Los secretos de ‘Juego de tronos’
Una legión de fans, presupuesto desorbitado, violencia, sexo y fantasía han convertido a la serie de HBO en una de las de mayor éxito. Peligro de ‘spoiler’
Todo comenzó con una cabeza cortada. Antes de terminar la primera temporada, moría quien parecía el protagonista de una historia de luchas por el poder en un mundo pseudomedieval con dragones, zombis y magia de por medio. Justo en ese momento millones de espectadores en todo el mundo se quedaron con la boca abierta y enganchados sin remedio a la que posiblemente sea la mayor producción televisiva jamás hecha por sus despliegues en pantalla y su repercusión fuera de ella. Cada temporada de Juego de tronos es esperada con una enorme expectación, alimentada desde la todopoderosa cadena de cable estadounidense HBO (en España Canal + Series no se queda atrás en el esfuerzo publicitario), seguida por los medios de comunicación y blogs al detalle y avivada por las especulaciones de unos seguidores que intentan saciar su apetito entre temporadas como sea. Tras el reciente final de su sexta entrega y a falta de nuevos volúmenes de la saga literaria en la que se basa, Canción de hielo y fuego, no queda más remedio que teorizar sobre el futuro de los protagonistas. Pero, ¿cuál es la razón del éxito de Juego de tronos?
Primero lectores, después espectadores. Juego de tronos no nace de la nada. Se estrenó en 2011, pero el primer libro de Canción de hielo y fuego (titulado, precisamente, Juego de tronos) se editó allá por 1996. George R. R. Martin ya ha publicado cinco títulos y tiene otros dos en perspectiva. Antes de que llegara la adaptación televisiva, los Stark, Lannister, Targaryen y demás ya contaban con una legión de seguidores en todo el mundo, un seguimiento que aseguraba la buena acogida de la serie y que había puesto las bases de su fenómeno fan. El que detrás de su adaptación a la televisión estuviera la cadena HBO, casa de títulos como Los Soprano o The Wire, era otro factor más para confiar en el buen acabado.
Grandes cifras. Aunque nunca se ha confirmado de forma oficial su presupuesto, los medios estadounidenses apuntan a que cada capítulo de la sexta temporada ha costado una media de 10 millones de dólares (9 millones de euros), un presupuesto que les permite grabar batallas como la del noveno capítulo de esta temporada que enfrentaba a los bastardos de las casas Stark y Bolton o las luchas de Casa Austera o de Aguasnegras en temporadas pasadas. En 2015, Juego de tronos batió el récord de premios Emmy para una serie al lograr 12 estatuillas con su quinta temporada.
Más allá de la televisión. Hace tiempo que es habitual escuchar a políticos españoles citar a Juego de tronos. La serie se ha analizado desde muchos puntos de vista, pero el de las estrategias de alianzas y los modelos de gobierno es uno de los más recurrentes. Además, desde el punto de vista económico la serie actúa también como un poderoso dinamizador del turismo y la economía de los lugares de rodaje. Desde la quinta temporada, España es uno de los países elegidos por la producción para algunas localizaciones. Han sido su escenario Sevilla, Osuna, Girona, Peñíscola, Almería, Guadalajara y Navarra, a los que, a falta de confirmación, se podría sumar País Vasco.
Intrigas, dragones, violencia y sexo. Por donde engancha una serie es por sus personajes y sus tramas. En el caso de Juego de tronos, de personajes anda sobrada. Eso permite a Martin y a los guionistas eliminar, con las muertes más variadas, a cualquier personaje en cualquier momento. Nadie está a salvo, incluso quienes puedan parecer protagonistas imprescindibles. En cuanto al argumento, la serie combina una vertiente realista, con estrategias políticas, intrigas palaciegas y casas enfrentadas por el poder, con dosis de fantasía en forma de dragones, zombis o brujas que resucitan a los muertos. Además, como buena ficción de la televisión de cable estadounidense, hay altas dosis de violencia y, por supuesto, desnudos y sexo.
El poder femenino. “En Juego de tronos, o ganas o mueres”. La frase la dijo Cersei en la primera temporada. La maquiavélica Lannister tenía claro de qué iba la historia. Ella es solo una de las mujeres que avalan el que Juego de tronos, en contra de las apariencias, se pueda considerar en muchos aspectos una serie feminista. Las mujeres acumulan cada vez más poder, como es el caso de Daenerys Targaryen o Cersei Lannister, y nada las detiene, como a la vengativa Arya Stark. La ficción está poblada de personajes turbios con los que es fácil conectar o a los que odiar. Espectadores hombres y mujeres pueden engancharse por igual a una historia en la que ellas son igual de malas que ellos.
Temporadas de menos a más. Aunque la expectación por la llegada de cada nueva entrega es enorme, los espectadores saben que lo mejor estará en los capítulos finales. Los episodios número nueve son famosos por contener algunos de los momentos más impactantes: el ajusticiamiento de Ned Stark, la batalla de Aguasnegras, la sangrienta Boda Roja, la batalla del Muro, la muerte en la hoguera de la princesa Shireen y la batalla de los bastardos.
Serie global, peligro de ‘spoiler. Desde los tiempos de Perdidos, el seguimiento de las series-fenómeno se ha convertido en un evento que tiene lugar en todo el mundo a la vez. Alguien que, por voluntad propia o por necesidad, se retrase un día en ver un episodio, corre peligro de encontrarse con spoilers por doquier. El año pasado, Juego de tronos empezó a emitirse de forma simultánea en 170 países, facilitando a sus seguidores huir de los tan temidos destripes. Con esta estrategia, la serie trataba de ganar la batalla a la piratería: también lidera la lista de las ficciones televisivas más descargadas cada año.
De actores desconocidos a estrellas. Una producción televisiva de este calibre y con tanto seguimiento era inevitable que lanzara a la fama a sus actores principales, muchos de ellos desconocidos. Para Kit Harington (Jon Nieve), Sophie Turner (Sansa Stark) y Maisie Williams (Arya Stark), Juego de tronos fue su primera experiencia como actores. Emilia Clarke (Daenerys Targaryen) solo había hecho algunos pinitos ante la cámara, y para otros, como Lena Headey (Cersei Lannister), Nikolaj Coster-Waldau (Jaime Lannister) y Peter Dinklage (Tyrion Lannister), ha sido el trampolín definitivo al estrellato.
Se acerca duro el invierno... y el final. No hay todavía confirmación oficial, pero parece que a Juego de tronos le quedan pocos capítulos. El deseo de sus creadores, repetido en diversas ocasiones, es que la historia se cierre con otras dos temporadas que serían más breves de lo habitual. En la séptima entrega, ya confirmada, los cinco actores principales de la serie (Kit Harington, Peter Dinklage, Emilia Clarke, Nikolaj Coster-Waldau y Lena Headey) pasarán a cobrar medio millón de dólares por capítulo, situándose entre los mejor pagados de la televisión. El final de la lucha por el Trono de Hierro se acerca. Pero hasta que sepamos quién logra dominar los Siete Reinos, aún queda tiempo para disfrutar.
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