Carrie Fisher, cansada de que su edad sea tema de debate en Twitter
"Por favor, dejad de discutir sobre si he envejecido bien", les ha dicho la actriz a sus detractores a través de la red social
Han pasado casi cuatro décadas desde que Carrie Fisher encarnara por primera vez a la princesa Leia en la saga La guerra de las galaxias y es evidente que el tiempo pasa para todos. El aspecto de la actriz en la última entrega de El despertar de la Fuerza difiere al que lució en la primera película, pero entonces tenía 21 años y ahora 59, años en los que, además, no ha tenido una buena vida. Varios usuarios de Internet se han preguntado si Fisher ha envejecido bien, algo que ha ofendido a la intérprete. "Por favor, dejad de debatir sobre si he envejecido bien o no. Desafortunadamente, eso hiere mis sentimientos. Mi cuerpo no ha envejecido tan bien como lo he hecho yo", les contestaba la artista a través de su cuenta en Twitter.
Please stop debating about whetherOR not👁aged well.unfortunately it hurts all3 of my feelings.My BODY hasnt aged as well as I have.Blow us👌🏼
— Carrie Fisher (@carrieffisher) December 29, 2015
"Mi cuerpo es mi cerebro, me transporta hacia donde hay rostros que tienen algo que decir o ver", continuó Fisher en la red social acompañando sus palabras con una fotografía de su mascota Gary, que adoptó como parte de su terapia para afrontar el trastorno bipolar que le diagnosticaron a los 29 años. Poco tiempo después, retuiteó el mensaje de apoyo de una usuaria: "No es que los hombres envejezcan mejor que las mujeres, solo es que se les permite hacerlo".
La intérprete ha compartido alguno de los duros mensajes que usuarios de la Red le han enviado, como uno que opina que no ha envejecido bien y que "da asco" y ha pedido que le devuelvan el dinero de la entrada del cine. Otro le sugiere que respete las críticas, y que se acostumbre a que no todo son adulaciones por los actores.
Carrie Fisher ha atravesado por varias dificultades personales a lo largo de su carrera y, aunque para muchos podría ser un tema tabú, ella ha hablado abiertamente de sus problemas con el alcohol y las drogas. "Soy Carrie Fisher y soy alcohólica", comenzaba su monólogo teatral Wishful Drinking sobre su biografía. La actriz sufrió una sobredosis y pasó por proyectos de desintoxicación. Esos años de excesos coincidieron con su turbulenta relación matrimonial con el músico Paul Simon tras un amago de boda con el cómico Dan Aykroyd.
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