Otra de educación
Me sorprendí cuando en EL PAÍS leí el titular España está a la cola de Europa en educación. No comprendo entonces los cientos de miles de jóvenes ingenieros de caminos, de médicos, enfermeros, fisioterapeutas, etcétera, educados en escuelas y universidades públicas y que están tan solicitados en otros países europeos por su completa preparación. La mayoría, por no decir todos, de familias humildes (los hijos de estos que dan lecciones suelen llevar adjunto a la consecución del título universitario en cualquier universidad privada el de consejero delegado de la empresa de papá); familias que han costeado no uno, sino varios másteres con el precio más alto del continente; jóvenes que han tenido que pedir dinero a sus padres para poder sobrevivir mientras trabajaban en España 12 horas al día, becados por alguna empresa que ha despedido a la mitad de la plantilla y que solo puede costear como beca el bono del metro. Cientos de miles de jóvenes con más de 30 que para sobrevivir física y mentalmente no les queda más remedio que emigrar a todos los rincones del globo, dando ejemplo de españolismo y de buena educación (y preparación).— Luis Ureña.