Desmontamos a Joan Cornellà, el Banksy del cómic

El pasado verano, toda la prensa cultural del país enloquecía: la portada de Schmilco, el nuevo álbum de Wilco, venía ilustrada por el dibujante catalán Joan Cornellà (Barcelona, 1981). Pese a la euforia, durante los días siguientes -y los siguientes a éstos- los mismos medios que habían parado rotativas por Cornellà fueron incapaces de arrancarle declaración alguna. Nosotros, que tratamos de cerrar una entrevista con él, tampoco lo logramos.

Violento, hilarante, de mal gusto, surrealista, censurable -y censurado, de facto, en sus propias redes sociales. Estos son algunos de los adjetivos que acumula Cornella con sus publicaciones, tanto las online como las offline -superventas como Zonzo o la recientemente publicada en Estados Unidos Mox Nox. Bajo un estilo profundamente icónico, pues sus páginas siempre responden a una misma estética (seis viñetas, colores pastel, rostros clónicos), Cornellà regurgita su bagaje underground para convertirlo en una expresión pop abiertamente sórdida.

Incluso a estas alturas del artículo, existe la posibilidad, aunque bastante remota, de que el nombre de Joan Cornellà no os diga nada. Lo físicamente imposible es que, revisando vuestros timelines, no os hayáis topado con alguno de sus dibujos -ilustraciones que alcanzan cifras obscenas de likes y retuits. La abrumadora repercusión de cada uno de sus trabajos es, probablemente, la misma que le ha permitido crearse ese personaje hermético y misterioso que rehuye todo tipo de focos y micrófonos; incluso los nuestros. Y es que este texto nace de una entrevista truncada, imposible; nace de un fracaso. Puestos a fracasar, decidimos hacer nuestro el título de una de sus primera obras; nos repetimos, una y otra vez: si has de fracasar, Fracasa Mejor. Nuestra forma de caer escaleras abajo (pero con gracia) pasa por reunir en el presente artículo a distintas voces, educadas tanto en el cómic como en el arte contemporáneo, que tienen mucho que decir sobre este artista tan lacónico como fascinante.

“Cornellà es una rara avis; un ser único. No me extraña que lo pete. Lo descubrí cuando se presentó a un concurso de cómic en el que yo hacía de jurado, nos conocimos en la cena posterior, y hubo buen rollo; incluso le acompañé en la presentación de su primer cómic, Abulio. Por aquel entonces yo era director de El Jueves y, como me molaba mucho lo que hacía, le propuse colaborar en la revista. El material que hacía aquellos años era muy distinto al de ahora: recuperaba una tradición underground setentera loquísima, con diálogos abundantes y una suciedad gráfica muy bestia”. 

Albert Montenys

Dibujante y director de Orgullo y Satisfacción.

“La primera vez que llevamos nuestro festival de cómic de autor a Madrid, Joan tenía que participar en una charla y, en su lugar, cogió a otra persona para que se hiciese pasar por él. No sé si era alguien que le había entrado la noche anterior, o si era un fan suyo que se había prestado al juego. El caso es que, al acabar el acto, él tenía programada una sesión de firmas al fondo de la sala; pero la peña, al no ponerle cara, se iban sin que les firmase el cómic. Cosas así no hacen más que alimentar esa figura misteriosa y peculiar, tan acorde a lo que trata en sus cómics”.

Borja Crespo

Gestor cultural y organizador del festival Graf.

“Joan ya no es que dibujase el cartel de Taller Capuchoc, sino que en algunos de nuestros vídeos llegó a hacer incluso de cámara. Es un tipo multidisciplinar, pero lo realmente interesante es que forma parte de un nuevo paradigma: el de la gente que se ha hecho famosa gracias a Internet. Son perfiles que que no necesitan a los medios convencionales; de hecho, cuando éstos les ofrecen sacarles un reportaje, pasan, porque se exponen a preguntas incómodas o a periodistas que no entienden nada. Cornellà se ha ganado su éxito él solo, en su casa, con su Facebook y sus pinceles”.

Carlos de Diego

Miembro de Pioneros del Siglo XXI y productor de Taller Capuchoc.

“De la misma forma que hicieron figuras como Robert Crumb, Chris Ware, Daniel Clowes o Robert Williams, Joan Cornellà -y su habilidad para hacer crítica social a través de la sátira- ha difuminado la línea que separaba a los cómics del arte convencional. Cuando inauguramos su exposición en la galería que tenemos en San Francisco, al ser la primera vez que sus láminas se exponían en Estados Unidos, vinieron cientos de personas a conocerle, comprar sus cuadros y pedirle firmas; mucha gente incluso tuvo que esperar horas para poder entrar, porque la cola ocupaba dos manzanas”.

Ken Harman

Comisario artístico y propietario de la galería Spoke Art.

“Cornellà, su sensibilidad oscurísima y su sentido del humor, están muy en sintonía con otros de los autores que edito en Fantagraphics, como Johnny Ryan. Joan es uno de los mejores dibujante del panorama actual, y me enorgullece poder publicarlo en USA. Lanzamos Mox Nox el año pasado y vendimos la primera tirada casi de forma inmediata. Ahora va por la tercera edición, y no nos extrañaría tener que volver a imprenta antes de que termine 2016. La respuesta del público americano está siendo genial, con lo que el año que viene editaremos también otro de sus trabajos, Zonzo”. 

Eric Reynolds

Entintador de Peter Bagge y editor en Fantagraphics Book.