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Acabar con el matrimonio infantil de una vez por todas

Es importante que la gente joven de Malawi encabece el cambio, tanto cultural como legal, para acabar con las bodas de menores

Tionge, activista contra el matrimonio infantil en Malawi.
Tionge, activista contra el matrimonio infantil en Malawi.Marco Betti (Plan International)
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Un grupo de jóvenes activistas de Malawi estamos trabajando con el gobierno para reformar la Constitución del país y acabar con el matrimonio infantil de una vez por todas.

Malawi presenta una de las mayores tasas de matrimonio infantil del mundo. Las niñas y mujeres casadas suelen ser obligadas a abandonar su educación, lo que reduce cualquier esperanza de un futuro mejor para ellas. Las niñas en esta situación corren además mayor riesgo de sufrir violencia, abusos y violaciones.

Me llamo Tionge, tengo 24 años y estoy defendiendo los derechos de las niñas y mujeres de mi país junto a Plan International. Sé bien por qué acabar con el matrimonio infantil en Malawi es tan importante y cuánto necesitamos el apoyo de la sociedad para conseguirlo.

Es un gran problema. No creo que, con 17 años o incluso menos nadie esté preparado para dar ese paso. La vida tiene sus fases: durante la infancia, las niñas y los niños tienen derecho a ser lo que son, a aprender y a jugar. En la adolescencia, tenemos derecho a que nos dejen ser jóvenes y desarrollarnos para elegir la vida que queremos y decidir por nosotros mismos cuándo y con quién casarnos. Una mujer necesita estar preparada física y mentalmente para el matrimonio, no es algo con lo que una niña de 11 años pueda ni deba lidiar. No es justo.

Diferentes estudios en psicología han demostrado que las personas comienzan a descubrir su identidad durante la etapa de la adolescencia. ¿Por qué impedírselo a las niñas? ¿Por qué las obligamos a hacerse cargo de otros mientras ellas están intentando entender quiénes son?

No creo que, con 17 años o incluso menos nadie esté preparado para dar el paso de casarse

Esto es lo que me animó a hacer algo al respecto. Estoy rompiendo los esquemas sobre lo que se espera de una chica en mi país; junto a Plan International, estoy hablando con las autoridades y el Gobierno y trabajando para conseguir un cambio.

Muchos jóvenes hemos estado haciendo campaña durante dos años para poner fin al matrimonio infantil en Malawi. Nos hemos formado mucho para entender la ley y los vacíos que existen en ella y permiten que el matrimonio infantil continúe siendo una práctica habitual. Nos hemos reunido con la ministra de Igualdad y nos ha ofrecido su ayuda. El Gobierno nos apoya, se alegran de que la gente joven se comprometa, y por ello pensamos que podemos alcanzar un impacto real. Somos los líderes, no de mañana, sino de hoy: ¡es importante que la gente joven encabece el cambio!

En 2015, la ley cambió para prohibir el matrimonio infantil, pero una pequeña sección de la Constitución sigue permitiendo que los menores de 18 años contraigan matrimonio con el consentimiento paterno, lo que significa que muchos padres continúan obligando a sus hijos e hijas a casarse en contra de su voluntad. Queremos modificar dicha sección porque creemos que genera más desigualdad en nuestra sociedad.

Hemos organizado una conferencia especial el 12 de agosto en la que tendremos la oportunidad única de trabajar con los dirigentes políticos y conseguir su apoyo para modificar la Constitución.

Ya hemos trabajado sobre esto con el Gobierno y han colaborado con nosotros. Sabemos que cambiar la constitución es solo el comienzo. También es necesario abordar las desigualdades dentro de las propias familias: a las niñas se les enseña que no pueden soñar ni tener ambiciones, mientras que los niños sí.

Si las niñas tienen que ser buenas madres y esposas, ¿por qué no han de serlo los niños y los padres? Los hombres y las mujeres deberían compartir las responsabilidades en la familia. Una compañera, Mervis, tiene un hermano gemelo: a él le tratan muy diferente. Ella tiene que volver a casa directa del colegio para hacer las tareas domésticas, mientras su hermano ni siquiera sabe cocinar.

Mis hijos aprenderán que las niñas y los niños son iguales y deben ser tratados como tal.

Si podemos cambiar la Constitución y enseñar a las familias a no discriminar a las niñas, las salvaremos del matrimonio infantil, podrán continuar su educación y escapar del embarazo temprano y ser madres solo cuando estén preparadas para serlo.

¡Las mujeres tenemos que alzar la voz por nuestros derechos y liderar el cambio en la sociedad!

Tionge Mhone es joven embajadora de Plan International en Malawi.

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