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Dos formas de entender la moda y una pasarela

Alvarno y Jorge Vázquez, reyes del vestido de noche, cierran una cita revitalizada por Mané Mané y María Ke Fisherman

Desfile de Alvarno durante la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Desfile de Alvarno durante la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.Jaime Villanueva
Carmen Mañana
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En la 64º edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM), que terminó este lunes, hubo tensión. Aunque, en este caso, de la mejor clase: creativa. Dos corrientes opuestas dominan la pasarela y, por extensión, el diseño español. Por un lado, se imponen los reyes del vestido de cóctel y el traje de noche, representados, entre otros, por Alvarno, Jorge Vázquez y The 2ndSkin, protagonistas de la última jornada de la semana de la moda en Madrid. Por otro, pide paso una nueva generación de creadores que practican el feísmo irónico. Encabezada por Mané Mané, María Ke Fisherman o Palomo Spain, reivindican los códigos más kitsch de su adolescencia, transcurrida durante la segunda mitad de los años noventa. Desde la estética gótica a la del manga, pasando por la tecno o la emo. Más allá de debates sobre su originalidad, lo que resulta incontestable es que estos han logrado insuflar pasión a una pasarela sedienta de emociones.

Desfile de Jorge Vázquez.
Desfile de Jorge Vázquez.Eduardo Parra (Getty Images)

La mayor parte provienen del Ego, la cita dedicada a los diseñadores emergentes que se celebra al día siguiente de la MBFWM. Su esperanzadora proyección confirma la labor de esta plataforma como imprescindible cantera de nuevos talentos.

Y mientras ellos transgreden los convencionalismos, otros los abrazan. Sin que esto último pueda considerarse un reproche. Porque una industria sana necesita ambos perfiles. Tres marcas que no pierden jamás de vista los gustos de sus clientas son Jorge Vázquez, Alvarno y The 2ndSkin. El primero recurrió a la película Mogambo como referente para construir una propuesta dominada por la rafia, los flecos y los estampados tropicales. Tras ganar el premio a la mejor colección de la pasada edición de la pasarela, el diseñador buscaba mantener “el mismo nivel de energía” sin salirse de su zona de confort. Una difícil ecuación que trató de resolver con prendas de factura impecable. “Tengo que ser fiel a mi estilo que es lo que me funciona”, aseguraba. De momento, la fórmula parece darle resultado. Además de sus tiendas de Madrid y A Coruña, planea abrir otras dos en Palma y Bilbao.

 Huir o no de la redundancia

Desfile de The 2nd Skin Co.
Desfile de The 2nd Skin Co.J. J. Guillén (EFE)

Álvaro Castejón y Arnaud Maillard, diseñadores de Alvarno, presentaron una colección en la que el 10% de las piezas eran reinterpretaciones de sus best sellers: abrigos y vestidos en malla de neopreno que nunca faltan en su boutique madrileña. Imponentes bordados recorrían su propuesta de la primera a la última prenda; a veces enriquecidos con pedrería para rematar pequeños tops y otras, cosidos a sudaderas. Que la mayor parte de sus creaciones abandonan el armario cuando cae el sol lo prueba el hecho de que Maillard destacase como novedoso el haber realizado por primera vez un pantalón cargo.

Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, responsables de The 2ndSkin, tampoco se salieron de un guion mil veces ensayado: vestidos femeninos, con volúmenes marcados y siluetas limpias. “Nos preguntamos de qué viven esas marcas que no tienen una producción real. Es como si eres muy buen pastelero pero solo haces postres de exposición”, apuntó Fernández. El peligro que el dúo trata de sortear es el que acecha a la mayoría de las firmas que desfilan en Ifema: caer en la irrelevancia en pos del éxito comercial. Pero huir de la redundancia parece un objetivo casi utópico, a juzgar por lo visto en esta edición de Cibeles. Para la próxima primavera-verano, The 2ndSkin juega a integrar volantes en el bajo de las faldas y en la pechera de las camisas. Los tejidos —organzas, rasos de algodón y jacquard— dan apresto y a la vez ligereza a una propuesta inspirada en las mujeres del sur de España. Aunque, según Burrillo, solo el 15% de sus prendas se queda dentro de la Península.

Desfile de Maria Ke Fisherman.
Desfile de Maria Ke Fisherman.Pablo Cuadra (Getty Images)

Uno de los desfiles que más expectativas generó fue el de Felipe Varela, aunque por razones ajenas a las creativas. En su segunda temporada en la MBFWM, el modisto de cabecera la reina Letizia volvió a ser el único en no hablar con la prensa y en enseñar su colección —una propuesta incomprensible— después del show y no antes, como hacen sus compañeros.

Premios, pagos y planes

C.M.

“He puesto el mismo cariño en esta colección que en las demás. Pero siempre es una alegría que reconozcan tu trabajo”, reflexionaba Juan Duyos nada más conocer que había ganado el premio L’Oréal a la mejor colección de la 64º edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid (MBFWM). Es la tercera vez que el madrileño recibe este galardón: la primera fue con su debut en la pasarela hace 17 años, y la segunda, en febrero de 2013.

Su delicada propuesta inspirada en un jardín y su maestría en el uso del color le han valido el reconocimiento del jurado anunciado la tarde de este lunes, que se materializará en un reportaje fotográfico en una publicación especializada de tirada nacional.

Marta Ortiz ha sido reconocida como mejor modelo con un premio de 6.000 euros. Esta valenciana de 22 años ha trabajado para Vivienne Westwood y es una de las maniquís fetiche de Juan Vidal.

Además de organizador de los premios, L’Oréal es también uno de los principales patrocinadores de la MBFWM, junto con la firma automovilística que da nombre a la cita e Inditex. Con la colaboración de otras 16 marcas aportan el 65% de los tres millones de euros de presupuesto de cada edición. Ifema sufraga otro 30%, según confirma su directora Cuca Solana, y los diseñadores, como en años anteriores, abonan una cuota de 4.000 euros por desfile. La partida más costosa es la destinada a las modelos. Sus honorarios suponen 20.000 euros por presentación: más de medio millón en total, que asume Ifema. La organización -participada por el Ayuntamiento, la Comunidad, la Cámara de Comercio y la Fundación Monte de Piedad de Madrid- cuenta, desde hace tres meses, con un nuevo presidente, Clemente González Soler, y director general, Eduardo López-Puertas.

“Nuestro objetivo es aumentar el impacto que tiene la Fashion Week en la economía y el turismo de Madrid”, explica el nuevo director general. “Para ello queremos potenciar todo lo que se mueve alrededor de esta cita: eventos como la Fashion Night Out pero también los desfiles en otras localizaciones de la capital”, concluye Puertas.

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