Absurdo, y ridículo
Incidiendo en la carta titulada Un sistema absurdo publicada en este diario el 3 de julio, el sistema, además de absurdo, es ridículo. Soy médico y estando de viaje me firmé una receta oficial de la Seguridad Social y en una farmacia de Madrid me tuvieron esperando para solicitar “autorización” para dispensarla porque la receta llevaba escrito Sistema Sanitario Público de Andalucía. Está claro que la sanidad depende de las comunidades autónomas, pero los pacientes necesitan las mismas prestaciones en todo el Estado. Efectivamente, parecemos menos ciudadanos cuando abandonamos la comunidad en la que residimos.— José Manuel Sánchez Calle. Benalmádena (Málaga).
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