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Tentaciones

Bertín Osborne y su falso 'homenaje' a las mujeres

El presentador y cantante dedica su último disco a las féminas versionando canciones con nombre de mujer y creando poemas sobre su belleza. ¿Pero es en realidad la mejor manera de reivindicar lo femenino?

Portada del nuevo disco de Bertín: 'Va por ellas'.
Portada del nuevo disco de Bertín: 'Va por ellas'.

La victoria de Donald Trump ha tenido otro protagonista un tanto involuntario. Uno que, la verdad, nos toca más de cerca. Tras la proclamación del futuro presidente de Estados Unidos, no fueron pocos los twitteros que corrieron a comparar el éxito de Trump con una más que plausible victoria de Bertín Osborne si se presentase a las próximas elecciones. ¡Make Spain Great Again! La revista El Jueves ironizó sobre la intención del presentador de fundar su propio partido -“quiere ser el Trump español”- y hasta Buenafuente le coló en su monólogo inicial de Late Motiv. “A su lado [el de Trump], Bertín Osborne parece feminista”. Luego nos extrañará que el presentador trate de limpiar su imagen machista por todos los medios. Incluso con iniciativas tan disparatadas como dedicar un discos a las mujeres.

Versionará al estilo Bertín clásicos atemporales como Santa Lucía de Miguel Ríos, Penélope de Serrat o Layla de Eric Clapton

Bertín Osborne ha decidido aprovechar su bonanza de popularidad -un poco resentida tras su cambio a Mediaset- para conquistar, de nuevo, el mercado musical. Si durante los últimos tiempos le hemos visto saltar de ciudad en ciudad interpretando las versiones de su disco Crooner -que hay que tener valor para llamarlo así-, ahora da un giro de 180º y se transforma en el trovador de las mujeres, el Robin Hood de lo femenino. Bueno, tampoco nos vengamos arriba. Va por ellas es el título de su nuevo trabajo, que saldrá a la venta el día 18 de noviembre y que, tal como reza su nota de prensa, “es un tributo a las mujeres”. Para ello, versionará al estilo Bertín clásicos atemporales como Santa Lucía de Miguel Ríos, Penélope de Serrat o Layla de Eric Clapton. Sin duda, era lo que necesitaban las mujeres en estos duros tiempos que corren.

Por si quedaban dudas acerca del espíritu del disco, el propio Osborne les ha compuesto un poema a ellas, a las mujeres, para rendirles pleitesía y presentar su caballerosidad. Poema -suponemos que será musicado- que reza frases tan bertinianas como ésta: “Me han hecho, al fin, entender que la vida sin ellas no es vida. Que es imposible entenderlas, que somos mundos distintos, que parecemos razas diferentes, pero, que sin ellas la vida no es vida y el mundo... tampoco”. ¡Éste sí es el Bertín que conocemos! El que tira de tópicos y clichés, el que presenta a las mujeres casi como seres mitológicos a los que es imposible comprender, el que fomenta la falta de igualdad afirmando que "pertenecemos a mundos diferentes", el que canta a la feminidad como ese objeto precioso e inalcanzable que hay que conquistar -“he subido montañas, atravesado medio mundo y buceado los mares... por ellas”, reza en otro de los versos-. Ese es el Bertín con el que, tristemente, estamos familiarizados.

Semana tras semana, desde En la tuya o en la mía primero y Mi casa es la tuya después, Osborne nos ha estado regalando perlas heteropatriarcales como nadie. Ha relegado a las mujeres a la cocina, les ha preguntado si se manejan bien con las tareas del hogar o cómo se las apañan con el cuidado de los niños -el caso de Sara Carbonero fue uno de los más comentados-. Ha separado a los invitados masculinos, con los que ha charlado de trabajo, economía o política, dejando a las mujeres en un segundo plano para que comenten sobre ropa y decoración. Se ha quejado de que ya no pueden hacerse 'chistes de mariquitas' y le dijo a Malú que hubiese sido una veterinaria monísima. “Yo te habría contratado seguro”. ¿Y ahora aparece con un disco dedicado a las mujeres? Algo se nos ha quedado por el camino...

Ha separado a los invitados masculinos, con los que ha charlado de trabajo, economía o política, dejando a las mujeres en un segundo plano para que comenten sobre ropa y decoración

Puede que crea Bertín Osborne que cantarle a las mujeres borra toda huella de machismo que pueda quedar en su currículum. Que alabar su belleza, su sensualidad o el papel que han jugado en su vida sentimental le convierte en un abanderado del feminismo, en un adalid de la igualdad. Tal vez no se da cuenta que, así, no hace más que promover un estereotipo muy concreto de mujer, que transmite un mensaje que no deja de estar sometido al machismo reinante en la sociedad. La feminidad idealizada y vulnerable, cambiante y sentimental, arrebatadora y terrible -para los hombres-. Esa que hay que mantener en un pedestal como un joya intocable.

Ay, Bertín, ¡qué bien nos iría a todos un poco de educación en diversidad afectivo-sexual! Solo así podremos avanzar. Solo así podremos ser, de una vez por todas, iguales. Hillary Clinton no ha conseguido romper el techo de cristal. En su lugar tenemos al machista Trump. Se avecinan tiempos oscuros. Más vale que nos pillen preparados.

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