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Vacaciones en España con embarazo incluido

Miles de extranjeros acuden a las clínicas españolas especializadas en reproducción

Pablo León

Escapada a España. El plan: dos semanas de playa, visita a la clínica de fertilidad y vuelta a casa embarazados. Otra opción: recorrido por Madrid y alrededores, inseminación y regreso al país de origen. España es un referente europeo en turismo de fertilidad: concentra el 40% de los tratamientos que se realizan en Europa, según la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE). “Y seguirá aumentando”, vaticinan desde el organismo. No hay datos pormenorizados de este tipo de visitantes, que Turismo cuantifica en un cajón de sastre —bajo el epígrafe “otros turismos”— y que incluye diversas tipologías (como el turismo cinegético o el de corredoreso aficionados al yoga). Entre enero y febrero de este año, en plena temporada baja, 7,2 millones de turistas visitaron en total España; de estos, 952.930 están en ese combinado alternativo al ocio tradicional y los negocios. Es un 50% más que el ejercicio anterior.

“Te escribo desde un pueblo muy, muy lejano de Australia”, arranca un correo que llega a la clínica de fertilidad ProcreaTec, en Madrid. “Funciona el boca a boca. Y actualmente el boca a boca sucede por Internet: mensajes en foros, redes sociales…”, cuenta Laura Alonso, responsable de comunicación de ProcreaTec. “Eso llega a cualquier parte del mundo y ha sido clave en el desarrollo internacional de las clínicas españolas”, añade. La clínica en la que trabaja abrió sus puertas en el 2008, “en plena crisis”. Ante la caída del público español, tuvieron que mirar hacia afuera. Ayudados por el contacto que permite la tecnología, han conseguido que la mitad de sus pacientes sean de origen extranjero. “Entre 2014 y 2015 ha habido un 18% de crecimiento de los ciclos [de reproducción asistida] internacionales”, añaden. En otras clínicas, como IVI, la mayor de España, el porcentaje es similar.

El primer contacto se suele realizar por correo electrónico. Luego, tras charlar con el equipo de atención al paciente, que en todos los establecimientos atienden en alemán, inglés, italiano o francés, se pasa a la videoconferencia. “Todas las consultas por Skype, incluidas”, reza un folleto de la clínica madrileña. Las parejas vienen solo al final; para realizar la implantación de los embriones en el útero de la madre. Y alguien que viaja desde Australia hasta el sur de Europa, no va a quedarse solo dos días en uno de los destinos turísticos más reconocido del mundo: el año pasado España atrajo a más de 65 millones de turistas. “El público comenzó a demandar experiencias vacacionales”, cuentan desde ProcreaTec. Una especie de todo incluido. “Nosotros no organizamos paquetes”, añaden, “pero sí que ponemos en contacto a los pacientes con operadores turísticos u hoteles”.

Este año, el International Medical Travel Summit, uno de los congresos de turismo sanitario más conocidos del mundo sale por primera vez de Inglaterra. Aterriza en mayo en Madrid. “Hay un turismo reproductivo que viene a España porque en sus países hay limitaciones legales que no favorecen la reproducción asistida”, cuenta Enrique Criado, al frente de la clínica FIV Marbella. Las razones del auge del turismo reproductivo en España son varias: una ley garantista; fama de buenos profesionales en el ramo; buenas tasas de éxito y precios razonables (entre 600 y 6.000 euros, en función del tratamiento). Atractivos que mejoran dando la opción de combinarlo con una semana de sol y playa.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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