El corto oficial del Orgullo Gay de Madrid: un arma contra la homofobia

Decía Oscar Wilde que “la única diferencia entre los santos y los pecadores es que los santos tuvieron su pasado, y los pecadores tienen su futuro”. La comunidad gay, aún a día de hoy, sigue siendo considerada como culpable. Prueba de ello ha sido la matanza de Orlando del pasado 12 de junio en la que hubo 49 fallecidos y 53 heridos. A propósito de este suceso, el Día del orgullo Gay de este año será más emotivo si cabe.

Esta celebración en la que se insta a la igualdad, al respeto y a la tolerancia, se celebra desde hace 47 años a propósito de la redada policial que tuvo lugar en Stonewall Inn, un bar de ambiente en el barrio del Greenwich Village (Nueva York). La lucha que se produjo entre clientes del bar y la policía se han tomado como la primera vez que la comunidad LGTBI luchó por sus derechos civiles. De hecho, en 1999, este lugar se incluyó dentro del Registro de Lugares históricos de Nueva York y el pasado 24 de junio Barack Obama lo declaró como Monumento Nacional.

La celebración del Orgullo Gay en Madrid este año –conocida también como Madrid Pride o MADO (Madrid Orgullo)– cuyos fastos comienzan hoy miércoles y finalizan el domingo, tiene dos novedades. La primera, que no habrá pregón. ¿La razón? Las protestas de la comunidad LGTBI a propósito de que los escogidos para ello fuera el jurado de Master Chef España: Samantha Vallejo-Najera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz por considerarles poco representativos de las luchas y reivindicaciones del colectivo.

La segunda novedad es que la Plaza de Pedro Zerolo (antigua Plaza Vázquez de Mella) acogerá a partir de las ocho de la tarde un homenaje a las víctimas de Orlando y se proyectará Por un beso, el cortometraje oficial de Madrid Pride. La pieza está dirigida por David Velduque que ha querido contar en tres minutos la realidad que viven muchas parejas homosexuales. TENTACIONES ha charlado con el director sobre la pieza.

¿Cuándo y cómo surgió este proyecto?

Este proyecto surge de la mano con Pelayo Rocal, uno de los actores protagonistas de la historia. El corto nace a raíz del aumento de agresiones al colectivo LGTBI en la Comunidad de Madrid que, en lo que llevamos de año, se ha multiplicado casi por tres respecto al año pasado. Llevamos 98 agresiones en 2016, la mayoría de ellas en la ciudad de Madrid. Es algo de lo que se debería hablar más en los medios generalistas, así que, por eso me lancé sin duda a contar esta historia.

¿Cómo lo has financiado?

La producción a nivel de dinero es nuestra. He invertido porque considero que es un proyecto muy necesario para los tiempos que corren, en los que no debemos olvidar que los derechos por los que tanto ha luchado el colectivo LGTBI han sido muy difíciles de conseguir. Es muy importante que no olvidemos que continuar apostando por la visibilidad, la concienciación y la educación, es clave para conseguir una sociedad donde el amor no se penalice. Hemos contado con la colaboración de Shangay, con los que ha sido un verdadero placer trabajar. Ellos nos han ayudado en la búsqueda de colaboradores que han aportado de manera desinteresada comida durante el rodaje o localizaciones, entre otras necesidades. También, hemos conseguido estrenar el cortometraje de manera oficial en la recién estrenada Plaza Pedro Zerolo, donde además habrá un homenaje a la víctimas de Orlando. Todo un orgullo. Gracias a ellos conseguimos darle una exposición mayor a esta historia, que queremos que llegue a mucha gente.

¿Cuánto tiempo has tardado en rodarlo?

El rodaje fue de tres días, hace dos semanas, y la verdad es que ha sido toda una locura, tanto de rodaje como de edición y postproducción. Fuimos recorriendo todo Madrid, corriendo de un sitio para otro para captar todos los momentos que necesitaba para contar esta historia. Madrid es uno más de los protagonistas del corto.

¿Qué pretendes transmitir con este corto?

El amor es amor, sea de la forma en la que sea o en la combinación que sea.

¿De qué manera has vivido todo lo sucedido en Orlando?

Con mucha pena. Lo de Orlando sucedió el día antes de que comenzáramos el rodaje y a todo el equipo se nos pusieron los pelos de punta el día que comenzamos a rodar. Todo ese dolor lo hemos querido convertir en fuerza para este proyecto, en el que todos hemos puesto mucho amor, tiempo y esfuerzo.

¿Cómo crees que pueden erradicarse este tipo de comportamientos en la sociedad?

Creo que es un tema bastante complicado de erradicar, pero como te comentaba antes yo creo que todo pasa mucho por la visibilidad, concienciación y educación. Leía el otro día unas palabras de un amigo en Facebook que precisamente hablaba de todo el odio que se ha vivido por parte de las mujeres o del colectivo LGTBI, y que todo ese odio tiene un poso en la sociedad, una sociedad que visto lo visto no vive un buen momento. Cuando los ánimos están caldeados, este poso del que te hablo se puede convertir en un peligro.

¿Te has planteado hacer un documental sobre las secuelas que dejan las agresiones?

Este proyecto me ha enseñado muchas cosas a nivel personal. Lo he enfrentado con muchos miedos también como director, y tengo mucho que agradecerle a todo lo que me está dando sin haberse aún estrenado. Mi planteamiento es darle visibilidad a la historia y dejarme llevar con lo que vaya surgiendo. De hecho es muy interesante que preguntes esto porque para después del verano tengo planteada una proyección con una asociación para poder organizar un coloquio y hablar de este tema precisamente.

¿Qué te parece cómo se han desarrollado los acontecimientos en la celebración del Orgullo de este año en Madrid?

Sobre todo este tema lo único que me gustaría decir es que es una pena que no haya habido finalmente un pregón. Más allá de esta polémica, creo que es importante que reflexionemos sobre la importancia que tiene la semana del Orgullo para la gente, no sólo para la personas que vivimos en grandes ciudades, sino también para todas aquellas personas que viven en lugares más pequeños, en pueblos o en sitios donde carecen de referentes.