No cumplisteis

Me dijisteis que tendría una educación pública y de calidad, en igualdad de condiciones con el resto de niños fuera cual fuera el hogar del que viniéramos. Me dijisteis que de mayor podría estudiar aquello que me gustaba y ser lo que yo quisiera y que si mi familia no podría asumir el coste de la universidad me ayudaría el Estado con las becas que fueran necesarias. Me prometisteis que podría acceder a un puesto de trabajo remunerado dignamente y que a pesar de empezar por el escalafón más bajo, el sueño de tener un futuro no muy lejano en el que la estabilidad laboral y personal estuvieran presentes no era una utopía. Dijisteis que habría algo de paro, como en todos los lugares, pero que no sería para nosotros un problema si cumplíamos con nuestra parte del contrato. Pero un día, abrí el periódico y me di cuenta de que las becas se habían recortado por millones, de que el desempleo juvenil era del 50% y de que era imposible encontrar un empleo estable. Nos mentisteis. Cumplimos nuestra parte del contrato pero vosotros os olvidasteis de vuestras promesas. ¿Cómo esperáis ahora que os demos nuestra confianza?— Ivan Zalinkevicius Moretti. Alicante.