Contra el maltrato animal en el país del ‘foie gras’

L214 es una asociación más contra el maltrato animal. Su sistema, sin embargo, la distingue. Está logrando escandalizar a un país como Francia, primer productor de foie gras del mundo e importante potencia cárnica, y movilizar a su Gobierno. Dicho sistema consiste en filmar vídeos con cámara oculta allá donde la crueldad gratuita contra el ganado parece moneda corriente. Tres vídeos han despertado las conciencias.

En octubre del pasado año, L214 publicó un vídeo rodado en el matadero de Alès, en el sureste de Francia. En él se veía el maltrato que recibían caballos, vacas, ovejas y cerdos. “Entre en un matadero”, invitaba la asociación en su página web. “Vea por usted mismo y ayúdenos a terminar con esta crueldad”. El vídeo mostraba la agonía de los cerdos gaseados, la tortura de las vacas vivas suspendidas de una pata y troceadas antes de morir o los golpes y risotadas de los operarios cuando los sistemas de adormecimiento fallaban. El vídeo registró 2,3 millones de visitas.

En febrero se aireó otro vídeo similar rodado en el matadero de Vigan, en la misma zona y con 1,8 millones de visionados. El martes pasado un tercer vídeo en un matadero del País Vasco francés parece confirmar que la crueldad gratuita en los mataderos franceses no es algo excepcional.

L214 emprendió antes de esto una campaña contra la alimentación forzosa de patos y ocas en la industria del foie gras. Francia es el primer productor mundial de este embutido y no ha prohibido esta cruel práctica como han hecho ya otros países. Pero la batalla continúa y los vídeos de los mataderos, que hasta ahora solo han conseguido cierres temporales de los establecimientos, han movido esta vez al Ministerio de Agricultura a abrir una inspección general en todo el país. Enfrente están los ganaderos, que ya han visto cómo la concienciación medioambiental y la alerta de la OMS contra la carne roja está reduciendo el consumo. Incluso los franceses llevan 10 años rebajando la carne en su dieta. Puede que estos vídeos les empujen a seguir por esa senda; salvo que los mataderos cambien sus hábitos.