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Los políticos argentinos, un imán para las famosas

La reciente separación de la gobernadora de Buenos Aires atrae de los medios. Ya sea por amor real o conveniencia electoral, dirigentes y 'celebrities' están en el punto de mira

Juan Manuel Urtubey e Isabel Macedo la semana pasada en Argentina.
Juan Manuel Urtubey e Isabel Macedo la semana pasada en Argentina.

Estos días, las revistas de la farándula argentina (y las otras también) se hacen eco del reciente romance entre el gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, y la actriz Isabel Macedo. Un capítulo más de una larga trayectoria de la historia argentina. La tradición de emparejarse con una celebridad parece una condición ineludible de los políticos argentinos para su ascenso en el poder mientras que para ellas, muchas veces se trata de una buena oportunidad para acaparar los flashes. Pero no solo interesan las parejas de políticos y famosos. En las últimas horas, la separación de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal del intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro, con quien se casó hace 18 años, reúne la atención de los medios. "Hemos decidido separarnos. Nuestra prioridad es cuidar a nuestros hijos", dijo la política. Al parecer, el motivo de la separación fue el desgaste que ha sufrido la relación debido a las carreras políticas de ambos, que se intensificaron durante la campaña política que los llevó al poder.

El presidente argentino, Mauricio Macri, y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal ayer.
El presidente argentino, Mauricio Macri, y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal ayer.---- (EFE)

Ni el rock ni el fútbol. Las mujeres más famosas de Argentina parecen desvivirse por otra cosa: el poder político. Podría decirse que el peculiar hábito comenzó con el expresidente Juan Domingo Perón y la por entonces actriz Eva Duarte y continúa con el recién renunciado jefe del bloque kirchnerista en el Congreso de Diputados, José Ottavis, y la vedette Victoria Xipolitakis. Lo cierto es que la opinión pública argentina parece ver con buenos ojos a un candidato que tenga a su lado un símbolo sexual. Una fotografía tomados de la mano en Twitter, una confirmación al periódico y la primera salida social mostrándose ante las cámaras en la que adelantaron casamiento. Todo, en una semana. El gobernador de la provincia de Salta, y para muchos, uno de los principales candidatos a la sucesión presidencial para 2019, Juan Manuel Urtubey, cambió su perfil bajo por una exagerada exposición mediática. En ese plan, cuadra perfectamente la relación con una actriz ávida de contar su vida en redes sociales.

La estrategia no es nueva. El exministro de Economía y candidato presidencial Martín Redrado lo intentó dos veces. Primero, con una ignota columnista de TV llamada Amalia Granata, que al parecer no daba la talla con sus pretensiones. Entonces, conquistó el corazón de una de las mujeres más deseadas del país: Luciana Salazar. Como regla general, el romance se transmite paso a paso por las redes sociales. “Hoy recorrimos Notting Hill, un poco de Selfridge, vimos el musical Beatiful - The Carole King y ahora cenita”, tuiteó hace unos días la exuberante Luli, en su afán por contar el viaje de la pareja por Reino Unido.

Consultado acerca de si existen en el ambiente arreglos de este tipo, Juan Reca, director de la revista de espectáculos Paparazzi, opina que “hay de todo y todos los casos tienen sus matices. El caso de Urtubey con Macedo parece real y lo mismo el de Cirio con Insaurralde. En un primer momento parecía un arreglo pero lo cierto es que llevan dos años de pareja y uno de matrimonio y se los ve superbien”.

Reca se refiere a otro caso emblemático de los últimos años: el del intendente de la localidad de Lomas de Zamora (a media hora de Buenos Aires), Martín Insaurralde, y la aclamada “reina del fitness”, Jessica Cirio, quien nació en el barrio lindante, Lanús. Insaurralde era a finales de 2012 una joven promesa del peronismo en su carrera por las legislativas de 2013, cuando se enfrentó con un Sergio Massa recién alejado del kirchnerismo. Las revistas del corazón se hicieron eco de un supuesto romance entre Insaurralde y la actriz Florencia Peña, que muchos relacionaron con una estrategia para escalar en las encuestas. Finalmente, se supo que la musa inspiradora del político era Cirio. De una manera u otra, Insaurralde perdió los comicios.

Dentro del kirchnerismo, también se destacó la relación entre el procesado exvicepresidente Amado Boudou y la periodista Agustina Kämpfer. También la del último candidato a presidente, Daniel Scioli, y la modelo Karina Rabolini, para muchos, una historia propia de la serie americana House of Cards. Al parecer, la pareja lleva años distanciada pero se habrían mostrado juntos durante los últimos años por conveniencia electoral. Hace unas semanas anunciaron su separación.

Los que también incurrieron en el engaño fueron el exsenador radical Nito Artaza y la actriz Cecilia Milone, quienes este verano blanquearon su amor tras una década en la que habrían sido amantes. Otro caso que hizo ruido lo recuerda el propio Reca: “El del expresidente Carlos Menem y (la presentadora de noticias chilena) Cecilia Bolocco siempre fue muy extraño. Se suponía que ella casi que tenía un sueldo por estar a su lado”. A pesar de las dudas sobre esa relación, ambos tuvieron un niño llamado Máximo. “Muchas de estas parejas son como un estereotipo de familia diferente al que uno tiene”, analiza el director de Paparazzi. “Parecen personas que viven para las fotos y eso hace que uno desconfíe. Salazar y Redrado han tenido capítulos de un amor verdadero pero también han tenido denuncias y peleas muy violentas”.

Si de violencia se trata, el expresidente del bloque kirchnerista en la cámara de Diputados, José Ottavis, parece haber encontrado a su media naranja luego de una tumultuosa relación con su exmujer y madre de su hijo en la que no faltaron denuncias cruzadas de agresiones físicas. Sin embargo, el perfil de su nueva novia, entre otras cosas, le habrían costado su banca. “La pareja parece irreal porque ellos dos parecen irreales, pero desde que están juntos, ella se normalizó y dejo de estar en los escándalos”, analiza Reca.

Victoria Xipolitakis es una vedette de bajo caché que se hizo tristemente célebre después de mandar al paro a dos pilotos de Aerolíneas Argentinas con los cuales se fotografió en pleno vuelo, dentro de la cabina. Ese amor le ha costado el puesto a Ottavis. "Señores diputados y compañeros miembros del Bloque, me dirijo a ustedes a fin de hacerle llegar en el día de la fecha, mi renuncia como presidente de Bloque del Frente para la Victoria. Dicha decisión corresponde a motivos personales", escribió en un comunicado en el que parece dejar en claro que prefirió a una Victoria sobre otra, la de su partido.

Entre las que podemos llamar “serias” hay que contar a la actriz de extensa trayectoria Soledad Silveyra, quien fue pareja del actual titular de medios públicos Hernán Lombardi, y del exvicepresidente de Fernando De la Rúa, Carlos Chacho Alvarez. A su favor, hay que decir que los eligió cuando ninguno ostentaba esos cargos. También los amoríos que uno de los gobernadores más veteranos del peronismo, Alberto Rodríguez Saá, tuvo con las actrices Esther Goris y Leonor Benedetto.

Los hombres fuertes del macrismo no son una excepción. El alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se casó con la wedding planner Bárbara Diez; el vicealcalde, Diego Santilli es el esposo de la modelo Analía Maiorana y el embajador argentino en Estados Unidos, Martín Lousteau, contrajo matrimonio con la actriz Carla Peterson.

Ya sea por conveniencia electoral, adicción a las cámaras o simplemente, amor real, los políticos y las famosas tienen en común una vida expuesta a la opinión pública y eso los hace compatibles. Los casos son suficientes para reformular el refrán: “Dios los cría y la fama los amontona”.

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