Los peores momentos que harán ganador de 'Gran Hermano VIP' a Carlos Lozano
El presentador ha pasado de los 'triunfitos' a ser el azote de 'GH VIP'. Y a sus fans, los 'lozaners', parece que le gusta. ¿Puede su comportamiento en la casa de Guadalix llevarle a ganar el concurso?
Nos habíamos creído que GH VIP era la fábrica definitiva de vines. ¡Ay, pobres ilusos! Pensábamos que este año también íbamos a disfrutar con las salidas de tono de Ylenia, los lloros de Belén Esteban y aquellos maravillosos juicios que nos devolvieron la fe en la televisión. Pero nos equivocamos de pleno. GH VIP también puede ser un soberano aburrimiento y lo hemos tenido que comprobar con dolor. ¿Pero qué hemos hecho nosotros para merecernos esto? Ni siquiera la vuelta de Rosa Benito o la aparición del pequeño Nicolás sirvieron para animar un poco el asunto. Menos mal que por allí danzaba Carlos Lozano.
El presentador llegó a la casa de Guadalix con la esperanza de ganar un poco de notoriedad y retomar su carrera profesional en España. Y puede que lo segundo no lo consiga, pero lo primero lo ha cumplido con creces. Como le ocurrió a Belén Esteban en la pasada edición, Lozano se ha convertido en la salsa de todas las broncas, en la mecha que prende con tan solo mirarla, en la dinamita que necesita un programa repleto de concursantes-muebles. Ahora, ¿colarse en cada vídeo de cada gala compensa el menoscabo de su imagen pública? Tal vez para el presentador sí.
Pero, ¿qué ha visto la gente en Carlos Lozano para aplaudir todas sus intervenciones? Sinceramente, no lo sabemos. El público presente en plató reacciona enfervorecido cada vez que alguien osa criticar al presentador y se desgañita en aplausos cuando éste responde. Son #lozaners y no dudan en demostrarlo. Debe ser que ellos no han visto nada de lo que hemos visto nosotros:
Las broncas
Carlos Lozano entró a la casa con una sonrisa de oreja a oreja y un porte gallardo y galante. Le duró medio minuto. Al poco ya estaba protagonizando algunos de los enfrentamientos más pronunciados que hemos visto en esta casa. El presentador ha forzado la máquina al máximo para discutir con cualquiera. Y no le ha funcionado nada mal. Consiguió que Julián Contreras abandonase, que la audiencia expulsase a Rosa Benito y que las Sonia y Selena de la edición, Belén y Charlotte, fuesen castigadas por la dirección del programa. También se ha enemistado -y reconciliado, y enemistado, y vuelto a reconciliar- con el pequeño Nicolás, ha sacado de sus casillas a Rappel y no soporta a Laura Matamoros. ¿Alguien más? Imposible. Y a la gente le encanta.
Los desvaríos
¿Por qué Carlos Lozano se pasa los días hablando solo? El presentador aprovecha cualquier rincón sin cámaras para marcarse unos monólogos que ni en El club de la comedia. Sus lugares favoritos son el jardín y el baño. Ahí es donde saca su lado más íntimo y explica a la audiencia sus pensamientos y sus reacciones. ¿Pero qué invento es este? Uno que funciona, ya que ahora, Alejandro, el Mister España, le ha copiado el truco. Magnífico el rótulo de 'Carlos habla solo' que ilustra cada uno de estos momentos. Si es una estrategia, está muy bien pensada. Si no lo es, alguien necesita un hombro amigo desesperadamente.
Las fiestas
Nada le ha sentado peor a la imagen del presentador que las fiestas temáticas con las que la dirección trata de animar el cotarro. Que si un baile, que si un poco de 'agua con misterio' y, claro, al final, acabas insistiendo en una broma sin gracia que termina enfureciendo al resto de los concursantes. Y no es que los demás no hiciesen lo mismo, pero las ganas del presentador de dejarse notar han hecho que acapare todas las miradas. Tanto fue el cántaro a la fuente que el resto de concursantes se conjuró para acusarle de haber hecho desaparecer una botella de ginebra. Las consecuencias de labrarse demasiados enemigos.
Las estrategias
Los aplausos de cada semana y las veces que le ha salvado el público han hecho que Carlos Lozano se confíe demasiado. Tanto que empieza a flaquear en sus estrategias. ¿Cómo es posible, si no, que se animara a perdonar a Charlotte después de ver a la argentina metiendo su cepillo de dientes en el váter a modo de venganza? El presentador no se fía ni un pelo del pequeño Nicolás -hace bien- y ve en la hija de Kiko Matamoros a una firme rival, así que juega sus cartas para colarse en la final. Y es lógico contando que se trata de un concurso, pero, ¿y la dignidad? Una cosa es perdonar y la otra volverse íntimos. Chico, que te has lavado los dientes con restos de... Bueno, de eso.
El machismo
Si hay una palabra que se ha colado en esta edición de 'GH VIP' es 'machista'. Y, encima, en no pocas ocasiones. ¿A nadie le ha llamado la atención que casi todas las concursantes de la casa hayan terminado acusando de lo mismo al trío formado por Carlos Lozano, el pequeño Nicolás y Alejando, el Mister? Con una naturalidad pasmosa, se han dedicado a decirles a las mujeres lo que deben hacer con su físico, lo que deben hacer con sus relaciones sentimentales y cómo deben comportarse por "respeto hacia los hombres". Comportamientos más propios de otros tiempos que de 2016. Pero, como siempre, la culpa parece que recae en las propias mujeres. Claro, como hacen lo que quieren y se visten como quieren... Madre mía.
Y con todo esto, Carlos Lozano tiene el maletín rozándole la punta de los dedos. Por el espectáculo, sin duda, se lo merece -el resto han pasado sin pena ni gloria-. Ahora, por el contenido...
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