acorde a un espectáculo deportivo global pero donde prima la testosterona. Madonna apareció como una diosa egipcia, en un trono portado por una legión de gladiadores forzudos. Una apertura del show claramente homoerótica, tanto en la puesta en escena como por la canción elegida, su éxito de 1990 y uno de los grandes himnos de la comunidad homosexual Vogue. La reina del pop se mostraba más icono gay que nunca en el templo del hombre heterosexual: un estadio de fútbol. Y funcionó.

Con este show, Madonna empezó una nueva era en los intermedios de la Super Bowl

El intermedio de Madonna fue el más visto hasta la fecha y por primera vez superó en audiencia al propio partido. Los productores descubrieron que no era mala idea atraer a un público que normalmente no vería nunca un encuentro de fútbol americano. Al año siguiente la elegida fue Beyoncé, que no superó a Madonna pero su intermedio volvió a ser más visto que el partido, algo que ha sucedido cada año hasta hoy. En 2014 la Super Bowl se tomó un descanso de artistas femeninas y Bruno Mars arrasó, batiendo el récord de Madonna con 115,3 millones de espectadores. Al año siguiente Katy Perry volvió a superar esa marca con la impresionante cifra de 118 millones y medio. Coldplay fueron los elegidos el año pasado y consiguieron 115 millones, aunque el minuto de oro se lo llevó Beyoncé y su actuación reivindicativa acompañada de mujeres para cantar Formation. Además, Lady Gaga también reclamó su dosis de protagonismo al interpretar el himno nacional en la previa del partido. 

Beyoncé aparece como una gran diva en la cuadragésima séptima Super Bowl

Antes de Janet Jackson también actuaron mujeres en la Super Bowl. Gloria Estefan amenizó la segunda final en la que actuaban artistas conocidos (la primera fueron los New Kids on the Block), ya que antes se encargaban bandas de música universitarias. Pero el show no empezó a tener el peso de ahora hasta el de Michael Jackson en 1993, y desde entonces solo Diana Ross fue la protagonista de uno, el de 1996 con motivo del 30 aniversario del evento deportivo más importante del mundo. Hasta 2004, la presencia de féminas del pop como Britney Spears o Shania Twain se dio dentro de un formato compartido con otras figuras del pop o el rock del momento, como Aerosmith, N’ Sync o No Doubt. Janet tropezó con la moral estadounidense, pero Madonna consiguió finalmente iniciar una nueva era.

Katy Perry, con el récord a la actuación más vista de la historia

La final de la Super Bowl es un acontecimiento global, una tradición que reúne a las familias estadounidenses. Con la presencia de Madonna, Beyoncé o Katy Perry la audiencia del intermedio y por tanto del evento no ha parado de crecer y ha sumado a un público menos seguidor del deporte sin perder a la audiencia de siempre que disfruta de unas artistas que aúnan música, coreografías y efectos visuales de forma espectacular. Los responsables del recital más visto del año no han querido arriesgar en 2017, y la elegida es Lady Gaga. La cantante ha anunciado en la rueda de prensa previa que su espectáculo “es para todo el mundo”, y que la gente debe centrar su atención en la “inclusión” y el “espíritu de igualdad”. Sin adelantar los temas que interpretará, se da por hecho que no faltará su himno gay Born this Way.

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