Teranga por faralaes

Imagen de la pasarela benéfica de Ternaga en el SIMOF subida por Eva Yerbabuena a su perfil de Facebook

Hoy quiero hablaros de un proyecto solidario en el que voy a colaborar. Se trata del Proyecto Teranga, una iniciativa de mujeres (Cristina, Azuzena y Beatriz) que persiguen ayudar a mujeres en riesgo de exclusión social en Senegal. Para ello, han traído telas hiladas por la asociación de mujeres Gie Feddé Amdy Raby con las que 32 diseñadores de SIMOF van a confeccionar trajes de flamenca y organizar una pasarela solidaria el próximo 6 de febrero.

Yo voy a estar con ellos ese día y, de alguna manera, colaborar en este proyecto. En el desfile llevaré un traje precioso que están confeccionando López de Santos y zapatos diseñados por Begoña Cervera.

Si queréis asistir, tenéis toda la información en www.simof.es

Éste era el mensaje que la bailaora Eva Yerbabuena colgó en Facebook a finales de enero, con una ristra de imágenes que mostraban el proceso de selección de telas para el vestido que luciría en el Salón Internacional de la Moda Flamenca (SIMOF). El pasado 6 de febrero, justo al finalizar el desfile solidario del que hablaba, colgaba otra serie de imágenes donde alegres tejidos senegaleses se mezclaban con faralaes y peinetas dando otra vuelta de tuerca al género "folclórico" andaluz. Eva Yerbabuena se había enamorado de tal manera del proyecto que se convirtió en su madrina.

Eva Yerbabuena eligiendo telas para su vestido del SIMOF 2016 (arriba). Pasarela del SIMOF (debajo).

El blog YoquieromiTeranga es el instrumento de promoción de esta iniciativa, que resalta la capacidad de comunicación no verbal de las telas africanas. "Transmiten mensajes a través de las inscripciones, del tipo de dibujo o de fondo", señala Cristina, una de las madres de la idea. "Los motivos de las telas son mucho más que un mero ornamento. Tienen un papel fundamental en las relaciones sociales, tienen mensajes subliminales y un lenguaje simbólico que sabe y entiende todo el mundo". Y pasa a enumerar lo que se puede leer en las telas africanas: poder, amor, enfado, orgullo, reivindicaciones, rivalidades sexuales y sentimentales, poligamia, proverbios, filosofía,... "De este modo las telas, en general, se convierten en pancartas mudas que ayudan a aliviar o reavivar conflictos sociales o personales", concluye.

Las creadoras de la idea se empeñan, a través de su blog, en encontrar conexiones entre el mundo del flamenco y las telas senegalesas. El carácter de expresión y código comunicativo popular, la reivindicación, los mensajes que se cruzan. Y de ahí, pasan a defender la renovación del género "traje flamenco", que se zafa de normas escritas y reglas y se eleva a la categoría de "expresión cultural y artística en plena evolución", enriquecida en el cruce con lo africano.

Teranga es un proyecto para crear riqueza en una comunidad concreta de Senegal, la de Sébikotane, y dignificar a sus mujeres y su artesanía. "Nos mueve la pasión y el deseo de crear un proyecto de desarrollo sostenible, ético y socialmente responsable, apoyando que comunidades locales en zonas desfavorecidas puedan subsistir y progresar aprovechando sus propios recursos", enuncia Cristina.

Sébikotane se sitúa a 30 kilómetros de Dakar, agrícola, poblada por unos 21.000 vecinos, mayoritariamente mujeres y jóvenes. Allí funciona una asociación femenina, Gie Feddé Amdy Raby, que trabaja -entre otras cosas- con mujeres y niños en riesgo de exclusión social. Funcionan con talleres y formación relacionados con el tema de los tejidos: bordados, costura, teñido artesanal. También comercializan sus productos o lo intentan, en un mercado limitado.

Aquí entran en juego Teranga Projects, España y los trajes flamencos, con la definición de una línea de productos que lleguen a nuestros mercados y la apertura de canales de comercialización que permitan dar continuidad al proyecto y que sea rentable. La pasarela de SIMOF fue un acto de sensibilización, de promoción y de recaudación de fondos. El ley-motiv de Cristina y sus compañeras a bordo de Teranga Projects: "pequeños gestos de todos y cada uno de nosotros pueden llegar a mover montañas".