El Toro de la Vega
La mayor parte de los vecinos de Tordesillas, con el alcalde a la cabeza, están indignados con la decisión de la Junta de Castilla y León de suprimir el Toro de la Vega. Alegan que se trata de una tradición de hace siglos y que hay que mantener a toda costa. Está bien eso de mantener las tradiciones. En la época en que empezó a celebrarse el Toro de la Vega era tradicional quemar en la hoguera a las tachadas como brujas, a los herejes y a todos aquellos que no caían muy simpáticos a la Santa Inquisición. Hasta no hace muchos años era tradicional en España la utilización del llamado garrote vil. Ya que a los vecinos de Tordesillas, con su alcalde a la cabeza, les gustan tanto las tradiciones les recomiendo que repongan esas dos extintas costumbres, aunque, eso sí, las pongan en práctica solamente entre el vecindario de Tordesillas (con su alcalde a la cabeza).— José Ignacio Angulo Merino. Burjassot (Valencia).
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