¡Niñas, niños, al Congreso!
PorCristina Junquera, Responsable de Políticas de Infancia e Incidencia Política de UNICEF Comité Español.
La semana pasadavivimos un hecho histórico: un acuerdo unánime en el Congreso de los Diputados para la creación de una Comisión no legislativa de Derechos de la Infancia y Adolescencia. Bravo por ellos, y bravo por las entidades y particulares que llevamos tanto tiempo pidiéndolo, y no por capricho, sino porque los niños y niñas, aunque no voten, son ciudadanos de primera, sujetos de derecho y además un Bien Social responsabilidad de todos.
En la pobreza infantil está el germen de una sociedad más pobre y más desigual en el futuro, y como sabemos más de uno de cada tres niños y niñas en nuestro país (el 35,8%, casi 3 millones) viven en riesgo de pobreza o exclusión social, es decir, ingresos por debajo del umbral de la pobreza, carencia material severa y/o en hogares donde los adultos están desempleados o trabajan menos de un 20% de su tiempo. La pobreza en España sigue teniendo rostro de niño. Las tasas de pobreza entre los menores de 18 años son mucho más altas que en los adultos.
Como contamos en el informe de UNICEF La Infancia en España 2014, esta situación se debe a una serie de debilidades estructurales en las políticas sociales y de infancia en nuestro país, que se caracterizan por unos niveles bajos de inversión y de eficacia.
La infancia tiene que tener un mayor peso en la agenda política y su valor social debe ser más reconocido. Una apuesta política y social por ellos es posible y necesaria. Empezamos a ver indicios de esta apuesta. La creación de la Comisión en el Congreso es un paso fundamental para la presencia de la infancia en la agenda. Es un paso adelante en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño en nuestro país; y seguro, es un paso adelante en la oportunidad de ejercer el derecho a la participación, porque estoy segura de que conllevará acciones y espacios para potenciar este derecho fundamental.
Los niños y niñas son ciudadanos activos, agentes de cambio que desean contribuir a una sociedad más justa y equitativa. Así nos lo demostraron con sus aportaciones a los programas electorales.
En estos momentos de situación política incierta, de negociaciones y pactos, podríamos pensar que estamos en el camino de lograr un Pacto de Estado por la Infancia, entendido como un compromiso político real por un colectivo de población que representa el 17,5% 0 8,3 millones de este país. La infancia es presente y futuro, y tenemos ante nosotros a la generación que puede salvar el planeta, acabar con la pobreza. ¿Cómo no dejarles sitio y visibilizarles?
Nosotrosresaltamos tres elementos clave para este gran compromiso político:
1- Lucha contra la pobreza infantil y por la inclusión social de la infancia.
2- Apuesta por una educación inclusiva y de calidad.
3- Elementos generales - elementos clave para una gobernanza democrática: participación infantil, coordinación, legislación, evaluación de impacto, medición- indicadores.
Vamos viendo avanzar los objetivos que nos habíamos propuesto: incorporar mecanismos de seguimiento y evaluación permanente para asegurar la presencia de la infancia en la agenda política; fortalecer la perspectiva de la infancia dentro de entidades y plataformas sociales generando un amplio consenso respecto a una agenda compartida; mejorar el conocimiento respecto a los derechos de la infancia en España y la Convención sobre los Derechos del Niño y la movilización social para promoverlos y hacerlos efectivos.
Son ya diez las Comunidades Autónomas que disponen de Pactos Autonómicos de Infancia, en su mayoría promovidos por UNICEF, junto con otras entidades, para garantizar un compromiso por la infancia y un adecuado seguimiento del mismo.
Lograremos un pacto político si existe un gran pacto social, si se logra aunar voluntades políticas y sociales que reconozcan el valor social de la infancia.
Si nos detenemos en las funciones de la Comisión vemos que tendrá como objetivo "garantizar que todas las leyes, políticas, mecanismos, planes, programas y presupuestos estén en alineación con el interés superior de la infancia y el enfoque de los derechos del niño mandatados con la Convención, con las Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño, con el marco legislativo de la UE y del Consejo de Europa y con la Constitución española".
Además, velará por el adecuado seguimiento y evaluación de la inversión en la infancia, estableciendo mecanismos de seguimiento y evaluación; y por un sistema integrado de protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, para articular y dar seguimiento a las actuaciones desde distintos ministerios y servicios; promoverá la participación de las familias, los niños, las entidades sociales y el sector privado; y abrirá un diálogo permanente con la sociedad civil.
Seguimos en la brecha, seguimos aunando voluntades, dando la oportunidad de que se escuche la voz de los niños y las niñas. Gracias representantes políticos por haberlo hecho posible. Gracias a todas las personas y entidades que creemos que considerando “el poder de la infancia” estamos cambiando el mundo.
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